Único.

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Se escuchaba el caer de la lluvia, el mecer de las hojas, los autos correr y su suave andar. Tan delgado y de frágil apariencia, su cuerpo tiritando de frío, sus manos con un ligero tono azul que parecían gritar por un poco de calor, sin embargo mantiene un rostro firme e incluso podría decir que denotaba superioridad.

Finalmente sus pasos se detienen frente a una puerta blanca, en una casa igual de blanca con decorados en negro. Perfecto, piensa él. Abre la puerta y se adentra dejando sus zapatos negros de lado, colgando su saco del mismo tono en la percha y acomodando el paraguas gris en su lugar para finalmente dirigirse a su habitación. Tomando una remera suelta, un buzo y pantalones abrigados -y no hace falta decir que todo era negro-hace la muda de ropa.

La suave melodía In love with a ghost seguía tocando de fondo mientras admiraba desde una esquina su sala. 

El sillón de cuero negro, la mesa de cristal, las paredes blancas, esculturas de cerámica negra adornando el lugar, y ahí en una de las paredes en un marco negro se encontraba una foto de niños jugando en la playa a su lado, una pintura de colores radiantes como el rojo, verde, amarillos, turquesas y varios mas, en la esquina contraria una maceta de rosas blancas y sobre la chimenea un cubo mágico, una roca de sal y una caja musical en forma de calecita.

Finalmente, ahí, a su lado se encuentra un chico de sonrisa geométrica, brillantemente blanca, vistiendo colores llamativos, el mismo que se atreve romper con su monocromía depositando un gorro de lana rojo.

Perfecto.


Porque su mundo monocromo, lleno de reglas, tan exacto y tan pulcro sólo era perfecto si en el estaba aquel ser lleno de colores brillantes, sonrisas, tropiezos, y ojos tan deslumbrantes que parecían albergar cada una de las estrellas en sí.

Porque para Min YoonGi, Kim TaeHyung es el color que necesita en su vida.

Color. YG+TH : YTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora