- La paciente está perfectamente bien, no hay contusiones, ni daño cerebral, las heridas externas irán sanando lentamente ¿Qué no recuerda exactamente la paciente?
El doctor de profundos ojos azules como el mar ibérico acaricio suavemente el costado de la frente de Fayry. Las mejillas de la joven se colorearon como si hubiera prendido una mecha bajo la piel. El doctor hacía que su corazón se disparara con cada contacto de aquellos largos dedos congelados. Tan fríos y a la vez tenían un efecto único en ella, dejándola prendida. Anhelando aún más de ese tacto.
- ¡A mí no me recuerda! ¿Cómo puede decir que está bien si me mira como un desconocido?
El alto moreno había estado en un estado apático. Sentado al otro extremo de la habitación. Aguardando, esperando con toda la paciencia que pudo reunir. Con la promesa de que no haría más escándalos, se le permitió quedar. A pesar de que la joven sin recuerdos, deseaba que fuera lanzado afuera. Le dolía, por supuesto que le dolía. Que su novia, el amor de su vida lo mirara con tanto recelo. Y más con ese doctorcito del cual la joven no era indiferente.
- ¡Quizás es por todas las cosas que le hiciste que ella se niega a recordarte! ¡Su mente está funcionando como un mecanismo de auto defensa para ya no saber nada de ti Ortega!
Las palabras podían cortar como un cuchillo. La rubia tenía su punto, actuando como guardiana de su amiga. Y Matt lo sabía. Pero, no iba a admitirlo. Él le hizo daño, le hizo daño incontables veces y más con el regreso de su ex de entre los muertos. La había cagado, en grande. Y ahora estas eran las consecuencias de sus actos.
- ¡Ya Lisa! Doctor... por favor, haga que este tipo se vaya, no lo quiero aquí, no es nada mío y solo me asusta.
- Dime Peter solamente, me gusta tener un trato más familiar con mis pacientes y no se preocupe, si no es ningún familiar y usted no lo quiere aquí, lo sacaremos.
Los ojos del moreno se abrieron como platos. Su novia lucia radiante en estos momentos pidiéndole con suavidad al doctor que la aleje de él. Una punzada atraviesa su corazón. Como si le hubiera clavado una lanza en llamas en su pecho. No le dolía, lo quemaba, lo lastimaba. Sus manos temblaban, tenía todo en contra. Ni siquiera tenía derecho a réplica. Él se acercó una vez más y contra las protestas de todos los presentes tomo la delicada mano de su novia.
- Princesa, está bien, me iré pero, no creas que te desharás de mí, lo que tenemos es irrompible, eres el amor de mi vida, aunque no me recuerdes.
- lo siento, en verdad, no sé quién eres.
- está bien, si no tienes recuerdos, reescribiré sobre la falta de ellos.
El joven deja un suave beso en su frente y se aleja derrotado. Sintiendo todo el peso del mundo en sus hombros. La joven frunce ligeramente el ceño y se frota la frente borrándose el beso. Había algo en lo profundo de su ser que gritaba. Y ahora de pronto había sido callado. Ya no escuchaba ese grito molesto en su interior. Entonces lo asocio. Era el joven que hacía que esa voz grite con furia, con desesperanza.
- ¿Quién es ese tipo Lisa?
- Lo razón de tus males y tormentos cariño, descuida, si tu mente no quiere recordarlo, no te obligues a hacerlo, la estabas pasando muy mal.
- Creo que es mejor que la paciente descanse.
- Pero, doctor... Digo Peter, recién acabo de despertar.
- Pero, has sufrido un accidente grave y te has enfrentado a un shock de emociones que no esperabas, es mejor que lo tomes con calma ¿de acuerdo?
Su doctor sí que era sexy pensó, cuando le aparto los cabellos suavemente. Ese hombre era misterioso, misterioso y sexy como el infierno. No pudo más que asentir con la boca reseca. Apartando la mirada un poco con el rumbo perverso que estaban tomando sus pensamientos.
Del otro lado de la puerta el moreno permanecía pegado. Si aquella chica sin recuerdos pensaba que se iba a ir estaba muy equivocada. Era su vida, su amor, su razón de ser. Y aunque la había cagado muchas veces se mantendría allí, al pie del cañón.
- No me apartes princesa... no puedo... no puedo vivir sin ti.
Pronuncia las dolorosas palabras al viento abrazándose las piernas, mientras esperaba que por alguna especie de milagro su novia lo recordara, debía haber una manera, no se rendiría sin pelear. Y si aún no lo recordaba, volvería a enamorarla. Ya había tenido su amor una vez, nada le impedía volver arecuperarlo.
- Me amaras de nuevo, ya verás...
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¡Hola gente bella! ¿que les parece nuestro sexy Peter de doctor? jajaja lo había estado meditando con la almohada y ella me dijo daleee y bueno, yo también me podría toda loquita con ese sexy vampirito, bueno niñas, espero sus comentarios :D Gracias por leer.
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Don't Remember
ФанфикLas cosas iban de mal en peor, la ultima palabra que escucho de su amada antes de cerrar la puerta fue, si te vas, no esperes que este aquí para ti. Claro el joven Matt Ortega jamás se imagino que esas palabras iban a ser las que sellaran su destin...