Prometo No Enamorarme

18. Aaron White

Capítulo dedicado a Allison_Hinostroza

—¿Bruno?

Después de aproximadamente cinco minutos de haber contestado y no oir nada del otro, salvo la respiración de este, decido yo dar el primer paso.

Se oyé un suspiro, —Creo que esto no es una buena idea, adiós.

Su voz. Suena muy apagada, algo anda mal, puedo percibirlo.

—¡No, espera! ¿Que ocurré? Pensé que ya estabamos superando tu etapa de almeja.

—¿Almeja?—noto su voz un poco recuperada y eso me anima.

Suelto una risita y digo, —Ocurrencias mias.

Se hace el silencio nuevamente y empiezo a caminar en circulos por todo mi habitación esperando que se digne hablar. Sé que esta teniendo un conflicto interno, entre contarme o no hacerlo.

—Esto no debería estar diciendotelo en una llamada—suspira—Estoy afuera de tu casa.

¿Qué?

—¿Qué?—me acerco a la ventana que da al parque de al frente y en efecto, lo veo sentado en la acera con el móvil pegado al oído.

—Lo que oíste, ¿puedes salir pronto? Esta empezando hacer frío.—en ese momento es cuando noto que lleva lo mismo que en la mañana y su mochila al lado—Ah, y ¿Jennifer?

—¿Mmh?

—Te agradecería si trajeras un poco de café—ruedo los ojos—Con dos de azúcar, por favor.

Y finalmente cuelga. Al parecer no nota que lo observo desde la ventana así que aprovecho para examinarlo. Empiezo desde sus típicas vans negras, sus jeans gastados y la remera de la escuela. Tiene el cabello despeinado y su mirada azulada perdida.

—¿Puedes apurarte? Hace frío.

Doy un salto al escuchar su voz y observo con sorpresa que tiene los ojos fijos en mi. Así que solo me límito a asentir muerta de vergüenza y corro escaleras abajo, me dirijo a la cocina y llenó un poco de café en un pequeño termo, le echo dos de azúcar y salgo por la puerta de la cocina sin ser vista por algun habitante de la casa.

Al llegar a donde se encuentra veo que se levanta y se adentra al parque. Empieza a caminar mientras busca con la mirada algo, al ver los bancos se dirige hacia ellos.

Se sienta y me estira su mano para tenderle el pequeño termo con café que traigo, se sirve y sopla un poco para luego beberlo. Repite el proceso una vez más mientras yo sigo parada como idiota esperando algunas palabras de agradecimiento.

Estas tratando con Bruno, no seas idiota.

Oigo la voz de mi conciencia que me recuerda lo obvio y bufó.

—¿Piensas quedarte ahí toda la noche?—dice Bruno mirandome con diversión—Sientate.

Lo miró sorprendida, es el gesto más amable que ha tenido conmigo. Después de haberme comprado las toallitas, claro.

De pronto le pregunto la duda que esta circulando por mi mente en este momento. —¿Como es que sabes donde vivo?—pregunto luego de sentarme a su lado.

—Tomé tu dirección de la base de datos de la escuela.—responde—Ventajas de ser hijo del director.—dice lo ultimo con frialdad.

—¿Eso es legal?

Hace un gesto quitandole importancia  —No sería la primera cosa ilegal que hago.

Nos quedamos sumergidos en un silencio nuevamente mientras él sigue bebiendo del café que traje. Al parecer esta noche estará llenos de silencios de su parte, así que decido dar el primer paso nuevamente.