Wounds.

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– Me gustas Lalisa…me gustas mucho… – dijo aquel chico que caminaba junto a mí –

La noche empezó a cubrir aquella escena que transmitía los más puros sentimientos de dos jóvenes, donde las estrellas brillan más que nunca, donde una palabra y un sonrojo eran más que suficientes.

– Tae… – bajé la mirada y sentí el sonrojo de mis mejillas – no sé qué decir…

Mi corazón decía que sí…

Pero al mismo tiempo no quería ser lastimada por las palabras de otro chico.

Cuatro meses pasaron desde aquel último recuerdo hermoso que tuve con él.

Kim Taehyung.

Aquel chico, de mirada intensa, talla alta, cabellos marrones, y una sonrisa cuadrada que podía dar felicidad hasta el más triste.

Pero ahora ni su sonrisa podría hacerme feliz.

Mi respuesta quedó en el olvido, mi alma no estaba contenta, todo mi yo se fue al maldito infierno solo porque no tuve la oportunidad de responderle a esas palabras suyas que me decían a gritos…

¿Quieres ser mi novia?

Sí…lo sé, aun mi corazón no sanaba desde que había terminado algo que nunca existió, algo que realmente quería pero que nunca tuvo la oportunidad de ser algo. Ahora todo empeoró desde que Taehyung se alejó de mi vida.

Lo único que podía consolarme era una pequeña cuchilla escondida en mi escritorio.

– ¿Sabes algo Lisa? – dijo él, en otra de nuestras tantas salidas – yo no puedo con esto, bueno contigo, o conmigo…no deberíamos seguir con esto…

Lo lamento Lisa, no fue mi intención llegar a tanto…

Podemos…ser amigos si quieres…

Ese odioso recuerdo nuevamente perturbando mis pensamientos, que me incita a tomar aquella arma filuda para pasarla entre mis brazos.

Desde hace ya unos tres meses había comenzado con ello, desde un simple lápiz escribiendo su nombre en mi mano hasta que lo dejara completamente rojo; el dolor de la punta del lápiz presionándome la piel era una forma de descargar mi ira, mi tristeza.

Descargaba mi arrepentimiento.

Mis amigos me invitaban a salir, pero los rechazaba; quería quedarme en casa y no salir nunca de ahí. Y eso no me era suficiente, no…quería más.

Y fue que encontré en la caja de herramientas una cuchilla sin usar, la cual cuido con mi vida, para que pueda arrebatarme la mía.

Mejor dicho, arrebatarme la vida que ya no tengo.

Las clases en la universidad eran un tormento para mí, compartir las clases con él era lo peor que podía pasarme.

Cuando yo creí como una estúpida que no era así.

La herida que de por sí ya llevaba hace año y medio volvió a abrirse, tanto que ya no tendría la forma de repararse de nuevo.

– Solo un poco más… – veía la sangre salir de mis brazos – ah…maldición…

Era el dolor físico por encima del emocional, heridas en la piel como en el alma, eso era en lo que yo, Lalisa Manoban, me he transformado.

Una chica con el alma herida y los brazos con cicatrices.

Wounds ~ TaeLice ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora