¿Cómo describir el estado de mi maltratado corazón en ese instante? Tal vez lo más apropiado sería destrozado.
Sí, no había una palabra mejor que esa. Después de tantos años de ilusiones, decepciones, minúsculas muestras de cariño, todo se venía abajo en tan sólo unos minutos.
Entendía de sobra que Senpai jamás llegaría a sentir por mí ni la mitad de todo lo que mi corazón ha albergado por su persona en todo este tiempo juntos. Pero mi terquedad me impidió perder la esperanza de que, probablemente, algún día correspondería un poco mis sentimientos. Qué mal estaba...
Al comienzo del día estaba rebosante de alegría, pensando que hoy era nuestro aniversario de cinco años juntos. Era bastante probable que él lo hubiera olvidado, sin embargo, no me importaba y quería darle una sorpresa.
Senpai iba a salir un poco más tarde del laboratorio ese día, por lo que decidí llevarle al trabajo un brazalete con un dije en el que estaba grabada la fecha en la que empezamos a salir, por decirlo de alguna forma...
Cuando llegué al lugar, abrí la puerta sin tocar por lo emocionado que estaba. Y ahí estaba él, besando a la nueva científica de la universidad. No voy a mentir, esa mujer era perfecta, era bella, inteligente y amable. ¿Cómo no se iba a sentir atraído por ella?
En cuanto me vio se tornó completamente pálido, tal y como si hubiera visto un fantasma. Tal vez lo que le dio el golpe de gracia a todo esto fue que él no se apartó ni un milímetro de ella y, a pesar de su expresión asustada y sorprendida, no se mostró arrepentido en absoluto.
Dejé caer la cajita que contenía el brazalete y, con una sonrisa forzada, me disculpé por la interrupción, me di la media vuelta y cerré la puerta con rapidez para luego correr sin un rumbo fijo.
Me encontraba sentado en un parque a mitad de la noche reflexionando sobre lo que había pasado y qué hacer a partir de ahora.
_¿Morinaga-kun? ¿Qué haces aquí a estas horas?
Perfecto, este día no podría ser mejor.
_Nada de tu incumbencia, Isogai.
_Tienes razón, no tengo que entrometerme -Asintió sentándose a mi lado, sin hacer caso a sus palabras.
_Pero lo vas a hacer -Completé la oración.
Nos sumimos en un silencio agradable por varios minutos, para mi sorpresa. Aunque el silencio no podía durar para siempre.
_Oye...
Contesté con un simple sonido para que supiera que lo estaba escuchando.
_Parece ser que no tienes intenciones de regresar a tu departamento pronto, así que no estaría mal que me acompañaras a mi casa para platicar un rato, ¿te gustaría?
_¿Tu casa? Tu vives en Estados Unidos, no pienso ir hasta allá contigo -Contesté sin ánimos.
_No -Rió quedamente-. Ya tengo una casa aquí porque me cambiaron de sede en el trabajo, parece ser que era el único candidato apto que no tenía problemas para mudarse aquí. De hecho, está a unas dos cuadras saliendo de este parque.
_Supongo que no estaría mal, creo que necesito hablar con alguien y este no es el mejor lugar.
_¿Vas a contarme qué te sucede? -Preguntó sorprendido.
_¿No esa era tu intención al pedirme ir a tu casa?
_En realidad, no. Pensaba hacerte compañía ya que te ves muy mal y yo me siento algo solo últimamente -Se encogió de hombros.
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Una nueva oportunidad para amar
RomanceSenpai comete un error imperdonable y Morinaga, devastado, decide terminar con esa relación tóxica que ha mantenido por tanto tiempo. Ahora alguien más le ofrece su apoyo y su cariño, tal vez sea el destino diciéndole que es momento de seguir adelan...