PARTE ÚNICA

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A Hoseok, Jimin se le hacía irresistible.

Es que para ser justos, el rubio estaba dónde quería, un rostro digno de un modelo, ojos castaños y brillantes, mejillas regordetas, labios carnosos y apetecibles, y que hablar de su cuerpo. Su cuerpo era tan perfecto, que Hoseok incluso dudaba de que Jimin fuera humano.

Pero a Hoseok no le gustaba Jimin sólo por su apariencia, sino por su forma de ser. El pequeño rubio era muy amigable con el resto y siempre ofrecía una mano para ayudar, eso y otros detalles era lo que Hoseok amaba.

—Joven Jung, deje de tener ese rostro de enamorado y preste atención a clases, por favor—dijo la maestra, el resto de la clase no pudo evitar ver al pobre pelicastaño con un poco de burla haciendo que este bajara la cabeza avergonzado— como estaba diciendo, ya que algunos de sus compañeros no estaban prestando atención, les vuelvo a repetir, para la próxima semana necesito que realicen un informe acerca de la revolución francesa, en parejas, mínimo 10 hojas y esta vez, yo escogeré los grupos—las quejas de parte del alumnado no se hicieron esperar— dejaré los grupos al final de la clase.

Hoseok imploraba a todos los dioses que no le tocara con Jimin ya que siempre que intentaba hablar con el menor se ponía demasiado nervioso e incluso tartamudeaba y no quería trabajar con alguien que dudaba que intercambiarían más de tres palabras.

Cuando la clase terminó y todos se acercaron a ver quién era su pareja, Hoseok se quedó casi al último arreglando sus cosas, no entendía porque todos se habían ido corriendo al pupitre de la maestra como si su vida dependiera de ello, en vez de poder esperar un poco más y evitar empujarse.

Pero cuando estaba por cerrar su mochila, alguien tocó su espalda delicadamente y para cuando se volteó se encontró con Jimin.

— Hey compañero, ¿en tu casa o en la mía?— preguntó el rubio con una de sus mejores sonrisas. A Hoseok no se le pasó desapercibido el ligero tono nervioso que Jimin empleó al hablar.

— ¿Para qué o qué?— el mayor seguía desconcertado, no se acordaba que hubiesen quedado en reunirse o algo así e incluso se sorprendió de hablar fluido y no quedarse tartamudeando.

—Para el trabajo de Historia, somos equipo— Jimin le entregó una pequeña mirada— ¿Te parece bien hoy? Es que no me gusta que mis tareas se acumulen, y si no terminamos hoy, nos reunimos otro día.

—Ah, bueno... me parece mejor en la tuya ya que queda más cerca al centro y mi papá me podría llevar— en ese momento Hoseok quiso pegarse una cachetada mentalmente, el menor seguro le iba a preguntar como rayos sabía si su casa quedaba más cerca o lejos.

— Bueno, eso me parece bien — al parecer no se había percatado, al menos esa era una buena señal ¿no?— ¿a qué hora?—.

— A las 5:00 ¿te parece bien? Es que más o menos a esa hora puedo — Mentira, Hoseok raramente tenía algo que hacer en las tardes si no se la pasaba en su casa bailando o escuchando música o haciendo los deberes, pero no quería que Jimin pensara que era un flojo o algo por el estilo — ¿me podrías dar la dirección de tu casa?— cuestionó.

— Claro, si no te la daba como ibas a llegar— bromeó el más bajo, a lo que Hoseok rió un poco, en ese momento Jimin sacó un papel y un pluma desde un bolsillo de su mochila y empezó a escribir algo que Hoseok no pudo llegar a ver — Ten—­­ le extendió el papel— Te estaré esperando— y si Hoseok no estuviera tan concentrado en el papel que tenía en sus manos, hubiera notado que Jimin le había guiñado.

❌ 💙 ❌

Cuando el mayor llegó a la casa de Jimin, lo hizo con 20 minutos de adelanto, toda la tarde había estado nervioso acerca de lo que iba a usar y que iba a decir, a veces ni el mismo se entendía, con todos sus demás amigos podía llegar hasta en calzoncillos y no le importaba pero con el rubio, todo era diferente.

THE PROJECT [HOPEMIN] (OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora