↪Sinopsis

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—Jeon Heesok, quieta —dijo el fotógrafo con voz firme.

La mencionada bufó. 2 horas en una sesión de fotos, estaba cansada. Su padre le había ofrecido de nuevo estar dentro de la revista Gucci, si, el era el jefe de la famosa marca.

Tenía 23 años, era joven, su padre no le había permitido trabajar ya que él tenía el suficiente dinero para mantenerla (siendo que ella había insistido).

Ah, su padre. Es un viejito de 44 años, su cabello gris es muy llamativo y su rostro atractivo; Hesook salió premiada, era una mujer bella al igual que su hermano Jungkook.
Aparte de guapo, el señor Jeon era sobre protector con su niñita, llegando al punto de contratarle un guardaespaldas. La chica insistió en que podía defenderse de los fans y paparazis que la perseguían —todo gracias a la revista—, pero nada logró.

«No lo soporto» moduló con sus labios al guardaespaldas; Taehyung. Este entendió con un asentimiento de cabeza.

—Oh... —dijo con voz dura mirando el reloj de su muñeca. Si, su voz nunca cambiaba del tono profesional. Hee en ese momento deseo poder ver la expresión de su guardaespaldas, lamentablemente el de nuevo traía puestas sus gafas oscuras—, lamento decirle que la sesión tiene que terminar ya, la señorita Heesok va tarde a una reunión con su hermano.

La mencionada apretó los labios evitando sonreír y se encogió de hombros ante el fotógrafo, luego saltando de la plataforma y llegando a un lado de Taehyung.

—Es verdad, lamento esto —dijo haciendo una reverencia.

—No se preocupe señorita —masculló el fotógrafo dedicándole una mala mirada a Taehyung, antes de que Hee se enderezara nuevamente.

Solo se podían ve los rosados labios del guardaespaldas en una línea, junto con su mandíbula hexagonal. Su traje oscuro le quedaba algo ceñido al cuerpo, por lo que se notaban unos hombros anchos y una cintura y caderas algo delgadas. Sus piernas trabajadas y sus zapatos lustrados de un tono castaño oscuro.

El fotógrafo deseo también ver alguna expresión en el rostro del más alto.
Nada.

—Vámonos —dijo aún con el tono duro y empujando levemente a Heesok con su gran mano, apoyándola en su zona lumbar.

La chica se retorció por dentro. Esos pequeños tactos la hacían sentir una mujer normal, pero luego miraba donde se encontraba y caía nuevamente en la realidad.

No podía negar que de a poco estaba cayendo por el mayor —el cual tiene 10 años más que ella—, era atractivo... bueno, lo que ella había podido ver de él (sus labios, nariz, pómulos, cuello y clavícula). Si, era curiosa. Lo que más anhelaba ver de Taehyung eran sus ojos.

Para ella los ojos son lo más importante del cuerpo, son los que pueden transmitir sentimientos en una mirada, son con los que puedes observar tu alrededor, las bellezas de la vida. El color de estos es un misterio dependiendo de qué persona sea.

Para ella los ojos era lo más importante en todo su ser.

Pero lamentablemente Kim Taehyung, el guardaespaldas, nunca, pero NUNCA se sacaba las gafas oscuras. Estando dentro o fuera de un edificio, estando lloviendo o nevando, de cabeza, corriendo o saltando, nunca se sacaba las gafas.

Heesok como toda una curiosa, lo intentó nuevamente.

—¿Puedes sacarte las gafas? Estamos en un lugar muy oscuro —dijo algo impresionada ya que su mentira se había vuelto realidad; los pasillos de la agencia estaban medianamente oscuros.

Un silencio sepulcral se hizo presente. Hee suspiró, estaba acostumbrada a eso. Para Taehyung, el silencio decía más de mil palabras; dándole a entender a la menor, solo con los huecos sonidos de los zapatos de cuero tocando el piso: «no».

Pero ese día la curiosidad de la menor de los Jeon estaba a tope. Se prometió ese día hacer lo necesario para que se quite las gafas, a buenas o a malas...

A besos o a balas.



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Espero que disfruten de la lectura ^^. En la descripción pueden ver algunos detalles de la historia.

Annyeong!

    √ Sinon

Alex Adfer. Celín   

Solo... quítate las gafas [Kim Taehyung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora