My destiny. My world

Capítulo 4

Cuando Tsunayomi, que se había caído al chocar, levantó la mirada vio a un chico rubio de ojos verde que la miraba desde arriba mientras le tendía una mano.

—Lo siento, no mire por donde iba. ¿Estás bien? —preguntó preocupado el chico mientras ayudaba a levantarse a Tsunayomi.

—S-si estoy bien —murmuró un poco nerviosa— yo tampoco me fijé.

—Mi nombre es Adrien Agreste —se presentó el chico.

—Tsunayomi Sawada, un placer —dijo utilizando el apellido de su padre para que así no la asociaran con la mafia y los Vongola.

— ¿Eres nueva aquí? Digo ya que nunca te e visto por aquí y eso —preguntó nervioso.

—Si, me mudé hace unos días —sonrió mientras echaba un vistazo a su reloj — lo siento tengo que irme, sino llegaré tarde.

— Adiós — Se despidió el chico con la mano mientras Tsunayomi se dirigía hacia el despacho del director, después de pedir indicaciones claro está, para saber a qué aula debería ir.

Más tarde el director la llevó a su salón, cual fue su sorpresa al ver a cierto rubio en su aula.

— "Al menos ya conozco a alguien aquí" — pensó alegre.
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Durante la semana todo fue tranquilo Tsunayomi a escondidas de todos practicaba sus poderes y se acercó más a los compañeros de clase.

Con quien mejor se llevaba era Adrien la primera persona que conoció.
Aunque eso no le hacía gracia a dos chicas: Cloe y Marinette... Dos fangirls de Adrien.
Aunque una parecía más bien una acosadora. Al igual que había conocido a Lila una chica falsa, mentirosa y manipuladora.

También había visto en acción a Ladybug y Chat Noir, al igual que los demás héroes Queen Bee, Rena Roja y Caparazón.

Al igual que los ataques de Lepidoptero (N.A: en mi país así lo llaman) quien se aprovecha de los sentimientos negativos para akumatizar a las personas.
Y por desgracia, podía ver que los akumatizados se hacían más fuertes cada vez.

Tsunayomi estaba indecisa en si hacer su aparición o no. Quería ayudar, pero su intuición le decía que aún no era tiempo de mostrarse al público y antes los demás héroes. Sólo sabía que cuando el momento llegará ella lo sabría