louder than bombs

there is a light that never goes out

Eddie lloraba encerrado en su cuarto mientras su madre le gritaba del otro lado de la puerta. Cansado de todo había decidido desobedecerle, salir con sus amigos cuando quería y tirar sus placebos al cesto de basura.
Cuando su madre se dió cuenta no tardó en descargar su furia contra el, pero a Eddie ni siquiera le importaba, no sentía como si esa mujer fuese su madre, ni esa casa su hogar.

Entre lágrimas logró salir por la ventana de su habitación que daba a la calle y corriendo entre la oscuridad llego a la casa de su única salvación en ese momento; Richie Tozier.
Trepando la ventana logro llegar hasta la habitación del pelinegro, este se encontraba sentado en la cama con una guitarra entre sus brazos.

Eddie sonrió con ternura y golpeteo el vidrio para que su amigo lo viera.

Apenas Richie noto su presencia se levantó y fue hacia la ventana con una sonrisa en los labios.

-¿Qué te trae por aquí a estas horas Eds?- Dijo Richie con lo que parecía una sonrisa coqueta.

Eddie lo miro

-Vamonos por está noche, necesito despejarme.- Richie solo lo miro confundido.

-¿Irnos? ¿A donde?

-No lo sé, es solo por esta noche.

Richie lo miro y tras meditarlo un rato soltó un suspiro y una sonrisa sincera.

-No puedo creer que Eddie Kaspbrak se haya escapado de su casa y quiera salir durante la noche.- Eddie solo soltó una pequeña risa y se sonrojo.- Salgamos por la ventana, no quiero escuchar a mis padres.

Tras unos minutos que trataron en salir de la habitación, ambos ya estaban frente al auto de Richie... O quizás del padre de Richie.

-¿Dónde quieres ir?.- Dijo el de gafas una vez ya dentro del auto.

-No lo se... Donde haya música y gente, y se sientan vivos y jóvenes, quiero ver gente y quiero ver vida.

-Sigo sin creer que estés haciendo esto Eddie.

-Estoy cansado de todo Richie.- Eddie lo miro y su tristeza se reflejaba en sus ojos.

-Eddie... Me iré en unos meses. Ya sabes, muchas veces te dije que esta ciudad no me gustaba, y he estado ahorrando por mucho tiempo... No tengo ningún plan, solo sé que tomaré lo necesario, el auto de mi padre y me iré, quiero ir a una ciudad donde nadie conozca mi nombre ni mi historia.- Richie paso y suspiro mientras pensaba lo que iba a decir.- Quiero... Quiero que vengas conmigo.

"Oh Dios, mi oportunidad ha llegado por fin" pensó el más pequeño, pero entonces un extraño miedo lo paralizó y no pudo preguntar.

Eddie quedo en silencio por unos segundos mientras que sentía su corazón latir con fuerza. Una sonrisa se asomó por sus labios mientras que levantaba su vista y buscaba la mirada de Richie.

-Me iré contigo Richie, a donde sea.

Y el pelinegro no pudo contener la felicidad desbordante que lo llenaba, y sonrió tanto que sus ojos se achinaron.

-¿De verdad? ¿No te da miedo?

-No.- Dijo Eddie restándole importancia aunque en su interior Moria de miedo.

- ¿Y si un autobús de dos pisos choca contra nosotros?.- Dijo Richie bromeando.

-Morir a tu lado es una manera tan celestial de morir.

-¿Y si un camión de diez toneladas nos mata a ambos?

-Morir a tu lado, bien, el placer y privilegio es mio.

Ambos sonrieron sintiendo algo más que simple felicidad y el indefinido camino se llenó de silencio nuevamente.

Tras un rato largo de estar callados, Eddie hablo.

-¿Donde estaré al final de la noche Richie?.- Al más pequeño se le notaba el temor en la voz.

-¿Donde quieres estar?

-No lo sé, pero por favor no me dejes en casa, porque ya no es mi hogar nunca más, y ya no soy bienvenido.

-Tranquilo, no te llevaré a casa si no quieres, en realidad yo tampoco quiero ir a la mía.- Richie se sentía cansado también, había estado esperando por mucho tiempo, y seguía esperando, esperaba el día en que se iría y eso le generaba demasiados nervios. Pero de alguna manera saber que Eddie estaría con el lo tranquilizaba.- Manejemos toda la noche hasta llegar a algún lugar donde haya vida y personas.

-Me parece perfecto Rich.

Y así fue, pasaron la noche manejando por la ciudad, viendo las luces y escuchando música. Fueron al lago a ver el amanecer y Eddie termino con su cabeza recostada en el hombro del más alto.

-Eddie... ¿Por qué viniste conmigo esta noche? Es decir, podrías haber elegido a alguien más, como a Stan, el es tu mejor amigo.

-No lo sé Richie, cuando estoy contigo me siento más tranquilo, es como si en medio de la oscuridad hay una luz que nunca se apaga.

-Ni te imaginas todo lo que me haces sentir Eds.- Dijo Richie y lo atrajo contra su cuerpo.

-Gracias, por todo.- Eddie lo miro y sonrió tranquilo mientras que se acercaba con lentitud a los labios del chico a su lado besándolo finalmente.