Danse

Sinbad alzó su mano, mientras se levantaba del ostentoso asiento de su despacho. Ja'far, que se encontraba a su lado con varios pergaminos en su mano, no podía hacer otra cosa más que sorprenderse. Finalmente, el rey de Sindria habló:

—¿Bailamos?

Ja'far soltó una leve carcajada. Sinbad tenía la típica mirada socarrona suya, pero más calmada.

—¿A qué viene eso ahora, Sin?

—Oh, nada, es que me apetece bailar un poco. ¿A ti no?— Más sincero no podía sonar. Así que Ja'far tuvo que responderle con igual sinceridad.

—Lo siento, yo no sé bailar. Seguro que te piso.

–Vamos, no seas así. Seguro que se te da de maravilla. —Así, se acercó a Ja'far rápidamente, y haciéndole soltar los pergaminos de las manos, le empezó a guiar en un baile improvisado.

—¡S-Sin! ¡Para, que me voy a caer! —replicó, pero Sinbad hizo caso omiso, riéndose como única respuesta. Ja'far intentó agarrarse como podía mientras el otro se divertía llevándole de un lado a otro de la estancia. Sinbad tarareaba una canción, sonriente. Eso hizo que Ja'far le preguntara—: ¿Por qué estás tan contento?

—Por nada en especial. Solo que estoy aquí, contigo... Tenía ganas de bailar. —Sinbad se movía con destreza, marcando los pasos decididamente. Ja'far le seguía como podía, mirando los pies de Sinbad como única referencia, y agarrándose a la cintura de este con fuerza.

Poco a poco se fue acostumbrando al ritmo, y empezó a moverse más ligeramente, logrando agarrar la mano de Sinbad. Sinbad sonrió ante eso, y le felicitó:

—¿Ves? Sabía que se te daba de maravilla.

—Estoy teniendo un buen maestro —Sonrió en respuesta. Sinbad entonces con atrevimiento se acercó a Ja'far, dándole un beso en los labios a su compañero de baile, a lo que el compañero aceptó encantado y decidió profundizarlo acercando más su cuerpo a su rey. Tras el beso, Sinbad abrazó a Ja'far, intentando aferrarse, como si se fuera a caer de un momento a otro, y cerrando los ojos reposó su cabeza en él.

Estaba que no cabía en sí de alegría.