~ Nota de la autora:
Queridos sukes. No me reclamen (saben que sí pueden hacerlo), pues lo que viene en la nove es gracias a los comentarios y sugerencias de ustedes.
Tomates. ~
~ N. Yuu. ~
Trevor había cambiado su actitud. Caminaba de un lado a otro en la habitación jalando suavemente el rizo que sobresalía de su cabello y susurraba palabras que no llegaba a comprender.
- Trevor... Tre... ¡Trevor! - no respondía. Realmente estaba perdido en sus pensamientos y las lágrimas caían sin detenerse por sus mejillas.
Camine hacia él y lo tomé entre mis brazos impidiéndole seguir caminando sobre vidrios rotos.
- Escúchame... - susurré... Muy cerca de su oído - Ya es tiempo de sacar todo eso que te atormenta... ¿Quieres?
- Es algo que Rui no sabe...
- Bien, entiendo si no quieres...
- No, tienes razón... - dijo volteando hacia mi, quedando así frente a frente - ... Tal vez sea lo mejor...
...
~ N. Rui. ~
Tiempo. Creí que tan sólo necesitaban tiempo a solas y... Cuando creí conveniente ir a hablar con ellos...
¿A quién engaño? Sólo quería ver a Trevor... Pero... Lo encuentro abrazado a Yuu, frente a frente con él y hablando de... ¿Qué podía pensar? ¿"Tal vez sea lo mejor"?...
- Maldigo el día en que regresaste, hermanito... - logre decir en un susurro y me aleje de la puerta.
¿Otra batalla ganada? Más no la guerra.
Veamos quién podía vivir más tiempo sin el otro, mi querido Trevor.
...
~ N. Trevor. ~
- Volvamos a la cama, ¿Quieres?
- No... Conozco un mejor lugar - Yuu me tomó de la mano y me guió hacia su armario. - Antes solía compartir habitación con Rui y mucho antes de eso, esta habitación era únicamente de él... - Abrió la puerta de madera y apartando la ropa se pudo ver perfectamente el fondo del armario.
- Aquí no cabríamos los... - antes de terminar, Yuu recorrió la "pared" de su armario, la cual era una entrada que dejaba ver unas escaleras verticales.
- Rui jamás me mostró esto. Tuve que descubrí por mi mismo que teníamos un ático...
- ... ¡Increíble!
- La primera vez que vi a Rui fue a través de una pequeña ventana que no pude reconocer al recorrer la casa, - comenzamos a subir la escalera, él primero, guiando el camino - después entendí que era un pequeño agujero del ático.
Al llegar, Yuu me ayudo a incorporarme. A pesar de que el lugar era tan amplio como para tres personas, era tan pequeño que sólo un niño de 5 años podría pararse, y eso con el riesgo a golpearse con el techo.
- ¡Esto es increíble! ¡Maravilloso! ¡Es mi casita ideal!
- Jaja no lo creo, aún no... - Yuu tomó una vela y la prendió, llevándola gateando hasta el fondo del pequeño ático...
- Yuu... Eso... Eso es...
- Es mi secreto. Pero hace mucho deje de hacerlo.
- ¿¡Por que!? - giró su cabeza algo sorprendido - Me... Me refiero a que es hermoso... ¡Una completa belleza, Yuu! ¿Nadie ha visto...?