Forgotthen memories

CAPITULO 1

Me desperté esta mañana en un lugar que me parecía conocido, aunque había varia gente huyendo de algo, no se de que. No me di cuenta de que algo o alguien estaba atrás de mi. Me di la vuelta pero no vi a nadie, mire por una ventana y habían unas maquinas persiguiendo a las personas. Nadie se percato de que yo estaba ahí, bueno solo una persona.

 Un chico con una bata de laboratorio, unas gafas, unos jeans y unos tenis rojos, era muy alto.

 Le pregunte que hacia ahí parado como si nada pasara, podría ser el fin del mundo y el no se movería de ese lugar.

 Paso una maquina gigante por ese lugar destruyendo todo a su paso, me aleje, pero me di cuenta que ese chico seguía parado como si nada.

 Le grite, pero no respondía. Corrí rápidamente para salvarlo de la maquina gigante.

 Lo logre quitar del camino pero el seguía como si estuviera en trance, le grite:

 - Oye, ya despierta, creo que esta pasando algo extraño-

 Me miro y me dijo

 - Lo único que puedo hacer en momentos como este es estar callado y no ayudar a nadie.

 Lo mire y le di una cachetada ( lo se uno cuando uno conoce a una persona no le da una cachetada pero en ese momento necesitaba que reaccionara ).

 - Reacciona tenemos que salir de aquí - Dije

 El despertó de su trance y me cogió de la mano, me sonroje, aunque no sabia por que.

El piso se empezó a romper, me asuste y fui mas lento, me empecé a cansar, le dije al chico que ya no podía mas.

- Ja ja ja cansada, si no hemos corrido nada, espera tengo una idea - Dijo el.

Me cogió y me alzo como si fuera una niña pequeña.

Corrimos mucho hasta llegar al punto en que ya el piso dejo de romperse.

Se quedo mirándome y me sonrió.

- Como te llamas - Me pregunto todo agitado.

- No me acuerdo de nada, solo se que algo raro esta pasando.

-Umm tienes razón, pero entonces como te llamare. Ya se Liz! suena lindo no crees.

-Si claro - Respondí

- Y tu como te llamas ?-

- Sebastián!

Me llego un recuerdo a la mente de un chico que se llamaba exactamente igual, pero no le vi el rostro. Fue el primer recuerdo que tuve, ya que después de despertar no tenia ni un solo recuerdo de lo que había pasado.

-Liz, estas bien, te quedaste en silencio por largo tiempo.

Lo mire y le dije que estaba bien.

-Tenemos que conseguir refugio y comida - Me dijo Sebastián mientras caminábamos por unas casas destruidas muy posiblemente por las maquinas.

Llegamos a una casa enorme, no estaba  tan destruida como las otras, fui a mirar en la cocina y escuche unos gritos.

Sebastián salió corriendo a la calle y vio una maquina diferente a las demás. Tenia una niña en su mano. Sebastián quiso quitársela pero no lo logro.

La maquina hizo algo que nunca pensé que fuera ha hacer. Dejo a la niña sana y salva al lado de Sebastián.

Nos quedamos impactados mirando como se alejaba pacíficamente la maquina. Sebastián alzo a la niña en sus brazos, ya que no paraba de llorar.

- Oye, como te llamas ? - Le pregunte

- Ema - respondió entre lloriqueos.

- Tranquila Ema, no llores mas, todo va ha estar bien - Dijo Sebastián.

Ema dejo de llorar y lo abrazo fuertemente, mirándome con una sonrisa.

Entramos a la casa y nuevamente me dirigí hacia la cocina, encontré varia comida y primeros auxilios por si llegaba a pasar algo y la metí en una maleta que estaba en la mesa de la cocina.

Subí las escaleras hasta llegar a el cuarto principal.

Mire a Ema y a Sebastián dormidos plácidamente como sin nada hubiera pasado. De inmediato me dio sueño y quede profundamente dormida al lado de Ema.

Empecé a soñar con un chico que me hablaba pero no le entendía. Era brillante y no lo podía ver bien. Lo único que le entendí fue

- ¡Recuérdame, no me olvides¡ -

Desperté de inmediato y no vi a Sebastián. Me asuste y salí corriendo dejando a Ema sola.

Baje las escaleras y lo vi al frente de la casa.

- Sebastián, me tenia preocu...

Lo mire y vi que nuevamente estaba en trance.

-Siempre que quiero ayudar, pasan cosas malas y lo empeoro todo- Me dijo con un tono triste.

Me acerque a el y lo abrace fuertemente, sentí unas cálidas lagrimas sobre mis mejillas que provenían de Sebastián.

Sebastián reacciono y me abrazo como si fuera un niño pequeño que no paraba de llorar.

Sentimos temblar nuevamente el suelo, me asuste y salí corriendo haber donde estaba Ema y no la encontré en el cuarto principal.

Empezó a caerse la casa poco a poco mientras buscaba a Ema. Se me ocurrió mirar en el patio trasero. La encontré mirando una maquina . Vi como tenia unos números J-145.

Saco unos láser de su espalda pero Ema no salió corriendo, si no que se quedo mirando la maquina. La cogí rápido y me fui corriendo. La máquina me perseguía a gran velocidad. Sebastián estaba esperándome afuera de la casa con la maleta.

Cuando me vio arranco a correr conmigo. La maquina era muy rápida no podíamos distraerla con nada.

Se empezó a ver que había grietas en el suelo, eso significaba de que si algo realmente pesado se paraba encima, ellas se derrumbarían. pensé mientras intentaba escapar.

La máquina logro tropezar con una pared de concreto que había en el camino. Cogimos la oportunidad para escondernos.

-Sebastián tengo una idea, necesito que lleves a la maquina por le camino que tenga mas grietas-

- Ok, pero podría ser un poco peligroso.

- Pero es nuestra única salida - Dije.

Sebastián asintió con la cabeza. Cogí fuerte a Ema para que no se resbalara de mis manos y comenzamos el plan que yo había propuesto.

Yo salí corriendo  por el lado derecho y Sebastián por el izquierdo para empezarlo a distraer. Corrí lo mas rápido que pude hacia el lugar donde habían mas grietas. La maquina se paro encima de ellas pero no se derrumbaron. Me preocupe por que la maquina me iba a seguir persiguiendo.

- ¡ SEBASTIAN ! - grite muy fuerte, Ema grito conmigo, el salto y  empujo a la maquina. La maquina logro caer, pero Sebastián callo con ella.

Ema y yo gritábamos su nombre pero no lo veíamos. Me puse a llorar, peor que una niña. Ema me abrazo y supe que debía dejar de llorar e irlo a buscar. Puse a Ema en mi espalda como había echo antes y empecé a buscar a Sebastián.

- ¡ SEBASTIAN ! , ME OYES ... , DONDE ESTAS - Gritaba en cada paso que daba.