Mi niña color violeta

Esta fue la primera historia que escribí. Nuestro profesor nos pidió escribir un cuento de 400-500 palabras basada en una canción. Espero que lean primero la historia y luego busquen la canción en Youtube, si es que no la han escuchado ya. 

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Tic, tac. Tic, tac. Ya casi es la hora. La manecilla pequeña está entre el 7 y el 6. Tengo que esperar un poco, solo un poco más. Este momento es el que pasa más lento todos los días. Tic, tac. Tic, tac. No puedo seguir viendo el reloj. Miro alrededor y pienso: ¿Veré a mi niña color violeta? De nuevo lo veo, ya casi llega. Mis manos sudan. ¿Qué vestido se habrá puesto hoy? Miro afuera de la gran ventana que me muestra un extenso jardín. El sol está a punto de irse, y cuando lo haga podré verla. A veces siento que lo odio. Otras, que lo amo. Nunca espero su llegada, siempre atento a su partida. A veces quiero verlo fijamente y decirle que se vaya, que se largue para quedarme más tiempo con mi violeta. Mi niña se va cuando este llega. Tic, tac. Tic, tac. La manecilla grande llegó al 6. Veo por la ventana. El gran amarillo se ha ido.

Me levanto de mi cama en la cual paso la mayor parte del día. Hoy me pondré mis pantalones grises cortos, botas de vaquero del mismo color, mi paraguas y un sombrero de torero . ¿Sabes de qué color es, no? No soy muy bueno mezclando colores. Suelo usar este, pues es el mismo que el de mis manos y mis pies. Voy al espejo, mi cabello está todo alborotado. Hoy probaré algo nuevo. Lo pongo todo hacia atrás. No me gusta. Mi frente parece gigantesca, o por lo menos eso dice mi mejor amigo. Es un payaso que siempre me aconseja. Tiene ojos de rana y siempre está encima de mi cabeza. Me dice que mueva mi melena hacia la izquierda y dejo que me tape un ojo. "Un estilo misterioso, Jhon Alejandro", suele decirme. Me guiño y bajo las escaleras tratando de no tocar las grietas.

Creo que ya estoy listo. Iré a verla. Cojo mi bici y pedaleo hacia el árbol que está al lado de su lápida. Hay muchos carteles. Me gustaría saber qué dicen. No volví al colegio cuando escuché que ella dejó de hacerlo. Dicen que nunca volvió a casa, creí que nunca volvería a verla. Pero cuando el gran amarillo se marcha, ella va a mi espera.

Se ve hermosa. Su vestido es de color rosa, del mismo tono en el que se teñían sus mejillas cuando me miraba en la escuela. Extraño eso. "Te traje unas moras", le dije. "¿Ya te pusieron tus inyecciones?", me responde. Vaya, cómo la extrañaba. Sabíamos que nuestro tiempo juntos tenía un límite, que en cualquier momento ella iba a partir. Hace mucho que quiero tenerla entre mis brazos, pero siempre que quiero hacerlo en mi mente resuena "se va a ir". No puedo aguantarlo más. Me acerco lentamente. ¿A dónde se fue su aroma? Espera, ¿qué es esto? Algo me retiene, lucho con todas mis fuerzas. Y ella, ¿dónde está? ¿Qué hago aquí? Cuarto blanco. Paredes llenas de almohadones. Algún tipo de camisa me sujeta. Creí que ya había salido, esto no puede ser real. Grito, grito con todas mis fuerzas. Unos grandes sujetos ingresan. Traen inyecciones. ¿Qué hacen? Suelto el último alarido antes de caer. Escucho algo entre sueños. "¿Qué ha sucedido?" "Nada, de nuevo John, el esquizofrénico."

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Espero que les haya gustado esta pequeña historia. La canción en la que me base se llama John el esquizofrénico - Calle 13.