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Las tres cosas más difíciles de esta vida son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo.
-Benjamin Franklin
Narra Kate
Todo llego a mi mente de un golpe, como un torbellino. En mi mente pasaron una serie de imagines, vivencias que ni yo sabía que existían.
Era como si la mitad de mi vida la hubiera vivido otra persona. Aparecieron miles de recuerdos y en la mayoría estaba Zedd. Tenía sentimientos encontrados.
Zedd siempre estaba ahí para juntar los pedazos rotos, lo que yo hacía mal.
Él era mi ángel o la había sido. Ahora no me quedaba duda.
Como era posible todo aquello, me sentía engañada, nunca habían tomado en cuenta mi opinión, yo nunca lo hubiera permitido.
Todos estaban esperando una respuesta.
- ¿Estas...- la voz de Zedd sonó lejana-
Levante la vista. Seguía sentada donde momentos antes estaba Zedd inconsciente, me levante y me dispuse a ir donde se encontraba Zedd, hice lo primero que me llego a la mente.
Levante una mano y lo abofetee.
-Eres un egoísta- él no dijo nada, se podía ver en su rostro que lo lamentaba, eso me hizo tranquilizarme un poco-
- Debes de saber que lo hizo por ti- Levy me tomo del hombro- no sabes que hubieran hecho si no lo hacía-
Ignore su comentario.
- ¿Me seguiste hasta aquí? ¿Cómo sabias que me mudaría? - le tome su mano- ¿Por qué dejaste que me enamorará de Luke?-
-Yo era tu ángel, tenía que ir a todos lados contigo, cuidarte. - soltó mi mano- Lo hice mal, quería lo mejor para ti y para mi amigo, así que hice lo que tenía que hacer, juntarlos, vaya que fue fácil, los dos se gustaron al instante, aunque no lo creas, el primer día Luke no dejo de hablar de ti- suspire-
- ¿Acosta de tu propia felicidad?-
-Eso hace un ángel, además tu no me recordabas, no tenía nada que perder y si se conocían yo podría seguir cuidando de ti- así que había renunciado a todo, parecía un cuento de hadas-
Por cualquier razón que fuera, no dejaba de sentirme impotente, nadie había pedido mi opinión, me habían desplazado sin mi consentimiento, no quería ser simplemente algo que podían desechar.
No tenía derecho de hacerme olvidar.
Sentía el dolor en sus ojos, pero que podía hacer, las cosas estaban hechas.
Zedd se acercó a mí, ahora todo tenía sentido, las palpitaciones que me hacía sentir cuando estaba cerca, no era por simple amistad, era porque ya lo conocía, sabia cuando quería besarme, cuando quería un abrazo.
Pero ahora estaba con Luke, lo amaba y ya no podía sentir lo mismo por Zedd como él quería, era injusto para Luke.
Antes de negarme, ya tenía su cuerpo sobre mí, un abrazo delicado y me ya me había hecho perder la razón.
Ahora que en mi mente se encontraban todas las historias, me parecía que había pasado mucho tiempo sin besarlo, lo ansiaba, sabiendo que estaba mal.
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El Chico Raro I - LUKEZEL
RomantizmLUKEZEL DÚOLOGIA DE EL CHICO RARO LIBRO I ¿Alguna vez te has detenido a pensar en que pasaría si todas las historias que te contaban de pequeño simplemente fueran reales? los hombres lobos, los vampiros, los ángeles. O ¿Por qué algunas cosas no ten...