Mi Princesa, Mi Perdición (editando)

capítulo 34

Tarde o temprano el se enterara de la verdad y si no se lo digo yo se que no me perdonará cuando se entere, pero antes de decirle nada tengo que hablar con su abuelo para saber si el cree que sea conveniente decirle la verdad, así que trataré de disfrutar al máximo mi tiempo con el por lo menos hasta que sea conveniente

- Katherine hemos llegado.- dice Aaron bajando del carro, lo rodea y abre la puerta para que yo pueda bajar

- gracias.- digo al estar de pie frente a él

- estas enojada conmigo por que no quise tener sexo contigo en el carro.- pregunto algo disgustado

- no es eso amor, es solo que tengo tantas cosas en mente que, ah olvidalo.- dije dandole un beso, el cual me correspondió

- es hora de entrar.- dice separándose de mi, todos de la mano caminamos hacia la puerta y antes de que pudiéramos tocar, Scarlett la abre

- que bueno que llegan, el abuelo esta encerrado en su despacho desde hace más de tres horas y pidió que no se le molestará hasta que llegarán ustedes dos, otra cosa dijo que era hora Katherine.- asentí

- Aaron vamos al jardín tengo que decirte algo muy importante.- dije caminando, caminamos por la sala hasta el jardín, una vez en el jardín caminamos hasta un árbol que esta en el fondo del jardín

- que es lo que me tienes que decir.- pregunta Aaron adelantándose

- te tengo que contar la verdad, porque no soy quien crees

- que quieres decir con eso.- pregunto Aaron sin entender

- ha llegado el momento de que te cuente la verdad hacerca de donde vengo y como es que he llegado hasta donde estoy ahora.- dije sentándome en una banca

- pero si yo se de donde vienes.- al escuchar lo decir eso negue con la cabeza

- si estas tan seguro de eso, sabes a que me dedico en mis tiempos libres por así llamarlos...- negó -a esto me refiero, tú no conoces más haya de lo que yo he dejado que veas y te aseguro que lo que encuentres no te gustará para nada...

- que tan malo puede ser

- es tan malo que si decides no seguir a mi lado yo lo entenderé

- mejor empieza a contar lo que me tengas que contar

- cuando yo era una niña, mis padres sufrieron un accidente y mi hermano y yo solo los teníamos a ellos como familia, después del accidente a mi me mandaron a una casa hogar y a mi hermano a otra, en esa otra casa dieron en adopción a mi hermano quien quedó al cuidado de unos señores que tu conoces y en la que yo quede, después de que tuve la edad suficiente nos ponían a entrenar, al cumplir la edad de 15 o 16 años éramos vendidas pero mi caso no fue como el de muchas, tú abuelo fue quien me saco de ese lugar con la única condición de que yo me quedará al frente de su bando en la mafia, después de que salí de ese lugar el me presento a mi hermano y me pidió que hablara con tu abuela, ella me explico que el bando era una herencia de su abuela, también me dijo que esto se tenia que heredar a una mujer pero que ella no se lo había querido heredar a sus hijas o nueras por que ya tenían familias formadas y que en mi se veía reflejada ella. Miras esta marca.- dije mostrando le una cicatriz en mi mano derecha

- si que tiene.- pregunto recorriendo la cicatriz con sus dedos

- es la marca del juramento de sangre que le hice a tu abuela, donde juré que no te diría nada de esto hasta que mis padres llegarán a reclamar y justo hoy es el día, sabes mi vida no ha sido nada y para llegar a donde estoy he tenido que matar a mucha gente, mis manos están manchadas de sangre y antes de que digas algo la verdad es que no me arrepiento de nada, porque de no aver hecho eso ustedes no ubiera estado tranquilos después de la muerte de tu abuela...