Capítulo 18

1.4K 72 34
                                    

~Capítulo 18~

No puede ser.

Abrí mis ojos ante el lugar que estaba justo frente mío, me había imaginado que me llevaría a los típicos restaurantes elegantes que se ven en las películas o que se leen en los libros. Pero no, erróneamente imaginé ese escenario.

Ante mi, se extendía un lago enorme en el cual se podía apreciar el reflejo de la luna y algún que otro árbol. Observé a los alrededores y no había absolutamente nada. Literalmente.

- Mmm ¿Ian?

- ¿Si?

- ¿Dónde estamos? - sonreí nerviosa, exactamente estábamos parados enfrente del lago y nada a los lados, solo se extendía valle y más valle.

Él se rio y me observó.

- Ya verás - me tomó de la mano y se acercó aún más a la orilla del lago, en ese momento se acercó un pequeño bote con un hombre dentro de él.

- Señor, ya todo está listo - dijo el hombre.

- Perfecto, ahora por favor Emy sube al bote.

- ¿Qué? - lo miré con curiosidad.

- Hazlo - sonrío, me encogí de hombros e hice caso.

Una vez dentro del bote lo suficientemente grande para los tres pero lo justo para no ser calificado como un yate. Era pequeño, cómodo y agradable.
Después de 5 minutos de recorrido, llegamos a otra orilla, pero está ya estaba más iluminada y en toda la mitad del lugar se encontraba una cabaña.

Nos bajamos del bote no sin antes de agradecerle al hombre, caminamos hasta acercarnos más hacia la cabaña y pude apreciar que aquel lugar de pequeño no tenía nada. Era más como estilo chalet supongo que la palabra cabaña no le da la talla.

Mi curiosidad aumentó cuando Ian saco unas llaves de su bolsillo.

- ¿Ian, dónde estamos?

- Emily, este lugar es especial para mi y quería compartirlo contigo - abrió la puerta - no quería que fuéramos a un restaurante donde hay personas que hacen ruido al comer o al hablar. Quería que fuera más personal nuestra... salida.

De verdad no lo podía creer, era como un anciano en el cuerpo de un hombre joven. Pero tenía toda la razón al respecto.

Una vez entramos a la cabaña-chalet pude apreciar que si por fuera era linda por dentro no podía definirlo en una sola palabra. La decoración era como un estilo moderno pero que no desencajaba con el diseño, todo estaba perfectamente calculado para que hasta los simples detalles no se escaparan del ojo de las personas.

- Esto es hermoso - dije anonada - Gracias por compartirlo conmigo, Ian.

Él me dirigió a lo que supuse yo que era la sala, en donde se encontraba una mesa con velas, vino y cubiertos perfectamente ubicados. Al lado se encontraba Rosa, la "nana" de los hermanos Lehner sonriéndome. Esto es mucho mejor que las películas.

- Por favor toma asiento - corrió la silla para mi, y yo que pensaba que la caballerosidad estaba en vía de extinción. Le agradecí y él tomó asiento justo enfrente mío.

- Hola Rosa - la saludé y ella me sonrió.

- La comida esta lista - anunció Rosa, desapareciendo detrás de una puerta que supongo yo es la cocina.

Se forma un silencio un tanto incómodo pero luego me relajo al saber que estamos como en una especie de "primera cita" y se supone que la mayoría son incómodas, puesto que el nivel de confianza aún no es el suficiente. Sin embargo, intentó no parecer nerviosa aunque siento como me tiemblan las piernas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 10, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi perdición eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora