Seis

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           Simplemente Perfecto

Darla

— ¿Marcela estás segura que el vestido se me ve bien? ¿Si crees que me parezco a la chica que imaginaste al leer los libros?
—Darla te aseguro que si me imaginé a Alexa Watson como lo eres tú.
¡Hey! Pero si hasta la pregunta es necia, tú sabes también como yo que eres la auténtica Alexa, así que fuera inseguridades. Te amarán cariño.
—Gracias Marcela… créeme tus palabras me tranquilizan ¡Y te doy 20 puntos! Me has dejado hermosa. Estás fotos son tan importantes, no puedo evitar
sentirme nerviosa —le digo y ella pone su mano en mi hombro para darme apoyo.
—Ve y arrasa como siempre lo haces. Mira que si fuera yo la que tuviera que tomarme fotos al lado de ese adonis estaría brincando de la alegría —me dice y ambas soltamos una carcajada.
—No ves lo suertuda que soy, me ha tocado grabar con el mismísimo Chris Brown, el deseo de tantas mujeres. Bueno aquí lo malo es que el hombre está casado, debo ir con pies de plomo.
—Sí es el único defecto que tiene, su estado civil, pero Darla a quien rayos engañamos, estamos en un siglo donde ya los estados civiles no cuentan —me dice con un tono de picardía.
—Marcela ¡Pero qué cosas dices! Casado no es igual que disponible. Tiene un enorme letrero en su frente que dice “soy de otra” bueno en su frente no, pero si en su dedo anular.
—Darla ¿Dónde? Yo no veo nada —la muy malvada se burla de mí, y no puedo evitar reírme de su comentario.
Sé que hoy en día los hombres se prestan para todo sean o no casados, pero esto es como decir “el hombre propone y la mujer dispone”. Ellos dan el primer
paso y la mujer decide si acepta o se aleja. Este no creo que sea el caso, Jaison es un hombre maduro y centrado, en ocasiones muy serio. Dudo que quiera meterse entre la espada y la pared, lo veo más como un hombre que evita los problemas.
Definitivo, yo debería ser igual que él, pero su masculinidad no me es tan indiferente, el hombre me enciende y no puedo evitarlo. ¡Dios Darla! Te pasas de ligera, tú tienes novio. Bueno, pero casada no estoy —pienso… luego me dedico un beso por mi respuesta acertada.
Voy camino hacia el hombre de traje perfecto y apariencia impecable, desde la cabeza a los pies luce extraordinario. Sí, esa es la palabra que ahora mismo lo define “extraordinario”. Me dirijo hacia él un poco insegura, más bien un tanto nerviosa, no lo puedo evitar el hombre hace que todo en mí se estremezca. ¡Vaya! No es mi culpa la forma en que lo estoy mirando, es su culpa por ser simplemente perfecto. ÉL también me observa muy fijamente, al parecer hoy más que nunca le di la impresión que tanto esperaba, ver a la verdadera Alexa Watson en todo su potencial. Volteo a ver a Samantha que me distrae con una muy obvia tos, bueno tenía que hacer algo para sacarnos de nuestra ensoñación.
Darla te ves fabulosa, sin duda eres mi Alexa, he elegido a la indicada para desempeñar este papel —me dice Samantha con entusiasmo, luego me da un fuerte abrazo.

Sí, eso me han dicho. Qué bueno que me acerco al personaje, eso me hace sentir más segura y más enfocada en interpretarla.
—Así es Darla… bueno chicos los quiero ver posando, interactuando, necesito que estás fotos sean perfectas.
Ella me hace señas con la mano para que me acerque más a Jaison.
Él me extiende su mano para tomar la mía y enseguida la entrelaza con la de él. Mi espalda se eriza y trato de soltarme, pero él me lo impide, nos observamos y me está sonriendo, sin duda sabe que no me es indiferente, aun así le devuelvo la sonrisa. Es nuestro momento de complicidad, ya que nadie capta lo que él y yo sí, bueno eso creo.
Sé que apenas nos conocemos como para decir que algo está pasando y lo realmente extraño es eso; apenas nos conocemos y algo fuerte nos atrae.
Espero esto se trate de una especie de amistad muy fuerte y no de otra cosa porque ahí sí tendría que ponerme alerta.
Mi vestido gris es hermoso, me veo tan inocente, tan joven, pero a la misma vez sexy, saber esto me hace sentir segura, desinhibida, espontánea.
—Te ves hermosa Darla, es un lindo vestido —me dice Jaison con esa inconfundible voz que hace que se me aflojen las piernas.
—Gracias Jaison o mejor dicho “Chris Brown”. Tú sí que sabes cómo lucir un traje —bromeo con él y le guiño.
—Así es… digamos que Alexa y Chris están muy listos para salir al mundo —me sonríe, y esa boca, esa mirada y su olor van a terminar porque yo deje un charco en el suelo.
—Por favor miren a la cámara, siéntanse en la libertad de jugar con ella —nos indica nuestro fotógrafo.
Samantha enseguida nos orienta para hacer las tomas precisas.
Jaison me toma de la cintura para acercarme más a él, estamos tan cerca que puedo sentir todos sus músculos contra mi cuerpo. Lleva su mano izquierda a mi espalda con firmeza y con la otra mano me toma fuerte de la muñeca, esto es muy parecido al Chris Brown de su personaje, tan salvaje, tan dominante. Lo observo fijamente, él ve hacia la cámara, pero yo sigo observando su rostro, es tan atractivo que me provoca besar toda su fascinante cara. El hecho de pensar que estamos trabajando y con personas a nuestro alrededor es lo que me impide que cometa la mayor estupidez de mi vida.
Siento que sus dedos que están presionando mi espalda se mueven y esto me distrae, dejo de verlo, pero el baja su rostro hacia mí, está serio, yo también me pongo seria, no puedo evitar jugar con mis labios, suelo hacerlo cuando me siento nerviosa.
De repente el ambiente cambia de un momento a otro, pero aun así seguimos con la sesión. Continuamos observando la cámara, seguimos siendo Alexa y Chris. La burbuja que nos mantenía encerrados al parecer se pinchó. No sé qué pudo pasar para que Jaison cambiara su bella sonrisa por tanta seriedad.
Bueno debe ser que él si se concentra sólo en su trabajo, pero ¿Por qué jugó con sus dedos en mi espalda? ¿Acaso quería hacerme saber que estaba ahí conmigo?
—Bueno chicos esto es perfecto, vamos a ir escogiendo las más acertadas. Vengan a echarles un vistazo.
Enseguida nos dirigimos a ver si valió la pena el trabajo. Y sí, sin duda somos perfectos para este papel.
Nos vamos despidiendo de todos, agradecemos la buena atención y disposición para nuestra sesión, es lo menos que podemos hacer, de verdad las fotos quedaron mejor de lo que esperábamos.
Al salir veo a Jaison hablando por teléfono, se nota un poco estresado, la marca que se ve en su frente lo indica. Pensaba interrumpirlo para despedirme,
ahora es un amigo, es mi compañero de trabajo, está bien que me despida de él, pero esa llamada tiene grandes letras rojas que dice: “No Molestar”.
Me dispongo a subirme en el auto, abro la puerta y tomo asiento, bajo el vidrio para que el viento refresque mi rostro, luego escucho esa voz gruesa a la que ya empiezo a tomarle cariño. “Jaison Donell”.
—Darla, Darla… —grita dos veces mi nombre.
Volteo a verlo y como puedo saco mi mano para despedirme a la
distancia. Él me observa y luego toca su cabello. “Adiós amigo”.
Sigo observando el paisaje, es un bello día, debería sentirme tan feliz, tengo trabajo, hoy nos fue muy bien, todo salió como lo esperábamos, pero algo en mí no se siente bien, es como si me doliera el pecho y me faltara el aire, siento un vacío. Acéptalo Darla, ese hombre que apenas conoces por cosas del destino, se está metiendo en tu cabeza. Espero no llegue muy al fondo de mi corazón porque si no estaré perdida.

 Espero no llegue muy al fondo de mi corazón porque si no estaré perdida

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Destinos Cruzados La realidad supera la ficciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora