Capítulo 1: Prejuicios

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Narradora:

El pelimorado comenzaba otro día más en su vida. La misma rutina, levantarse, tomar un baño, desayunar, e ir a la escuela, regresar, hacer tareas, y en su tiempo libre, tocar la guitarra o pasar tiempo con alguno de sus amigos. Podía parecer algo monótono y aburrido, pero al más bajo, le daba exactamente igual... ¡No eran cosas de su interés!. Tal parecía que la vida no le era tan interesante, aunque claro que no lo demostraba... ¡Él actuaba, incluso, a veces, con aires de superioridad!...

La diferencia en esta ocasión, es que estaban en vacaciones, así que no tendría que ir a la escuela. Tenía más tiempo libre para concentrarse en otras cosas de su interés, con tal de no aburrirse, o por lo menos, intentar no hacerlo. Necesitaba despejar su mente constantemente, o tratar de mantenerla entretenida o concentrada en algo, el mayor tiempo posible. Debido a esto, no era tan sociable, y era muy bueno a prestar atención y entender cosas complejas, haciéndolo uno de los alumnos más inteligentes de su clase. A pesar de su carácter, poseía buenos amigos, y aunque no lo dijera a menudo, los quería mucho a todos.

La mayoría de ellos, eran amigos de infancia, como lo era Bon. El pelimorado le tenía un especial afecto, aunque no lo demostrara a menudo, ya que había sido uno de los pocos que lo soportaba cuando no estaba de muchos ánimos, además de que siempre lo protegía y lo aconsejaba cuando era necesario. Era su mejor amigo, pero aún así, no podía notarse la diferencia, o por lo menos, no a simple vista, ya que al pelimorado no le gustaban los sentimentalismos, por lo que a veces podía parecer algo frío, pero no lo era en realidad... ¡Si se sabía como tratarlo, podía llegar a entendérsele mejor, aunque a veces, fuera un chico muy impredecible!...

Bonnie podía ser un chico muy retirado, en especial, con los varones, ya que no le gustaba el contacto físico innecesario con ellos... ¡El ver a dos varones abrazándose muy cariñosamente, le parecía un acto sumamente repulsivo!... ¡No toleraba ningún comportamiento anormal o rarito!...

El pelimorado bajó a la sala, donde su hermana, un año mayor que él, le esperaba con el desayuno ya puesto en la mesa...

-Buenos días, Milly- Saludó, fijando su vista en la comida.

-Buenos días, hermano- Le devolvió el saludo, alegremente.

Ambos hermanos se llevaban muy bien entre sí, y aunque no fueran muy parecidos físicamente, sí tenían muchas similitudes entre ellos, tanto físicas como también de personalidad. Ambos se parecían a sus padres, los cuales ya habían fallecido tras un accidente automovilístico. Milly se parecía mucho a su padre, y Bonnie se parecía más a su madre, sólo intercambiando el color de ojos: Rojos y Azules con bordeado celeste. Tras la muerte de Bennie y Mery; Milly se hizo cargo de su hermano menor, al cual siempre ha tratado de proteger ante todo. Ella siempre puso en primer lugar, los intereses de su hermano, antes que los de ella, y eso era algo que él siempre agradecía...

Milly había hecho una promesa a su madre, de que siempre cuidaría de su hermano menor, para que cuando éste creciera, él cuidara de ella... Y hasta la fecha, ella mantenía esa promesa. Era por esa razón, que eran muy unidos y se defendían mutuamente.

Después de desayunar, la peliazul se dirigió a la cocina y sacó una caja blanca...

-Hermano, ¿Tienes algo que hacer hoy?- Preguntó.

-Sí, de hecho, voy a ver a Bon. Dijo que tenía que decirme algo importante...- Respondió, dejando los platos sucios en el lavaplatos.

-Ah, vas a verlo...- La chica sonrió casi de manera involuntaria- Es que quería pedirte que, por favor, le llevaras esto. Son las galletas que siempre preparo para él y su hermana. Iba a llevárselas yo, pero no voy a poder... Tengo reunión con los chicos y... ¡Pues, quería pedirte el favor!. Pero ya que vas a ir con él, aprovecho y se las das...- Extendió la caja blanca.

¡Homofóbico!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora