Érase una vez dos amigos, Martín y Luis, que desde pequeños les gustaba estar compitiendo; pero la gran mayoría de las veces ellos quedaban empatados en todas estas competiciones que hacían.
Un día, en el colegio hubo una selección de estudiantes, los cuales representarían al colegio en un torneo de atletismo; cómo siempre los dos amigos entraron en esta selección para poder competir, cuándo presentaron las pruebas que se dividían en dos fases, Martín le gano a Luis en la primera fase, pero Luis le gano a Martín en la segunda; los dos amigos creían que estaban empatados.
Cuando los entrenadores que los habían evaluado les dijeron que eran los mejores del colegio, ellos no estaban sorprendidos, hasta que el entrenador dijo: Martín es mejor que Luis, él se puso a pensar, pero no entendía porque Martín era mejor que el si el había ganado una fase también, el entrenador explico que Martín era mejor que Luis en la categoría de los 100 metros; ya que él lograba llegar a la meta más rápido ya que Luis tenía un buen arranqué y así podía llegar a la meta más rápido que Luis. En cambio, a Luis se le dificultaba la categoría de cien metros, pero se le facilitaba la categoría de 300 metros, aunque su arranqué no era el mejor, al transcurrir los metros se movía más rápido y aumentaba su velocidad. Los dos amigos se dieron de cuenta que ya no iban a quedar empatados nunca más, al transcurrir los años se convirtieron en los mejores atletas en cada una de sus modalidades.