Again. |Damon Salvatore| Primera Parte.

Mentiras.

El timbre sonó.

Todos empezaron a guardar sus cosas apresuradamente, salgo por el corredor y busco con la mirada a alguien en especial. Salgo al jardín de la universidad y localizo mi objetivo sentado en la mesa junto a jóvenes riendo a carcajadas. Llego hasta él, quien me da la espalda, y cubro sus ojos con mis manos.
-Oh, ¿quién podrá ser?- sonrío, retira mis manos y se gira a verme.- Hola nena, te extrañé.- toma mis mejillas entre sus manos y me besa.
-Demonios, Patrick, váyanse a un hotel.- giro a ver a Chad. El lanza el ovoide hasta que cae en las manos de Ben. Ambos son mejores amigos de mi novio. Suelto una pequeña risa y regreso a fijar la vista en mí chico.
-Lista para la noche.- Dejo de sonreír. Patrick y yo cumplimos unos meses de haber empezado, finalmente conocería a sus papás, estaba demasiado nerviosa. Su familia es muy discreta, a pesar de que su padre es el Doctor del pueblo, no son gente tan sociable.- ¿Qué sucede?
- No creo que sea momento de conocerlos.- enrollo un mechón de mi cabello en mi dedo.- Apenas iniciamos.
-Sé que no es eso, temes que no les agrades, ¿tengo razón?- Levanto los hombros y bajo la mirada.- Ellos te amaran, lo prometo. ¡Cómo no lo harían! Eres asombrosa.- Besa mi mejilla.- Anda vamos, te llevo a tu casa.
Caminamos hacia el auto de Patrick, abre la puerta de un Ford Maverick, después da la vuelta y entra por la otra puerta. Busco en mi celular alguna canción, doy al azar y suena"Somebody that i used to know".Después de varios semáforos en rojo, llego a mi casa.

 -Paso por ti a las 8, nena.- le sonrío y beso sus labios.
-Estoy impaciente.- Hago una mueca y salgo del automóvil,caminando hacia la puerta de mi casa.
-Oye nena.- Me giro a verlo, que sigue dentro del auto.-Espero y te guste.- Sonríe y arranca.

No me dio tiempo para preguntar a qué se refería, saco las llaves de mi mochila y entro a mi casa.

-Mamá, ya llegué.- me quito mi chaqueta y mi bufanda,colgándolas en el perchero.
Sale mi madre apresurada de la cocina e instantes después empieza a sonar la alarma anti incendios. Lo apago como puedo y me acerco a ella que está maldiciendo en voz baja.
-Hola cielo, amm yo, intente hacerte tu comida favorita.-Sonreí, mi mamá ha sido muy mala para la cocina desde que tengo memoria, sino es que siempre, contrata a una señora para hacernos las comidas diarias.- No salió muy bien, aun así podemos pedir comida china cariño.
-Me parece bien mamá, iré a cambiarme, ¿sí?- Subo los primeros escalones.- Gracias por intentar.

Llego a mi habitación, y me encuentro una caja color carmín, está en el centro de mi cama, tiene una nota pegada en un costado. Lo tomo y leo:

"Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida"- Pablo Neruda

Sonrío y abro la caja.

Ahora entiendo a qué se refería, dentro estaba un hermoso vestido color azul marino, lo extiendo para poder verlo mejor. Tomo mi celular y marco
-No debiste de haberlo comprado.- Digo al saber que respondió. Me lo imagino sonriendo.
- Todo por ti nena, te mereces más que eso amor, ¿te gusto?
- Me fascinó, gracias.
-¡Gisselle!
-Te dejo cariño, mamá me llama, te quiero.
-Adiós nena, yo igual.
Después de comer, subo e inició a arreglarme. Aliso mi cabello, maquillo naturalmente mi rostro, me pongo el vestido acompañado de unos zapatos altos negros.Miro el reloj de mi pared, 7:52, bajo a la estancia.
-¡Por Dios! ¿Qué has hecho con mi hija?- me mira mi madre de pies a cabeza.
-¿Me veo bien? ¿No es muy exagerado? No quiero asustarlos, o que tal si es muy poco, no encajaré.
-Tranquila Gisselle, solo se tú.- Besa mi frente.- Te ves hermosa.
Tocan la puerta y ella va a abrir. Patrick me ve y se queda en silencio.
-¿No dirás nada muchacho?
-Mamá, basta...- siento las mejillas enrojecer.
-Eres perfecta.- no me deja de mirarme a los ojos.
-¿Nos vamos?-Nos dirigimos al auto.
-¡Diviértanse chicos!
Empieza a manejar hasta llegar a su casa.Es muy grande, una casa color beige con ladrillos café, tiene un jardín lleno de flores y una fuente en medio.
-Ahora entiendo porque el vestido es tan formal.-Digo al bajar. El me detiene antes de avanzar.-¿Qué sucede?
-Hay algo más, aparte del vestido.- saca una cajita del mismo color que la otra, solo que mucho más pequeña.-espero y te guste.
La abro y es un hermoso collar, con pequeños diamantes a los lados y en el centro tiene un corazón.
-Me encanta, gracias Patrick, es hermoso.- Me volteo para que me lo ponga.
-No te lo quites nunca.- sonrió, toma mi mano y empezamos a caminar hacia la entrada.

Al entrar el interior parece ser sacado de un castillo, muebles de madera, cuadros antiguos, algo rustico pero hermoso. Tiene su toque. Patrick me suelta y se acerca a dejar nuestros abrigos a un pequeño closet.
-Patrick, ¿Eres tú?
-Si mamá, hemos llegado.
En el centro de la estancia tienen un cuadro colgado en la pared, donde está toda su familia. Su madre, Cassandra, atrás de una silla, junto a ella están sus él y sus hermanos, y en la silla del centro su padre.
-¿Gisselle?
-¿sí?- digo sin dejar de ver el rostro de su padre,su rostro es muy familiar.
-Mi madre quiere conocerte.
Giro a verlos y están ambos de pie en frente a mí, la expresión de su madre cambia radicalmente, está llena de enojo, odio.
-¿Camila?- Veo confundida a Patrick.- ¿Qué haces aquí?¿Acaso no tienes vergüenza?
-Mamá, ¿Qué sucede? Su nombre es Gisselle.
- No ella te engaña, ese no es su nombre, ella es la culpable de que seamos lo que somos.
-Señora, yo...
-No puede ser, ¿Cómo no lo viste Patrick?- la actitud de su madre es de paranoia, sus manos tiemblan.
-Tranquilízate mamá.- el camino hacia mí y me abraza por la cintura.- Explícanos que pasa.
-¡Por culpa de ella somos esto Patrick!- abre las manos a sus costados, a punto del llanto.
-¿Dé que habla?- giro a ver a mi novio quien tiene un rostro sin expresión; ignora totalmente mi comentario.
-Mamá, mírame.
Empieza a susurrar algo, muchas veces. Sus ojos van de un lado a otro.
-Por ella somos esto, por ella somos vampiros.
Me quedo esperando a que me digan que esto es una clase de broma, Patrick parece estar paralizado.
-¿Vampiros?- susurró.
- Pero no sé cómo estás aquí, yo hice que te matarán,mande a un hereje a matarte cuando te hospedabas con los Salvatore.
-Señora no sé de qué habla.
-Mamá ella es humana, aun no le contaba nada.
 Ella se sorprende y me examina de pies a cabeza. No dice nada, se pasa la mano temblorosa  por el cabello color castaño y se va.
-¡Mamá!- Avanza tratando de detenerla, pero se queda de pie, dándome la espalda.
-Patrick, ¿Qué fue eso? ¿A qué se refería?
-Gisselle, aun no pensaba decírtelo, pero creo que es hora de hacerlo, no seguiré mintiéndote.
-¿Mentirme?
-Es algo complicado, no se ni como empezar, quería preparar algo.- suspira resignado.- ¿Recuerdas que te pedí que no te quitaras ese collar?- Asiento confundida.- Bien, eso ayudara a que no pueda hipnotizarte. Sé que no entiendes aun, pero yo te amo y no quiero que esto nos aleje, necesito que mantengas la mente abierta, que confíes en mí.
-Ve al grano.
Inhala profundo, me mira a los ojos.
-Soy un vampiro.