Alquilados [Pokémon Special]

Capítulo 2: Día a día con él

~ Disclaimer: todos los personajes pertenecen al manga de Pokémon Special, escrito por Hidenori Kusaka e ilustrado por Satoshi Yamamoto.

~ La imagen de portada sí que es de mi autoría.

~ Advertencia: no era mi intención pero se me fue un poquito la mano... (Tranquilidad, no hay lemon).

------------------------------------------    

Mis días son demasiado monótonos. 

Me levanto a las seis de la mañana para llegar al trabajo antes de las ocho. Ser reponedor en un supermercado es algo fastidioso y acabo con dolor de espalda, pero siendo aún un estudiante no hay mucho que elegir.

Los descansos son cortos y por la tarde voy a la universidad cinco días a la semana. 

Llego a casa casi a las ocho de la noche, de inmediato me pongo a hacer la cena para Gold y para mí. Siempre espero encontrarle vagueando en el sofá o durmiendo en el suelo frente al ventilador. No me ayuda en nada y acabamos discutiendo porque olvida hacer lo poco que le pido. 

Aún así no quiero irme y dejarle solo. Tengo miedo de que le pase algo. Aunque no debería hacer todo esto por él. 

Su madre se enfadaría mucho conmigo si se enterase.

Accedí a vivir con él cuando me lo propuso por el mero hecho de que me gusta. Desde hace relativamente poco me dí cuenta de estos sentimientos que, aún hoy, me cuesta aceptar. Pensé que compartiendo piso con él me desilusionaría de ver lo sucio y perezoso que puede llegar a ser.

Pero no ha sido así. 

El ver lo inútil que puede llegar a ser me ha hecho sentir responsable de lo que le pueda pasar. Pero no entiendo porqué me hace tan feliz pensar en ayudarle. Se lo hago todo. ¡Parezco su esposa!

-Silver, ¿ya está la cena? -Lo que decía...

-Si tanta hambre tienes podrías hacerla tú de vez en cuando.

-Pero tú cocinas mejor. Si fueses mujer me casaría contigo.

-¿Y Crystal? -Es su novia, algún día pensarán en casarse después de todo. Si es que puede aguantarle...

-También sabe cocinar, pero no tan bien como tú. 

    ------------------------------------------    

Con la velocidad de un rayo, Gold le abraza de improvisto por la espalda. Sin tiempo a reaccionar, dio un respingo en el lugar. Sus mejillas adoptaron un intenso rojo casi igualando al de su propio cabello.

-¡Idiota, suéltame! ¡¡Así no puedo hacer nada!!  

-Sólo un poco más...

-Ves a abrazar a la almohada - Silver hacía el intento de zafarse del agarre, pero el de ojos dorados era más fuerte de lo que parecía.

-No está tan caliente como tú - aquellas palabras hicieron eco en los oídos del pelirrojo. Se sentía extasiado. 

Tener al chico que le gustaba tan cerca... Podía notar su tibia respiración golpeando su espalda y sus brazos aprisionándole la cintura.