Sé que te hice una promesa. Y sé que llorarás. Sé que sufrirás, sé que te lamentarás, le gritarás al viento "¿Por qué?"
Pero es gracioso, vivía siempre escondido de la vida y del dolor, esperando la muerte con la paciencia única de una madre, y ahora que se manifiesta frente a mí en foma de una soga que presiona mi cuello, me doy cuenta de muchas cosas. No debí escapar, si no enfrentar mis problemas. Con 10 años no debí callarme y mentir cuando veía que mojaba la cama diciendo que era una pesadilla, no cuando la verdad era que un monstruo saciaba su sed conmigo.
Fue un alivio llevar todo mi dolor a la punta de un lapiz, pero creé anti cuerpos para ese medicamento y pronto me fundí nuevamente en el dolor. Cuando te conocí no creí que pudiese existir alguien como tú, pensé que era irreal, así que temeroso, me escondí en el fondo de mi imaginación, allí donde tu luz no llegaba.
Entiendo que no debí callarme cuando aquél jovial caballero me preguntó: "¿Hay algo que me quieras contar?" Sé que debí decirle, con voz temblorosa y al borde de las lágrimas que mis padres vivían un infierno, que se lastimaban a sí mismos, pero no encontré la fuerza, así que con un nudo en la garganta y una opresión en el pecho negué con la cabeza. Los mismos que hoy están presentes al momento en que subo a la silla, dispuesto a decir adiós.
Pero... ¿por qué contigo sí? Tal vez fue tu tono de voz tan cariñoso y tranquilo el que me dijo "Todo estará bien, pasará y yo seguiré aquí", por una vez, decidí confiar, y sí, estaba funcionando, las cosas parecían mucho más sencillas tras el ensimismamiento, con ese líquido que me quemaba la garganta pero a la vez me proporcionaba un refugio al cual no creí que podría llegar jamás.
Sé que tuve que negarme cuando me presentante ese alcohol de dudosa procedencia, sabía que debía cuidarme, pero acepté, porque lo necesitaba, porque tú lo necesitabas, y porque éramos unos idiotas.
Ahora bajo el efecto del mismo líquido decido saltar, un pequeño salto de solo unos centímetros, pero para mí, en estos momentos, parece eterno, me corta la respiración y siento que caigo al vacío. No pasa mi vida en un solo segundo, pero sí pienso en más palabras ya inútiles, en cosas que pude hacer, pero no las hice porque soy cobarde.
Lo sé, te culparás porque cometiste muchos errores, y yo también, pero también hicimos la mejor elección de nuestras vidas, en el momento que quisimos contar nuestra historia, abrirnos el uno al otro para mostrarnos tal cual somos, en la inocencia de creer que todo iría bien; que funcionaría. Pero parecía ser la única salida que teníamos, y después de muchos años, salí de ese rincón en mi mente, y lloré, y lloré, y lloré. Tal como lo hago ahora que veo la sombra de la muerte ceñirse a mí.
Pero yo también me quiero disculpar, sé que no debí enseñarte el filo de un sacapuntas roto, un método que para mí era lo mejor, porque el dolor físico apartaba todo los pesares que anidaban en mi mente frágil. Aunque no entiendo, ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso fue porque si no romperíamos nuestra amistad? Je, ¿Ahora ves qué tan tontos fuimos? Solo por eso tú arrastraste mis problemas familiares, pronto vieron esas huellas en tus muñecas. Esas mismas que mis padres ignoraban mientras fingían que todo iba bien cuando el oficial preguntaba por los moretones de cada uno.
Esa vez, fue la primera que nos peleamos. Nos gritamos, y decidimos ser igual que ellos. Una cachetada llegó, no sé de dónde. Pero mi cerebro ya no reaccionaba, y te devolví el golpe, pero no estaba satisfecho, y continué, una, dos, tres, cuatro veces. Aún cuando tus ojos viajaban perdidos por la habitación y tu rostro se teñía de rojo por tu sangre carmesí, no sentí miedo, tan solo más colera, y repetí, hasta que tu cuerpo inerte cayó al suelo, ya no respirabas, y la palidez de tu piel tan solo se acentuaba junto al pequeño charco que rodeaba tu cadaver. O bueno, que rodea. Ahora soy yo quien parte junto a ti, cuelgo sobre tu demacrado cuerpo, mientras con mi último aliento, susurro dolido... "Adiós".
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Relatos para una noche.
Random"Me gustan las noches sin luna, en la oscuridad es más fácil ser uno mismo". Te invito a leer estos relatos de una noche, para conocerte, para conocerme, y descubrir un nuevo mundo cada vez que el sol se esconda.