Alberto

Primera Parte

                               Alberto

El excéntrico Alberto Pancracio Solís es un señor regordete simpáticon muy sociable y muy querido por sus vecinos.

A pesar del poco tiempo que dedica a su familia es un excelente padre y un magnífico esposo, esto lamentablemente no es suficiente para su pareja ya que el cansancio con el cual llega todos los días le impide cumplir con las obligaciones maritales y su esposa como mujer necesitada suple sus carencias de afecto uterino, excepto los viernes, día en que comienzan los preparativos para que la vagina se acomode a la supuesta semana que tiene a dieta, pues en los fines de semana su marido es esa bestia que a ella le encanta.

Fuera de el sexo ella no es infiel por falta de afecto pues Alberto siempre está en constante comunicación con María, siempre conversan horas y horas tras su llegada a casa y durante el día varias veces, ella lo ama perdidamente y no ve una vida lejos de él, por eso ella se dedica a la venta de chiripas lo cual le sirve de coartada para salir a "cobrar" a algún cliente que le cogió fiao y de esa forma salir a juntarse con algún chamaco del barrio al cual, como mujer conciente que es, nunca mete en la casa familiar, pues ella es una mujer conciente de que meter a alguien en la casa además de una falta de respeto a su familia, es también una tremenda estupidez debido a que en este país no hay nada más chismoso que un dominicano.

Ella también se da su valor, pues no es mendigando sexo que anda, ella es una experta en los oficios de dar placer y su cannon siempre ha sido, que ella vale cuando menos una cabaña, un taxi y una cerveza.

Por eso sus víctimas no son de su mismo barrio y suelen ser muchachos tímidos y chapeables los cuales sean tímidos y que no hablen mucho para mantener su secreto.

Alberto de lunes a viernes se levanta a las 4 de las mañanas besa a su esposa le prepara el desayuno el cual deja bien tapado para que cuando ella despierte solo tenga que calentarlo en el microondas, hace una pequeña inspección por las habitaciones de sus hijos, les da un abrazo imaginario pues no quiere despertarlos, excepto claro a Juanita que siempre lo espera en la puerta de su habitación y cuando el abre ya ella está ahí con los brazos abiertos, el procede a cargarla, alzarla al aire atraparla en su hombro dándole  el abrazo más tierno y fraternal del planeta, darle su beso mientras ella se marcha a la cama estrujandose los ojos arrastrando a su osito por la habitación mientras Alberto contempla a su princesa.

Aquella que los médicos dijeron que nacería con problemas y le recomendaron interrumpir, "que bueno que mi hermana me impidió hacer esa estupidez" se repetía constantemente mientras la veía crecer sana y sin ninguna complicación aparente a pesar de sus ya 9 años de edad.

Tras dejar todo listo en el hogar y verificar que las tareas de  los dos necios Jaime y Bruce estén al día, enciende su foco debido a que aún cuando en la calle de su casa hay varios faroles, nunca hay luz de 3 AM hasta las 8 AM, donde llega la luz hasta las 3 AM nuevamente, como si hubiera alguna disposición gubernamental o alguna negociación entre el gobierno y la asociación de atracadores madrugadores en la cual el gobierno no manda energía eléctrica en el período en que todos los empleados salen a su trabajo facilitando el trabajo de los delincuentes, sale de la casa por camino hondo en el barrio de Cancino a esperar una guagua que lo lleva a su primer destino.

Ahí es donde me lo topo todos los días, siempre alegre haciendo un poco más apacible el viaje diario de los pasajeros que tienen la dicha de conocerlo.

A pesar de sus constantes desilución es el tiene un dogma, el problema no va a acabar conmigo, que se vaya a la mierda y nadie tiene la culpa o va a resolver sus problemas con el hecho de andar aburrido en la calle por eso es alegre y trata de alegrar a los que le rodean.