Cuando me desperté, ya había anochecido. Abrí mis ojos y me encontré con los ojos de Butler. Me miraba con tristeza, como si deseara tanto decirme algo pero simplemente no pudiera.
-¿Qué pasa?- Pregunté al fin. Él cerró los ojos, puso su cabeza en mi pecho y comenzó a llorar.
-Hace dos años... yo estaba metido en las carreras ilegales. Tomé muchas malas decisiones, muchas Clea. Me metí con las drogas, el alcohol. Y, aunque sufrí como la mierda, no tenía una infancia de mierda como la tuya. Mi vida era lo que se podría decir alegre. Tenía una familia linda y unida que se amaba sin más. Pero solo fui muy idiota y me metí en todas esas cosas. Mi familia sufrió mucho por eso y mi papá enloqueció cuando se enteró. Él y yo discutíamos todo el tiempo, ¿sabes? Yo decidí irme de mi casa, lo abandoné, y no me di cuenta de lo estúpido que fui, hasta que lo perdí. Enfermó a los pocos meses, y aunque Eliane siempre me dice que no debo culparme, que no tuve nada que ver, yo sé que fue mi culpa. Y me siento el peor idiota del mundo por haber causado eso. Arruiné mi familia y me alejé de cada uno de ellos por la culpa. Ellos nunca dijeron nada, pero sabía que me odiaban, o que por lo menos me culpaban por todo. Cuando quedamos solos con mamá, Zack y Mag, me prometí que yo iba a cuidar para siempre de ellos.
-Por eso tu obsesión con que Eliane no trabaje- Dije acariciando su cabello y él solo asintió.
-Pero sigo siendo tan estúpido que mi mejor idea para arreglar las cosas fue meterme en más líos y cosas ilegales.
-Mira, Bethy tenía razón en lo que dijo. No puedes esperar que otros te perdonen si primero no comienzas por perdonarte tú. Deja de culparte y perdónate por tu pasado, para poder mejorar tu presente Jess, es lo que yo intento hacer.
-Tú no mataste a nadie- Dijo con un hilo de voz.
-Tú tampoco- Dije y levanté su rostro para que me mirara -De lo único que puedes declararte culpable es de haber robado y hecho trizas mi corazón.
Él se sentó en la cama y tomó mis manos. Comenzó a jugar con el brazalete y sonrió.
-No te lo quitaste.
-No, me gusta mucho. Me recuerda que soy fuerte. Y me recuerda a tí también- Dije mirándolo con una sonrisa, que luego se reflejó en su rostro.
-Definitivamente no te merezco- Dijo y yo asentí.
-Definitivamente.
-¿Hay alguna manera de que pueda arreglarlo?- Preguntó apenado y yo asentí.
-Podrías comenzar por comprarme comida, muero de hambre- Dije frunciendo el ceño y él rió.
Tomó mis mejillas entre sus manos, cerró los ojos y pegó su frente a la mía.
-Te quiero tanto Clea- Susurró cerca de mis labios.
Me quedé paralizada al escucharlo decir eso. No sabía qué responder. Todas las cosas que formulaba en mi cabeza no encontraban manera de salir al exterior. Me relajé cuando él por fin habló, cansándose de esperar que yo rellenara el silencio con un yo también.
-No tienes que decirlo preciosa. Sé que lo sientes. Porque a pesar de toda la mierda que te conté sigues aquí.
No dije nada, él lo sabía. Mi corazón era suyo. Me acercó más a él y unió sus labios con los míos. Me besó de una manera desesperada, como si me hubiera deseado tanto tiempo. Pero en cuanto el beso se profundizó se volvió más dulce y delicado.
Me tomó de la cintura para -como si no me tuviera ya lo suficientemente cerca- acercarme más a él. Yo tomé su camisa y me alejé un poco para respirar. Su sonrisa cayó un poco ante ese gesto, pero sonreí para que se relajara.
-Prométeme algo.
-Lo que sea preciosa.
-No más mentiras.
-Ni una más, lo prometo.
Y me volvió a besar.
******
-¡¿QUÉ?!- Gritó Sarah emocionada y yo escondí mi rostro en el pecho de Jess.
-Por favor, no hagas un espectáculo Sarah.
Y lo que pensé que sería una felicitación, terminó siendo un reproche.
-¿Ustedes dos estan complotados? ¡Diganme la puta verdad!- Gritó hacia Miles y él lanzó una carcajada.
-La conozco mejor que tú princesa- Dijo besando su frente y yo los miré confundida.
-¿De qué hablan?
-Cuando no aposté por tí, lo besaste. Y ahora que aposté que no lo perdonarías, lo perdonaste. ¡Tienes que estar jugando Clea Young!- Gritó molesta y yo la miré con los ojos como platos.
-¡SARAH! ¿APOSTASTE?- Grité tan molesta como asombrada. Ella se encogió de hombros.
-Yo necesitaba dinero, pero se ve que no te conozco mucho- Dijo cruzándose de brazos y frunciendo el ceño mientras Miles la abrazaba y reía.
-¿Dónde quedó eso de las apuestas son algo sin sentido, queman tu cerebro y te vuelven una persona ambiciosa?- Pregunté levantando una ceja.
-Te odio Clea Ni...- Comenzó pero le lancé una patata para callarla. Ella la esquivó con agilidad.
-¡NI SE TE OCURRA LLAMARME ASÍ!- Grité señalándola y ella rió.
-¿Tienes un segundo nombre?- Preguntó Jess tomándome de la cintura y girándome para que lo vea. Sonreía maliciosamente.
-Nooo...- Dije esquivando su mirada.
-Mientes.
-Te odio.
-Sigues mintiendo, estás enamorada de mí- Dijo levantando mi barbilla para que lo mire y me encuentre con su sonrisa petulante.
-Quizá un poco- Contesté y le unté un poco de mi salsa en la cara.
Lejos de quejarse comenzó a reírse.
-¿Serías tan amable de limpiarme bebé?- Dijo mostrándome su mejilla llena de salsa.
Y sí, me derretí cuando me llamó bebé.
Tomé una servilleta y me acerqué a su mejilla, pero él me detuvo.
-¿Qué?- Pregunté confundida.
-Con eso no- Contestó levantando una ceja sugestivamente y lo miré sorprendida.
-De acuerdo, esto ya no es apto para todo público cariño, deberíamos irnos- Dijo Miles mirando a Sarah que solo nos observaba con una sonrisa boba.
-Son tan bonitos. Yo me quedo aquí a verlos ser empalagosamente cursis- Dijo y suspiró apoyando su mentón en la palma de su mano.
-¿En qué estábamos?- Preguntó aún con su rostro manchado y sonrió de lado.
-Eres un idiota- Dije sonriendo como tonta.
-Así te gusto, así que no cambiaré- Contestó y sacó el labio -Bebé, no me gusta esta mancha, quítamela.
Solté una carcajada por el tono de voz que usó y le terminé dando muchos besos en la mejilla para limpiar la salsa de tomate. Incluso sabía más rica en su jodida piel.
-Wow, vas a matarme nena- Su sonrisa no podía ser aún más grande.
Mordí mi labio y pude ver que todos en la cafetería estaban mirándonos. Mis mejillas se calentaron tanto que pensé que me desmayaría.
-Ya compórtate- Dije golpeándolo en el hombro y él solo me besó.
Sí, muchas chicas estaban mirándome con odio en este momento.
¡Capítulo nuevo!
Espero lo disfruten
Dios los bendiga hoy y siempre
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Apostando a tu amor
Romance-¡Nunca podría enamorarme de alguien como tú idiota!- Grité molesta, pero soné demasiado a la defensiva. -¿Por qué no?- Preguntó con una sonrisa divertida en su rostro y se acercó más a mí. Bufé. -Por muchas razones- Dije alejándome de él, sin éxito...