Séptimo Capitulo.

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Mis ojos estaban en mis manos cruzadas en mi regazo, al escuchar su propuesta, alzo la mirada y veo que su mano esta estrechada hacia mi. Lo miro y el me sonríe con amor, me pierdo un momento en sus ojos y busco una manera para responderle. Al fin de cuentas, tomo su mano y me levanto, el con la mano en la mía, me lleva hasta el centro de la pista de baile. Se coloca en frente de mi, y pone suavemente las manos en mis caderas, atrayéndome hacia el. Trato de colocar mis brazos en alrededor de su cuello pero el miedo me atrapa, meneo la cabeza y saco el miedo de mi mente, consigo el objetivo. Coloco las manos alrededor de su cuello después de unos segundos y empiezo a moverme al ritmo de la musica. 

—Bailas bien. — Susurra cerca de mi oído. Siento su aliento en mi cuello, y mis entrañas se encogen, haciendo de esta un escalofrió.

—Gracias.

Digo al fin. El se aparta pero no deja de bailar, me mira y suelta una mano de mi cadera, pasa sus nudillos por mi mejilla y sonríe tranquilamente, haciéndome sentir extraña, y al mismo tiempo incomoda.

—¿Por que eres de esa manera?.

—¿De que manera cielo?.

—¿Cielo?.

—Cielo.

Sonríe y se aparta de mi. Me da una vuelta lentamente y volvemos de la misma manera en que nos encontrábamos. Es tan tranquilo a veces estar a su lado, me desaparezco del mundo, como si no existiera mas nadie en el, como si el dolor, y todo el suspenso de mi vida se esfumara de una manera rápida.

—¿Cual era tu pregunta cielo?.

—¿Por que eres de esa manera? oscuro, sin emociones, con mirada fría, y cuerpo electrizante.

Mis palabras salen fluidamente de mi boca. Me sorprendo al ver lo que he dicho, de verdad no quería hacer esa pregunta pero mis reacciones lo han hecho. El me mira desconcentrado, y su sonrisa se esfuma al ver mi pregunta, o mi confesión, lo cierto es que le ha molestado.

—¿Me tienes miedo?

Pregunta. Y ahora se que esto se ha convertido en un juego de preguntas. ¿le tengo miedo? si, mucha, su presencia me envuelve en un pensamiento oscuro sin salida.

—No. — Mentí.

—Mientes. — Responde como si leyera mi mente. Lo miro extraña y miro al suelo, ocultando la vergüenza.

—No, no lo hago.

—Si, si lo haces.

Se aparta de mi, y dejamos de bailar, la musica ha acabado y ha pasado a una mas movía. El toma de mi mano, y me lleva hasta la mesa en donde se encuentra Emely y otro chico mas que supongo que ha llegado cuando yo he estado bailando.

—Te veo en la salida, necesito decirte algo, si no vienes te entenderé, pero trata de hacerlo. — susurra cerca de mi oído cuando yo paso a su lado para sentarme en la silla. Le miro y el también lo hace, veía dolor en sus ojos, y por un momento se me paraliza el corazón ¿lo habré hecho yo? ¿porque se comporta de esa manera? ¿por que quiere que me vea con el en la salida? ¡Dios! Damon me confunde, primero es romántico y abierto, después esta molesto y cerrado, pero aunque en este caso no se si esta molesto o triste, no muestra emoción física por lo tanto es muy difícil distinguir lo que siente.

Damon se retira y baja la cabeza hacia Emely para insinuar su partida. Necesito pensar si de verdad quiero salir y hablar con el, necesito saber lo que quiere, pero por otra parte tengo miedo ¿y si trata de hacerme daño? ¿de verdad quiero ir hasta el? «¡SI!» grita mi subconsciente, y por segunda vez, siento que tiene razón, debería ir y enfrentarlo, saber que quiere, y tal vez saber el porque es tan oscuro y cerrado. El miedo se aparta cuando paso la puerta de entrada, miro hacia los lados y no hay nadie que se parezca a Damon. Alguien me toma de la cintura y me hace dar la vuelta hacia este, le miro, y es Damon, su mirada es oscura y llena de dolor, un dolor sobresaliente. 

—¿Por que me has llamado? — Pregunto enseguida. El suelta la manos de mis cadera y pasa una de ellas por su cabello llevándolo hacia arriba.

—Necesito compañia, y necesito revelarte algunas cosas, sobre mi y sobre tu madre.

Trago saliva y mis ojos se abren lentamente. Damon me mira con la mirada oscura y me estremezco al verla, lo que me tiene que decir no es nada bueno, y de verdad estoy temiendo mas a su presencia.

—¿Esta bien Cielo? estas pálida.

Pregunta. Yo asiento y busco respirar tranquilamente. No, no estoy bien, no contigo aquí.

—¿Estas segura en estar aquí?

—Lo estoy. Dime lo que tengas que decir.

—No ahora Mia, te veo mal, no quiero ponerte peor de lo estas.

—¡Damon estoy bien ¿Vale?! — Grito prácticamente.

Y en ese momento me arrepiento de haberlo hecho, su mirada se vuelve oscura nuevamente y su rostro vuelve a ser el mismo de antes, sin emociones. ¡Mierda la he cagado! no tenia porque gritarle, ahora no sabia si correr o seguir alli de pie mirándole.

—Te veo luego, adios Mia.

Dice friamente y se marcha dejándome en un silencio incomodo. Imaginaba peor su reacción pero aun así me sorprendió su manera de actuar, lo he molestado mas de lo que estaba, lo sabia, y ahora no se como hacer para volver al romántico Damon.

Miro hacia el restauran y al lugar donde se ha ido Damon, y pienso si seguirlo o entrar al restaurante. Pero al fin y al cabo decido entrar al restaurante, Elloy me mataría si saliera de ese restaurante sin su permiso, por mi suerte el no me ha visto entrar porque esta hablando con unos amigos.

—¿Que ha pasado? — Pregunta Emely enseguida. Me siento a su lado y respiro profundamente.

—Le he gritado a Damon.

—¡¿Que?! — Grita exaltada haciendo que las personas alrededor nos miren. — ¿Como se te ocurre gritarle? ¿Quieres estar muerta el dia de mañana? Estas loca.

Mierda que he hecho. Ahora el miedo recorre todo mi cuerpo y lo ocupa, Damon es de carácter malo, sabia que seria capaz de algo y no seria algo bueno. Mi temor vuelve, me abraza y se queda pegado a mi cuerpo sin dejar un espacio en el. Dios en que me he metido.

King of DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora