Kiribaku || ONE-SHOTS || .

16.

Abrió la puerta chirriante, deseando que su "presa" se encontrara allí. Cruzó el umbral que separaba el bosque de aquella pequeña casa cuando su mirada se cruzó con aquel pelirrojo sonriente.

Su aire despreocupado lo irritaba profundamente, hacía varios minutos que, sin articular palabra, se miraban atentamente. ¿Acaso no se daba cuenta de que era un puto lobo? ¿Qué cojones le pasaba a ese por la cabeza?

—Em... ¿Un té? Te lo advierto, no sé hacerlos muy bien. A lo mejor te gusta más el bizcocho.

Bakugou no sabía si reír o llorar. ¿A esto lo había estado persiguiendo durante horas?

—Aunque, quizás... —La tierna sonrisa servicial de Kirishima mudó gracias a los toques de picardía que poco a poco iban instalándose en su rostro.

Cerró la puerta detrás de Bakugou y lo empujó al mullido sofá de la casa.

—Siempre puedes contarme qué pensabas hacerle a mi abuelita.

Katsuki no sabía qué estaba pasando, no entendía nada.

—Para empezar, te perseguía a ti. —Dijo golpeando ligeramente la frente de "Caperucita". —Y para seguir...

—¡¿A mí, enserio?! —A diferencia del miedo que Katsuki esperaba que se reflejara en los ojos de Eijiro, sólo lograba ver ilusión y entusiasmo. —La mayoría de maleantes sólo buscan comerse a mi abuela. —Comentaba mientras se sentaba cómodamente a su lado. —Es genial que tú me busques a mí, divertido. ¿Sabes a lo que me refiero? Bueno, supongo que no, porque no pareces ser el típico lobo que cuida de su abuela.

—Que no soy el típico... ¿Espera qué? ¿Te das cuenta de que podría matarte ahora mismo?

—Em, no... No podrías.

—¿Ah, no? —Replicaba vacilón el rubio, con aires de superioridad.

—No, tonto, si me matas te meterán en la cárcel. A-de-más —Articulaba Kirishima moviendo su dedo ante la mirada de Katsuki. —es de mala educación. —Concluyó haciendo un puchero.

Definitivamente a este le había dado algo en el cerebro pero, por alguna razón, ya no le agradaba tanto la idea de matarlo.

—Vamos, aún no te he dado el bizcocho, ahora que sé que me buscabas a mí no hay problema.

—¿Sabes? Creo que mejor me voy.

—¿Qué? Noooo. Quédate sólo un rato más~...  —Suplicaba Eijiro.

El lobo dejó aquella casa más confundido de lo que hubiera imaginado a pesar de que, por alguna razón, tenía la intención de volver pronto... Esa Caperucita llamaba más de lo que le gustaría, demasiado, su atención.

Y eso es todo, sé que me quedó corto, pero no sabía a dónde llevarlo. De todas formas, por eso está el siguiente One-shot que he subido a la vez que este :3c. (Ese es bastante más largo, ya me diréis qué os parecen ambos).