El Internado.

¿Y este es el gilipollas que te gusta?

-¿A quién esperamos? –Pregunta Julia aterrada.

Está en medio del bosque, dentro de una caravana, maniatada, no puede salir y por más que grita, nadie la oye.

-Ya lo verás. Dame lo que hay en ese sobre y te dejaré tranquila.

-En el sobre no había nada. De verdad, sólo había una foto mía y de mi padre.

-Venga, no te rías en mi puta cara. –Dice Óscar, propinándole un fuerte puñetazo.

Julia, llora desconsolada, pensando que ha llegado su final. Pero no, Iván aparece. Corre hacia él, y le golpea con una piedra, pero al intentar desatar a Julia, Óscar le da un golpe en la cabeza, tirándolo al suelo.

-¿Con qué éste es el gilipollas que te gusta? ¿No podías haber elegido otro mejor? ¿El hijo de Noiret? –Le dice acariciándole la cara.

Julia, no deja de mirar a Iván, que está tirado en el suelo inconsciente.

-Déjalo a él, yo tengo la culpa. Yo fui al banco, él no.

-Tú y tus amigos nos habéis estado jodiendo los planes mucho tiempo, ya es hora de que acabemos con vosotros.

-¿Desde cuándo estas con ellos?

-Desde siempre, Julia. ¿De verdad te creíste que estaba contigo porque te quería? ¿O por tu madre? Estaba contigo, porque tu padre era muy importante para el Proyecto Géminis. Pero tuvimos que matarlo. Aunque tú eso ya lo sabes. Pero, no creo que tu amigo le siente bien saber quién lo mató. Las cenas de navidad tienen que ser muy graciosas, a la hora de compartir mesa con el hombre que mató a tu padre.

-¡Deja de decir eso! Iván no es hijo de Noiret.

Iván, empieza a espabilarse, pero aún está muy débil como para levantarse. Óscar, que no se fía de Iván, lo coge como puede y lo sienta en una silla al lado de Julia, lo maniata también para que no se escape.

-Voy afuera a hablar un momento por teléfono. No hagáis tonterías, no podréis salir.

Julia intenta despertar a Iván, pero este está atontado.

-¡Iván! ¡Despierta! ¡Vamos! –Dice Julia.

-Julia. ¿Estás bien?

-Sí, pero tú no.

-He estado mejor, la verdad. Prefiero estar en la clase de educación física de esta mañana a estar aquí. –Dice sonriendo.

-Sólo tú, podrías estar hablando de estas cosas en este preciso momento.

-Si lo que quieres es que me quede contigo, no me lo pongas tan difícil. Con decirme que me quieres me sirve. No me hagas hacer estas cosas, que después de casi un año luchando contra quien sabe quién, uno ya no tiene las mismas fuerzas. –Dice Iván.

-¿Te me estás declarando? –Dice Julia.

-Más o menos.

-Qué estampa más bonita. Veremos cuanto os dura cuando acabemos con vosotros.

-Seguro que dura más que tú en la cama. –Dice Iván.

Óscar, le vuelve a golpear, pero esta vez con la culata de la pistola, dejándole un reguero de sangre por la ceja.

Héctor...

La fiesta ya ha empezado. Todos están felices, tranquilos. Es viernes y si encima se puede empezar con una fiesta, mejor que mejor. Tienen que hacer como si no hubiese pasado nada, como si hace una hora, no hubiese venido un agente de policía, diciendo que estaba el cuerpo sin vida de un hombre que se estaba haciendo pasar por él.