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—¿¡Creés o no en mí!? ¡Dilo ya! —Su voz sonó desesperada y dolida, casi ahogada, el pelinegro solo pudo suspirar de dolor e irá, tanto acumulado lo hizo hablar sin pensar, un error común en nosotros.
—No creó en ti, no lo hago —Su voz fue tan dura, que la chica de cabello azul quedo en un total shock.
Sus manos temblaron y aquellos ojos tan hermosos comenzaron a llenarse de lágrimas, las cuales cayeron por su rostro.
—¿Donde quedó el amor? —Reclamó ella en susurro.
Vegeta desvío la mirada —No lo sé, dímelo tú, ¿Donde lo dejaste?
—Entonces, solo yo ame —Quiso preguntar pero más bien hizo una tremenda aclaración.
El ceño de Vegeta se fruncio y su semblante se endureció, sus manos viajaron a los bolsillos de su chaqueta. Mientras la mandíbula de Bulma temblaba del dolor, aquel dolor que sientes en el alma, aquel dolor del maldito amor.
—Nunca dije eso, Bul.
—Me preguntaste a mi, donde estaba el amor Vegeta y que donde YO —Alzo la voz para entonar el "yo" —Había dejado el amor, eso quiere decir que solamente yo ame aquí, ame aquí por 5 años, ¡Solamente yo! —Gritó lo ultimo, sus manos se volvieron puños, mientras las lágrimas caían por su rostro lentamente, no había sollozos, nada... Solo lágrimas, un llanto en silencio, aquel que es más doloroso.
—No vengas con reclamos ahora Brief —Gruño y trago saliva, aunque él fuera ese hombre duró, por dentro, verla con ese dolor en sus ojos, lo estaba rompiendo, pero ante todo, siempre quiso mostrar que nada lo hería, eso solo hacia peor esta horrible situación.
—Nunca me amaste entonces, por eso jamás me lo dijiste —Mientras pronunciaba cada palabra, su tono de voz fue bajando, al igual que sus lágrimas, con dificultad trago saliva.
La gota que derramo la copa, fue el silencio de Vegeta, pero es que eran tanto los celos del pelinegro, tanta rabia al ver la con Yamcha, tanta rabia al ver cómo él la beso, tanto dolor al ver... Cómo ella no lo alejó sí no después de un momento. Se dejó besar.
—Yo sí te ame, y te amo... —Susurro ella derrotada ante la mirada penetrante de Vegeta, esas palabras lo rompieron por dentro.
Esa habitación era testigo de aquel dolor que en el aire brotaba.
—Yamcha fue él que me beso —Prosiguió ella —No pude separarlo, él es más fuerte que yo, no quería besarlo, tú mismo viste el golpe que le di —Intentó remediar las cosas, aunque estuviera dolida, lo hizo sin pensar, sus manos limpiaron sus mejillas, ese gesto le rompió el alma.
—No sigas... —Susurro Vegeta a punto de la derrota.
—Yo no lo bese... —Murmuro ella, ahora haciendo un gesto de dolor, donde las lágrimas escurrieron por sus mejillas, casi quemándolas —Jamás te haría esto a ti... No a ti Vegeta.
