acto I

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Es una mañana perfectamente deprimente para Namjoon. La lluvia que golpea su ventana es de alguna forma arrulladora y la poca luz que entra por entre las cortinas no es motivación suficiente para alejarse de la comodidad y calidez de sus sábanas. Aunque sí hace un pequeño esfuerzo por estirar su mano y alcanzar su celular. Falta sólo media hora para su primera clase del día, sin embargo eso es lo menos importante, lo único que a Namjoon le importa en ese momento es escuchar la canción que ha estado dando vueltas todos estos días en su cabeza y que tiene una melodía perfecta para acompañar el sonido de la lluvia. Al cerrar los ojos con el piano de la canción llenando sus oídos, Namjoon desearía poder quedarse ahí para siempre.

Sin embargo ese pensamiento se desvanece en el momento en que escucha el sonido de las llaves en la puerta. No puede evitar hacer una mueca mientras se hunde más en las sábanas, intentando esconderse.

-Oh... ¿Joon? -la voz de Hoseok suena de manera irritante por sobre la música-. ¿Qué haces aún acostado? -Namjoon escucha los pasos acercarse-. Vas a llegar tarde a tu primera clase.

Con un suspiro, Namjoon se rinde y aparta las sábanas de su rostro para encontrarse con los ojos curiosos de su amigo. Hoseok tiene su cabello húmedo y desordenado, probablemente por la lluvia allá afuera. Su ropa está mojada en sus hombros también y sostiene una bolsa de starbucks en sus manos. Namjoon supone que es por eso por lo que lo escuchó salir antes de tiempo.

-Sólo disfrutaba un poco de la lluvia -habla en voz baja, estirándose luego y haciendo un esfuerzo sobrehumano para sentarse en la cama. Sus ojos pesan aún y un bostezo se le escapa.

-Ya veo -Hoseok ríe suavemente mientras abre la bolsa para dejar un par de vasos sobre el escritorio junto a unos muffins-. Te traje un americano, como te gusta -sonríe en dirección a él-. Y muffin de arándano.

Namjoon asiente suavemente.

-Gracias, hyung.

Y como siempre, la respuesta de Hoseok es sencilla y alegre.

-No hay nada que agradecer.

A veces Namjoon lo envidia un poco.


Namjoon tiene que dejar la habitación en el momento en que Hobi se pone a practicar. No porque tenga prisa por ir a clases, más bien porque el sonido de las pisadas y saltos de Hoseok, más los pequeños tarareos que escapan de su boca al bailar arruinan su paz. Claro que Namjoon no se lo dice, y cada vez que Hoseok pregunta si le molesta que practique por un rato, el menor sólo niega con la cabeza lentamente, porque cómo podría decirle que no a alguien como Hobi. Al menos puede darle crédito al chico por hacerlo llegar a tiempo a clases con algo de comer y un café en sus manos, sin azúcar, perfecto para empezar otro aburrido día.

Las clases pasan lentamente y sin ningún acontecimiento que destacar. Namjoon pasa mayoritariamente con la vista perdida más allá de las gotitas de lluvia que se deslizan por la ventana pensando en palabras que puedan expresar la forma en que se siente en este momento, de algún modo desconectado. Las anota en una esquina de su hoja, junto a los apuntes de la clase pero mucho más importante que ellos. Si se las muestra a Yoongi quizá él podría ayudarlo con el piano para convertir sus palabras en música. Eso, tal vez, si tuviera algo de tiempo.

También envidia un poco a Yoongi por poder hacer música todo el tiempo.



Seokjin lo llama cuando va de camino a la biblioteca y Namjoon no demora en contestar, soltando un bostezo antes que cualquier palabra. Jin bufa del otro lado de la línea.

-¿Qué clase de saludo es ese, Monie?

Namjoon termina de bostezar y frunce el ceño ante el apodo.

Blame it on the weather (but I'm a mess) ||vmonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora