Soy una artista amateur.
Una actriz joven recién egresada de la universidad de Kentucky.
Durante toda mi carrera estuve ahorrando y buscando departamentos en Hollywood porque, ahí es donde todo artista joven y sin experiencia quiere llegar. Ya sea Broadway, New York, L.A... Cualquier lugar que represente una meca para el estrellato.
Pues aquí estoy, en Los Ángeles, como toda una amateur buscado mi gran oportunidad, mi lanzamiento a la fama y gran descubrimiento. Pero mientras, trabajo medio turno en una cafetería de Sunset Strip. No es justamente lo que tenía en mente pero no me quejo.
Vivo sola, realmente nunca me importó puesto que la soledad me agrada, mis amigos de la universidad se fueron por caminos distintos, solo unos cuantos decidimos venir a Los Ángeles pero nuestros caminos se separaron. Yo me enfoqué en encontrar un departamento y encontré uno pequeño y acogedor en La Placita Olvera, en donde a menudo se llevan a cabo celebraciones mexicanas. Mi casera, la señora Sánchez, es de origen mexicano y es casi una anciana, tan amable y comprensiva como una abuela. A veces nos invitamos a beber una taza de té... o a veces algo un poco más fuerte.
Mi aventura comienza un martes 14 de mayo. Lo recuerdo bien porque ese día es mi cumpleaños.
Estaba trabajando mi horario matutino cuando me tocó atender la zona de Marie, mi compañera mesera que se ausentó por causas familiares. Como era costumbre, el cliente habitual de cada martes estaba sentado en la barra esperando que le llevaran su taza de café y su tarta de frutos rojos a las once de la mañana.
-Buenos días.- saludé entusiasmada mientras le servía el café.
-Buenos días Marie. Oh, lo siento. ¿Cómo te llamas, cariño?
-Me llamo Alexa y seré su mesera por hoy. ¿Desea ordenar?
-Sí, si querida, tráeme lo de siempre, gracias.- dijo mientras retomaba su lectura del periódico.
-¿Puedo ofrecerle la recomendación de la casa? Es un pastel realmente delicioso.
-Nunca he pedido otra cosa que no sea el pastel de frutos rojos. Me gustaría quedarme con esa opción.
-Ya, pero no se va a arrepentir.- dije sonriendo.- Es bueno probar nuevas cosas. Un nuevo peinado, una nueva ruta para ir al trabajo, un nuevo paso de baile... Un nuevo pastel.- realmente intentaba persuadirlo.- Mire, hagamos una cosa, si no le gusta el pastel va por mi cuenta.
El señor se había quedado boquiabierto en todo mi monólogo, hasta que soltó una sonora carcajada.
-¿Y de que es el pastel nuevo, por amor de Dios?- me preguntó observándome fijamente mientras doblaba su periódico y lo dejaba de lado.
-Es un biscocho de vainilla relleno de fresas frescas y cubierto de chocolate. Es realmente de-li-cio-so.- dije marcando con los dedos la última palabra.
-Oh, cielos. No soy muy admirador del chocolate.- dijo chasqueando la boca.
-Oh, no, no. Pero el chocolate no hace al pastel. Es realmente la combinación de sabores lo que lo hace tan irresistible.- dije alzando las cejas repetidas veces.
El tipo lo pensó por un rato. Y al final asintió.
-De acuerdo, cielo. Tráeme una rebanada de ese pastel que acabas de hornear.- Me quedé sorprendida ante su comentario. ¿Cómo demonios sabía que yo acababa de hacer ese pastel? Debió de ver reflejada la pregunta en mi cara por que empezó a reír sin parar.
-Vamos, no me veas así. Es obvio que tú lo hiciste. No paras de resaltar sus cualidades.-dijo mientras se limpiaba las lágrimas con la servilleta.
Me retiré del lugar un poco sorprendida, por un momento me pasó por la cabeza la loca idea de que estaba en un episodio de Sherlock. Entonces comencé a revisarme el uniforme en busca de manchas de harina, chocolate o fresas. Todo estaba en su sitio, no tenía ni una sola mancha.
"Hoy no es el día en que veas a Benedict Cumberbatch, lo siento" Comentó mi conciencia burlona.
Si, estaba secretamente enamorada de él. Era tan secreto que mi cuarto estaba decorado con fotografías suyas y todo aquel que entraba lo podía ver fácilmente. Era realmente aterrador.
Cuando el señor se hubo terminado el pastel (no dejó ni un rastro el glotón aquel) me llamo con la cuenta.
-Señorita, debo decirle que es el mejor pastel de chocolate que he probado hasta ahora. Considérese halagada al saber que se ha convertido en mi favorito.- dijo dejando 50 dólares en la mesa.- Quédate con el cambio.- y salió del local.
Tomé sonriente el billete y me pude dar cuenta de que venía acompañado con una nota en una servilleta. Un número, un nombre y una dirección. Pero el nombre fue lo que más me llamó la atención. Era nada más ni nada menos que Anthony Reynolds, el mejor caza talentos de Hollywood.
¡Madre santa! Y ahora me había dado su número y su dirección para que yo vaya a... ¿A qué? Me llené de pavor, ¿Acaso quería que yo fuera hasta su casa y...? ¿Así es como ascendían en Hollywood, teniendo sexo con representantes? Me estremecí solo de pensarlo, el tipo era muy viejo, calvo y tenía panza.
Suspiré algo decepcionada mientras me guardaba la servilleta en el delantal. Obviamente jamás caería en algo tan bajo como aquello. Recogí la mesa y tomé el periódico que el Sr. Reynolds había olvidado. Le di una ojeada rápida y me llamó la atención un anuncio que estaba circulado en rojo. Era para una audición que se llevaría a cabo ese día en el número 17 del boulevard de Los ángeles. Era exactamente la misma dirección que estaba en la servilleta. La tomé de nuevo y me fijé en una notita que había pasado desapercibida la primera vez que la vi.
"Ya tienes una pierna dentro"
En ese momento olvidé todo lo que había pensado mal sobre aquel hombre y empecé a dar saltitos mientras aplaudía emocionadísima. Era para una audición... Seguramente el estaría ahí como parte del jurado y lo mejor de todo es que.... Ya tenía una pierna dentro.
-¿Qué sucede?- interrumpió mi amiga Mel, la había conocido desde que había entrado en la cafetería y ahora éramos inseparables.
-Mira,- le mostré la nota.-Es para una audición. ¿No es increíble?- volví a dar saltitos.
-¡Alex es increíble!- me abrazó y me acompaño dando saltitos.-Cuando seas muy, muy famosa por favor acuérdate de mí.- dijo sonriendo
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No happy endings for me? (Tom Hiddleston/ Benedict Cumberbatch Fan Fic)
FanfictionReportera POV -¿Y ahora? No estas con ninguno de los dos, ¿existe alguien más?- pregunto ansiosa de saber. -Sólo hay uno.- dice mirándome con sus enormes y hermosos ojos marrones.- Y lo amo de verdad con todo el corazón.-En ese momento extiende los...