Destinos Cruzados La realidad supera la ficción

Tres

                      Encuentro
Jaison

Llegar al aeropuerto de Los Ángeles es una especie de deja vu. He pisado este lugar más veces de las que puedo recordar. El clima es tal y como lo recuerdo ¡Sí que me hacía falta! En Londres muy rara vez tenemos climas como éste. Es una ciudad increíble que sin duda me ha dado tanto, tengo muchas amistades viviendo aquí y debo aprovechar este viaje para encontrarme con ellos. Lo primero que tengo que hacer es hospedarme, descansar porque fue un vuelo largo y prepararme mentalmente para lo que me espera mañana.
Esta cama es muy cómoda, tenía meses sin quedarme solo en un sitio; a veces hacen falta estos espacios para tener tu propia privacidad y meditar. Tener a mi esposa todo el tiempo a mi lado suele volverse un poco abrumador, sé que por ser mi mujer debemos dormir juntos, pero últimamente con su embarazo ya muy avanzado se ha convertido en una molestia el permanecer en la misma cama.
Dulce María se mueve mucho, Alice lo hace también, empiezan sus múltiples quejas, dolores, discusiones. Necesito tener mucha paciencia, está embarazada y pronto dará a luz; por tanto, tengo que ser un buen hombre para ella, sólo espero que sus estados de ánimo cambien cuando nuestra hija llegue al mundo. ¡Cuando las cosas son ciertas! Observo mi celular que empieza a sonar con el nombre de Alice en la pantalla.
— ¿Jaison cómo llegaste? Si no te llamo, tú no lo haces —dice con molestia.
—Alice ¡cálmate! Pensé que podías estar durmiendo, créeme en cuanto llegué pensaba llamarte.
—Sí Jaison, pero no lo hiciste. ¿Qué haces? ¿Dónde estás? —Pregunta impaciente.
—Estoy en la habitación, descansando, fue un viaje largo. Sabes muy bien que vine por trabajo y mañana me espera un día movido. ¿Tú cómo te sientes?
—Estoy bien, un poco agotada. Fui con mamá a ver unas cosas para la bebé, ya sabes que caminar por un largo rato y con el peso de la niña hace que me duelan los pies, los tengo hinchados, pero nada que no se pueda resolver con un descanso.
—Bueno descansa, no tienes por qué estar tanto tiempo de pie. Cuídate y cuida de nuestra hija, ya dentro de poco saldrá de su refugio —le digo para tranquilizarla.
—Eso haré cariño. Te dejo para que descanses y me mantienes al tanto. Adiós.
Alice quería venir conmigo, pero simplemente no quise que viajara, es un viaje largo y en su estado puede ser peligroso; además no pensaba exponerlas a que algo malo sucediera. Estar solo en este lugar me va a mantener enfocado y más tranquilo. Si ella hubiera venido no iba a poder manejar las cosas de la misma manera, no necesito estrés, ni tensiones extras en este momento, ya tengo el suficiente estrés con el hecho de que debo dar todo de mí mañana para que este papel sea mío.
He hecho una búsqueda exhaustiva en google sobre mi compañera de reparto “Darla James”. Ella es la seleccionada para interpretar el rol de Alexa Watson, es una chica joven, tiene el típico cuerpo de una súper modelo. Bueno sabía de ella porque también ha trabajado como modelo para diferentes marcas y debido a que es la hija de actores muy famosos como Dominick James y Melissa Gil, pero no me había detenido a detallarla a fondo. Espero que por ser la típica hija de mami y papi no sea una chica egocéntrica, antipática y complicada.
Definitivamente grabar con personas así es muy jodido.
Veo cantidad de sus fotos, una más bonita que la otra. Ha hecho otras películas, sin duda tiene unas jodidas piernas del carajo, su boca, sus ojos, su piel. Siento un escalofrío que recorre mi espina dorsal y esto hace revivir mis más recientes sueños, los que últimamente he tenido con una mujer de piernas largas, unas piernas de muerte como estás sin duda son difíciles de olvidar y su piel tan blanca, suave e irreal. Esto es tan extraño, nunca pude verle el rostro, pero al ver sus labios tan llenos y sus ojos azules hacen que muchas cosas dentro de mí se conecten, que las piezas empiecen a encajar.
Espero que esto se trate de los nervios de la audición, es ridículo que unas simples fotos me provoquen sensaciones. Simplemente lo menos que necesito en este momento de mi vida es permitirme sentir cosas por alguien más. —Esto es trabajo Jaison —pienso. —Es únicamente trabajo, y el trabajo jamás se debe mezclar con tu vida personal —me lo repito para que termine de quedarme claro.
Me decido por aplazar la búsqueda, es mejor dejar que las cosas se den mañana como se tengan que dar, ya las cartas están echadas, aquí no hay vuelta atrás. —Si estás en este lugar y te seleccionaron es por algo Jaison, Dios te da lo que mereces, esto debe ser para mí —pienso.
Apago la luz de la mesa de noche, pongo la alarma muy temprano ¡Y a dormir se ha dicho!

Estoy frente al estudio, mi corazón se acelera, es normal que esté nervioso, estoy a punto de hacer una audición, no es como si estuviera en el supermercado
precisamente. Ensayé una y otra vez mi escena, no creo que esto vaya a ser algo más allá de lo que ya he hecho antes. Claro que éste será el protagónico de mi vida, así que requiere mucho más de mi experiencia.
Al entrar distingo a unas personas sentadas cerca del escenario, conversan y ríen entre ellos, veo que se la llevan bien. Distingo a la Directora Samantha Jenner; por supuesto, ya sabía de ella, esto que sea una mujer la que dirige la película me deja más tranquilo, suelen ser más dóciles que los hombres.
Por otra parte, distingo a varios caballeros que harán parte de la audición, esto es serio, veo que tengo competencia. Meto mis manos en los bolsillos de mi pantalón, espero que empiecen a dirigirse a nosotros, observo el suelo, miro a algunos de los chicos que ríen entre ellos, vuelvo a observar el suelo, cuando por fin una voz gruesa me saca de mi nerviosismo. ¡Prepárense chicos!
Veo aproximarse al escenario a una mujer, empiezo a verla de abajo hacia arriba ¡OH NO! De nuevo esas largas piernas, me centro en su escote y sin duda tiene un par de tetas encantadoras, despejo mi vista de esa zona porque lo que menos quiero es excitarme en un momento como este. Al ver su rostro, es cuando me siento extraño, verla en fotos es una cosa, pero verla en persona es el
jodido cielo, no sabría como describirlo. Tiene una cara angelical que volvería loco a cualquiera, es la auténtica Alexa Watson, ya veo porque la escogieron, al leer los libros sin duda imaginas una mujer como ella.
En el transcurso de mi vida he visto ojos bonitos pero estos ojos que tengo al frente de mí son como sacados de una revista, tiene una mirada que te atrapa enseguida, al verla por fotos pensé que podrían ser fotos arregladas, pero en absoluto, son hipnotizantes, maravillosos, te atraen, te llaman, no puedes dejar de verlos.
—Cálmate Jaison, esto es estúpido, estás en tu audición, no en un concurso de caras bonitas —me reprendo para poder enfocarme en mi verdadero propósito.
Respiro profundo, trato de relajarme, veo que ella es muy habladora, se la lleva bien con todos y desde que entró no ha dejado de sonreír y hacer reír a los demás, sin duda es encantadora, lo cual es bueno, ya que nos entenderemos mucho mejor si me quedo con el papel.
Por desgracia soy el último en audicionar, ya han pasado algunos y por lo visto no se deciden por ninguno, eso me da más esperanzas. Veo que Darla ya está agotada, se está dando por vencida, por lo visto encontrar al perfecto Chris Brown no es una tarea sencilla. Debe sentirse impotente al no saber quién será su coprotagonista.
Una voz de mujer aísla mis pensamientos, es Samantha Jenner. —Sr. Donell diríjase al escenario, es su turno. Como ya ve no hay más opciones, así que demuéstrenos de que está hecho.
Asiento para afirmarle que lo haré lo mejor que pueda, que daré todo de mí. Voy camino hacia ella. Sí, hacia la chica de piernas largas, figura esbelta,
ojos delirantes, piel maravillosa y olor indescriptible. ¡Qué me condenen!
—Mucho gusto Jaison. Soy Darla James. Un placer conocerte —se
presenta con su dulce voz joven.
Le extiendo la mano y nos tocamos, ambos nos quedamos mirándonos fijamente por segundos, sin soltar nuestras manos. Mi corazón se acelera más de lo normal, siento que ella tiembla. Sí, sin duda su cuerpo se sacudió al sentir mi tacto. Como puedo le devuelvo el saludo.
—Mucho gusto Darla.
Esto parece una típica escena de película, cualquiera diría que ya estamos audicionando, seguimos mirándonos, sonriéndonos y nuestras manos aún siguen entrelazadas. Es muy extraño, esto me hace sentir vivo, sentir seguro, me siento tranquilo y en paz. Me siento en casa.