Compañeros

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Compañeros

- Tenemos que detenerlo cueste lo que cueste. - Obvio Zatanna mientras Constantine parecía concentrado en reunir diferentes materiales que colocaba con descuido en una mesa de madera tallada.

- Lo se Z ¿por qué crees que estoy jugando al cocinero con todo este enhebro y ajenjo? Definitivamente no estoy pensando en una fiesta loca. - contesto con fastidio el nigromante.

Antes de que el caos de plantas y artefactos mágicos se desatara Constantine tuvo la amabilidad de explicarle a los miembros de los Titanes que el libro del mar muerto era el único que contenía una verdadera invocación para traer a Samael desde el infierno, sin embargo nadie sabía exactamente cuál de todos los sortilegios era el correcto, razón por la que comenzó aquella ola de asesinatos, quien estuviese tratando de traer al perro infernal a la tierra estaba haciéndolo a prueba y error; y solo tenían diez horas antes de que asesinara de nuevo y esperando que el siguiente hechizo no fuera el ganador.

- Voy a preparar un hechizo de rastreo para el libro. - empezó a explicar el rubio. - Y ustedes niños irán tras el maldito que está jugando al rito satánico mientras Zatanna y yo preparamos un ritual que lo destruya de una vez por todas.

- ¿Acaso estás loco? - alzo la voz aireada la mujer. - No voy a dejar en manos de unos niños algo tan importante como recuperar el libro del mar muerto...especialmente si uno de ellos es este engendro demoniaco. - dijo señalando con evidente asco a Raven que ofendida se sintió tentada a arrojarla lejos haciendo uso de sus poderes.

Mas esto no fue necesario ya que antes de que su ira tomara forma el filo de una espada amenazaba el descubierto cuello de Zatanna Zatara.

Damián observaba a la mujer con una expresión pétrea, sus ojos fríos y decididos dejaban claro que no estaba jugando, la amenaza a su vida era real.

- Me importa una mierda lo que creas Zatara, pero si vuelves a insultar a un miembro de mi equipo voy a rebanarte el cuello y nadie, ni siquiera el mismo Lucifer podrá detenerme ¿fui claro? - amenazo Robín, y su voz era tan carente de emoción que incluso Constantine se vio privado de su conocida palabrería.

Y como prueba de que estaba hablando en serio presiono un poco más el filo de la katana contra su cuello, provocando que un hilo de sangre resbalara lento desde la garganta hasta la clavícula de la mujer.

Damián era la amalgama perfecta de Batman y Ra's Al Ghul, tan estoico como feroz y en momentos como esos era que Raven mas se confundía respecto a lo que su compañero sentía por ella, pues parecía dispuesto a matar a cualquiera que intentase humillarla, pero seguía refiriéndose a ella como una compañera.

- Bueno bueno ¿porque no nos calmamos todos y seguimos con el plan? - intento apaciguar los ánimos John, logrando que Damián se alejara lo suficiente de la maga para guardar su espada mientras esta se sostenía el cuello y le miraba con resentimiento.

Raven no dijo nada durante todo el intercambio y se limitó a tomar la mano de su amigo entre la suya como agradecimiento, sorprendiéndose cuando este no rechazo el contacto.

John saco un mapa de entre todas las chucherías que había apilado sobre la mesa de madera antigua y mientras recitaba palabras en una lengua desconocida hizo un corte profundo en su mano que comenzó a sangrar profusamente empapando una de las hojas que Damián le había entregado al llegar horas antes. El papiro ardió en llamas rojas y sus cenizas cayeron sobre el mapa haciéndolo brillar de forma sobrenatural, una gota de sangre cayó sobre el mismo y empezó a moverse como si trazara una ruta.

- Aquí esta. - informo el hombre al tiempo que le indicaba a Raven que tomara el mapa. - Con esto podrán encontrar al maldito que tiene mi libro.

Ambos jóvenes asintieron dispuestos a irse cuanto antes, pero la voz rasposa de John los detuvo.

- No me importa que hagan con el hijo de puta que está tratando de traer a Samael de vuelta, pero apenas encuentren el libro debes informarnos preciosa. - hablo John directamente a Raven. - Solo Z y yo podemos destruirlo. Ese manuscrito contiene invocaciones mucho peores que Samael y no debe seguir rondando la tierra como si nada.

La titán asintió en respuesta y se dio la vuelta dispuesta a seguir a Robín que ya estaba esperando por ella en la puerta.

Los encuentros con John Constantine siempre eran agotadores.

MisiónWhere stories live. Discover now