Escape imperfecto

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Nos pusimos a buscar el destornillador que la gente dice que usan los demás para escaparse por el ducto, muy estadounidense todo.
Mientras buscaba bajo las mesas, Amy me abrazó de la nada.
Un abrazo cálido, perfecto, que te quitaba todas las preocupaciones de la cabeza. Jamás olvidaré este abrazo.
Sin decir una palabra, se separó y continuó buscando. Esa niña es simplemente amor puro.

Dylan: Crystal, ¿encontraste algo?
Crystal: Nada, realmente comienza a parecerme más un simple rumor.
Dylan: Pues a este paso vamos a volvernos polvo buscando.
Crystal: Debí haber traído mi navaja suiza.
Amy: Debí haber comido algo, tengo hambre.

¿Por qué algo me dice que Amy siempre tiene hambre?

Dylan: ¿Tienes una navaja suiza? Creo que voy a empezar a venir con escudo a clases.
Crystal: Calma, ni que te fuera a cortar el pene, muchacho.
Dylan: Elhechodequesiquierasetehayaocurridomedamiedo.
Crystal: Tú das miedo.

Pude notar cómo Crystal ya no estaba tan desinteresada de la situación, parecía estarse divirtiendo.
La verdad, tiene una sonrisa muy bonita.

Amy: ¡Lo encontré!

La pelirroja y yo hablamos al unísono.

Crystal y Dylan: ¡¿Enserio?!
Amy: Pues claro.

Me lanzó el destornillador y lo atrapé. Me paré sobre una mesa y acerqué el destornillador. Justo cuando iba a empezar, el timbre sonó.

Dylan: ¡TIENE QUE SER UNA BROMA!
Crystal: No mames, tu vida es un asco.
Dylan: Vámonos de una vez.

Salimos y estuvimos hablando un poco, simplemente pensando y reflexionando.

Crystal: Al final... Te llamas Dylan, ¿no?
Dylan: Que sí.
Crystal: Pues muy bien, soy Crystal Grayson.

Me ofreció un apretón de manos el cual correspondí.

Dylan: Dylan Cuello.

Olvidemos que me decían Green desde ahora, porque... Nadie lo hacía salvo un par de personas. Desde ahora seré Dylan.
Crystal tuvo que irse, por lo que me quedé a solas con Amy.

Dylan: Así que... ¿Te sientes mejor?
Amy: ¡Sí!
Dylan: Me alegra eso, no me gustó verte mal.
Amy: ¡Gracias!
Dylan: Gracias a ti. Creo que hice una amiga nueva y... No sólo hablo de Crystal.
Amy: ¡Awww!

Me volvió a abrazar, con tanto cariño como la vez anterior. Correspondí.

Dylan: Je...
Amy: Descuida. No nos conocemos mucho, pero... Recuerda estas palabras: Cuando tengas frío, siempre seré tu campera.
Dylan: ... ¡Lo mismo digo!
Amy: ¡Ma alegra saberlo!
Dylan: Bueno... Si no nos apresuramos, llegaremos tarde a casa. Cuídate, te veo mañana.
Amy: ¡Adiós!

Tomé mi mochila y me marché, fui caminando y caminando.
Nada interesante, nada interesante.
Mejor dejo de repetir la misma frase dos veces.
Pasé frente al parque sin siquiera mirarlo, pero... Algo... Me llamó. Literalmente.

*ring* *ring*

Dylan: ¿Uh? Mi teléfono.

Contesté sin más, seguramente fuera mamá o algo.

Dylan: ¿Hola?

Mientras atendía el teléfono, miré hacia el parque y vi a esa chica de antes, la del arbusto, con un teléfono en mano pegado al oído. ¿Cómo demonios tiene mi número...?

???: ¿Aún no me reconoces?
Dylan: ¡M-Mu...!

No me jodas... N-No me lo esperaba.

Que el evento ANL comience.

Dylan: Muk...

Ella se abalanzó sobre mí y me abrazó. Estaba impactado, pero no iba a rechazar tal muestra de afecto.

Dylan: Eres tú... ¡Eres tú!
Muk: ¿Tan difícil fue reconocerme?

Intenté calmarme y asimilar que mi mejor amiga, la chica que tuve que dejar allá en el anterior lugar en el que vivía, estaba aquí.

Muk: ¿Enserio no me reconociste, menso?
Dylan: B-Bueno, ¡estabas usando capucha y eso!

Ambos nos reímos con eso.
Uff... Silvermuk, la chica que ni siquiera ahora, que llevaba meses sin verla, dejó de gustarme.

Dylan: ¿Qué haces aquí? ¿Vienes de visita o algo así?
Muk: Creo que eso es bastante obvio, viejo amigo. Te extrañaba.
Dylan: Yo también te extrañaba.

Le sonreí con cariño. Estábamos sentados ahora, éramos como los niños de hace años. Hablando tonterías y divirtiéndonos. Estuvimos así un rato.

Dylan: Entonces... ¿Cuánto tiempo estarás aquí?
Muk: Mañana durante todo el día, ya luego volveré a casa.
Dylan: ¿Tienes dónde quedarte?

Pregunta estúpida, puesto que cualquier ser humano con sentido común piensa eso antes de salir de la ciuda--

Muk: ¡No lo puedo creer, lo olvidamos!

Excepto que Muk nunca tuvo sentido común.

Dylan: ... ._.
Muk: ¡Mis padres y yo ni siquiera lo consideramos, lo olvidé por completo y ni siquiera he dormido en dos días desde que vine a esta ciudad!

Ahora que lo pienso, tenía unas ojeras serias.

Dylan: Oye, oye, calma. Puedes quedarte en casa el tiempo que necesites.
Muk: ¿Lo dices enserio?
Dylan: ¡Claro que sí! Ya es una locura que pasaras sola durante la maldita media noche. Dos veces.
Muk: ¡Gracias!

Y así, Muk y yo fuimos a casa, mamá, Gerard y el perro la recibieron de brazos abiertos.
Ella y yo pusimos su cama para pasar la noche y la dejamos lo más prolija posible.
Ahora tocaba gastar los últimos momentos de la noche.
Estábamos sentados en mi cama, cuando nos pusimos a hablar.

Dylan: ¿Cómo están los demás?
Muk: Val ha estado algo extraña, ha faltado los dos días de clases, según tengo entendido. Igual que yo, pero aparentemente sin motivos.
Dylan: Vaya... Me pregunto qué tendrá...
Muk: Y los demás están como siempre, te extrañan, pero viven su vida.
Dylan: Entonces... ¿Por qué no estás con ellos ahora?
Muk: ¿Mh?
Dylan: Supongo que necesitas vivir tu vida también, no quiero arrebatarte eso.

Muk soltó una risa y me miró.

Muk: Dylan. Tú eres mi vida.

Un silencio llenó toda la habitación, entendía perfectamente en qué sentido lo decía. Aún así, ella lo explicó.

Muk: Por supuesto que no lo digo como una típica basura romántica, sabes bien que no siento eso por ti. Pero si hay alguien, una persona que estuvo conmigo desde el día que llegué a aquella primaria, fue el chico que me invitó una cocoa calientes con el dinero que tenía el primer día que llegué.
Dylan: ... ¿Realmente significó tanto?
Muk: Claro que sí, tonto. Veo que sigues sin quitarte esa campera, deberías no dormir con cosas tan gruesas, ¿no crees?
Dylan: Supongo.

No tengo pijama. A diferencia de ella, que siempre se pone una especie de camisa con un oso en el pecho y un short algo corto. Estoy tan acostumbrado a verla así por pijamadas antiguas que ni siquiera puedo mirarla de forma lujuriosa como a otras personas.
Bostezó y comenzó a hablar de nuevo.

Muk: Como supondrás, estoy muerta de sueño por no haber dormido en dos días, así que buenas noches.
Dylan: Buenas noches, Muk.

Las luces se apagaron y me dormí sin más.

Another "Normal" LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora