Capítulo 4

1.2K 134 39
                                    

CAPÍTULO 4

A la mañana siguiente Artemis fue la primera en despertarse y estuvo de nuevo como espectadora de aquel drama que tenía la desgracia de ver últimamente.

Los dos hombres se despertaron y se miraron el uno al otro durante unos segundos, uno preocupado, el otro rencoroso y se hicieron el desayuno silenciosamente. Artemis ya no veía esa compenetración que tenían antes por ejemplo no veía a Jason sacar dos vasos para ellos ni a Bizarro preparar tostadas para los dos sino que cada uno iba por su parte y se entorpecían sin querer al chocarse para coger cualquier cosa.

La pelirroja los miraba en silencio, prefería que no hubiera una tercera en lo que les pasaba aunque ya sabía que lo había, uno que creó la discordia y abrió la caja que no tenía que abrir

– ¿Hoy no sales con Mark? – escuchó decir a Jason

– No, hoy tiene que rellenar unos papeles y estará liado

Jason suavizó ligeramente el ceño pero todavía parecía decepcionado.

Últimamente toda esa escena y ese ambiente enrarecido iba y venía por la base. La amazona suspiró cansada de aquello, para ella sería muy sencillo y lo hablaría pero a veces los hombres son tan orgullosos y no ven más allá de sus propios problemas que solo consiguen estropearlo todo y eso es lo que les estaba pasando.

De pronto sonaron las alarmas del ordenador y fueron los tres a ver qué pasaba. En las pantallas se veía un barco negro y a unos tipos saliendo de ella

– Esa es nuestra señal, tenemos que salir – dijo serio Red Hood que salió corriendo a preparar sus armas y su casco – no voy a permitir que se sigan vendiendo más armas ilegales en mi ciudad

– Al fin salen los cabrones – dijo la amazona que preparó sus ropas para la batalla al igual que Bizarro que fue a ponerse el uniforme.

En menos de un segundo, gracias a la puerta que creó el clon, llegaron al puerto y se escondieron entre unos contenedores para dar el factor sorpresa mientras que Bizarro sobrevoló la zona para asegurarse.

Había varios hombres que trabajaban para la yakuza según recordaba Jason por los informes policiales, de lejos y para los ojos inexpertos parecían que iban desarmados pero Red Hood podía ver las armas que llevaban y cómo tendría que reaccionar ante un determinado ataque. Después de que aseguraran la zona esos individuos empezaron a transportar cajas de madera, era la señal para atacar

– Compañeros – sonó la llamada de Bizarro por el pinganillo – he detectado...

Antes de que pudiera terminar Jason salió y empezó a disparar a los hombres que pronto se pusieron en guardia y empezaron también a disparar, Artemis salió también llamando a su arma y fue a por los hombres sin miedo alguno y Bizarro voló a por las cajas para asegurarse de que no sufrieran daños durante el tiroteo

– ¡¿Qué haces?! ¡Deja las jodidas armas y ven a respaldarnos! – ordenó Jason a gritos por el ruido y peleando con un par de tipos cuerpo a cuerpo

– No puedo hay...

De nuevo fue interrumpido, esta vez por varios hombres que disparaban contra el clon pero parecían que no entendían que era inmune a sus balas así que dejó la carga en un lugar seguro para que no fuera ninguna bala perdida dentro y fue a por el resto mientras sus amigos seguían peleando

– ¡¿Bizarro a dónde vas?! – preguntó Artemis que necesitaba una mano pero el clon seguía dejando las cajas lejos de la pelea

– Déjalo, ya sabes que él siempre está con sus secretos – dijo Red Hood con un deje de rencor mientras le disparaba a uno con un dardo tranquilizante que al instante lo durmió y con el que golpeó Artemis fue el último que quedó en pie – podrías haber ayudado – soltó el forajido al que todavía volaba de un lado a otro

El amor no existe... o eso creía (Bizzajay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora