Capítulo 24: Síntomas

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Besos xxx

Meses después

Cuando volvieron a empezar las clases del semestre siguiente, pensé que todo iba a estar bien. Tal vez, ya no iba a ver a mis amigos todos los días o cosas por el estilo. Pero definitivamente me equivoqué. El estar encerrada en casa y no en la universidad me deprimió demasiado. Creo que mis padres querían que yo probara el "castigo". Sólo que todo se salió de control. Ellos no sabían sobre mis demonios.

No había día en el que no llorara o me sintiera la peor persona del mundo. Llegué a punto de planear escenarios en mi mente de cómo podría morir. No tenía ganas de nada. Mis amigas estaban súper ocupadas con sus cosas de la universidad y eran muy poco las veces que las veía. Mi mejor amigo tampoco estaba disponible. Él estudiaba en otra ciudad.

¿A quién se supone que debía pedir ayuda?

Nunca pensé decir esto, pero extrañaba la universidad. Aunque sea me despejaba la mente. Yo soy ese tipo de personas que no es muy abierta en hablar sobre sus cosas o desenvolverse con facilidad. Por otro lado, tenía encima, en aquellos días, los trámites del cambio de carrera. Gracias a Dios, pudieron aceptarme, pero como requisito tuve que pasar ciertas pruebas para ver si estaba apta para dicha profesión. 

Sin embargo, las cosas se complicaron. Había días en los que no quería pararme de la cama. Solo dormir. Pero lo peor es que ni eso lograba. Tenía episodios de insomnio y muchas veces de paralasis de sueño. Eso última era horrible. Tu cuerpo está en el estado de transición entre el sueño y la vigilia. Y de ahí abres tus ojos y no puedes hablar ni moverte. Es como si sintieras una opresión encima. La verdad, es que después de esto, evito dormir. Tengo miedo de volver a caer en ese estado.

Por otro lado, empecé a incrementar mis niveles de ansiedad. Estaba impaciente y ante cualquier situación creía que algo malo iba a ocurrir. Mi corazón se aceleraba, me dolía la cabeza y empezaba a sentir mucho calor. Además, le buscaba la sinrazón a todo. Era como si pensaba demasiado las cosas.

Mi situación con Caleb empeoraba todo. Sé que estaba peleada con él. Pero esperaba que me llamara. Revisaba mi celular y nada. Estaba enamorada y no podía luchar contra eso. No era el momento. Quería que él preguntara por mí. Que viniera a verme. Aunque sea que lo haga por nuestra amistad. Pero no... Él no dio señales. Supongo que no era y no soy importante para él. Cuando la verdad, es que yo lo hubiera dado todo.

Caleb era una de las razones por las que lloraba en silencio en las noches y no veía la hora en que eso terminara. No quería terminar muerta en ese agujero negro que estaba atravesando.

<<Sabía que algo no iba bien conmigo y tenía que averiguarlo.>>

Tenía miedo hablar con mis padres. No quería ser una carga más para ellos. Encima mi hermana acababa de mudarse.

Lo único que se me ocurrió fue buscar en Google. Escribí mis síntomas y los resultados fueron lo que tanto sospechaba.

Depresión y Ansiedad.

Depresión y Ansiedad.

Depresión y Ansiedad.

Sé que no debía confiarme de esos resultados, pero no podía negar que no estaban lejos de la verdad. ¡Por favor, tenía pensamientos suicidas!

Lo que recomendaban en esos sitios web era ir a un psicólogo y médico. Pensé en decirle a mi padre. Pero la vergüenza fue mayor. No quería que se enterara de todas las cosas horribles que pasan por mi mente. No quería que me dejara de ver como su "niña feliz". No quería contarle sobre mi corazón roto.

&quot;Nunca te lo dije&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora