Y por eso rompimos

El comienzo de todo

¿Quieren escuchar una historia? De acuerdo, ahí les va.
Es sobre un chico. Y ustedes se preguntarán ¿Que tiene de importante esta historia?
Y la respuesta es que es mía, una experiencia real que te enseñará por qué nunca tienen que dar las cosas por hechas y que NUNCA terminas de conocer a una persona.
Les contaré acerca de él.
Lo conocí gracias a un amigo llamado Erick,quien me habló de él y me dijo que lo agregara a Instagram por qué era buena onda, así que lo hice, le mandé mensaje el 14 de agosto del 2017,exactamente 5 días antes de que una de mis mejores amigas llamada Elizabeth cumpliera 15 años.
Fue una plática normal, luego comenzamos a hablar cada vez más seguido hasta que por fin lo vi el 26 de agosto.
La verdad es que ese día con el que más hablé fue Erick, hasta me acuerdo que me estaba contando que había terminado con su ligue y que se iba a buscar a otra mientras que el chico, Jack, escuchaba y rara vez hablaba.
Después de eso seguimos hablando por mensaje, nos volvimos a ver el 10 de septiembre en los XV's de una amiga, ese día estuvimos los cuatro juntos, Karen (una amiga del deporte al que yo iba), Alejandro (un amigo de él) y nosotros dos.
La verdad es que me la pasaba bien con él, incluso me había dado cuenta que me empezó a gustar unos días antes de esa fiesta, pero decidí no demostrarlo y obviamente no decir nada por qué yo no soy de las que se abren fácil a las personas y mucho menos expreso mis sentimientos a cualquiera.
Después nos vimos en la fiesta de una amiga de él, habían puros de su escuela y recuerdo que nos miraban raro por qué ya éramos "ligue", la fiesta estuvo aburrida así que nos fuimos al lobby a sentarnos y conversar, de hecho yo hasta tenía duda si hacer eso ya que mi mamá me había dicho que no me saliera ,pero no éramos los únicos, la mitad de los invitados estaba en ese mismo lugar así que accedí.
Nos sentamos en sillones diferentes, estábamos de frente y empezamos a hablar hasta que el se quedó callado, yo estaba viendo mi celular y escucho que me llama.
-Georgia, ¿Puedo decirte algo?
-¿Qué cosa?
-Es que te quiero besar pero no se como.
Me dio mucha pena y hasta podría asegurar que me puse roja. Yo no sabía que decir y mucho menos que hacer, me había sorprendido bastante porque el era igual o incluso más penoso que yo así que solo me limité a no decir nada y miré mi celular.
De repente sentí como el tomó mis manos, me hizo mirarlo y me besó, así sin mas.
No estuvo nada feo, tampoco intentó sobrepasarse conmigo, simplemente nos quedamos ahí, pegados, gracias a la falta de experiencia de los dos.
Nos separamos y me llegó un mensaje diciendo que ya habían llegado por mí así que me despedí y me subí al auto.
Ya se imaginarán cómo estaba, no voy a mentir, sentí una enorme felicidad porque había sido con el chico que me gustaba.
En ese mismo momento comprendí que el sentía lo mismo y no eran sólo ilusiones mías.