Capítulo 1

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De cabra chica siempre me gustaron las guaguas. Me sentía encantada por esos seres babeantes, de ojos grandes, reflejos nulos y sonrisa gigante. Siempre pensaba algún día tendré uno mío (como quién mira un oso gigante de peluche con anhelo a través de una vitrina). En secreto me levantaba la polera en mi pieza, me ponia una almohada en la guata y pensaba "aaaa..asi me vería embarazada" "como se sentirá tener un bebé dentro" hasta que derepente entraba mi mamá a la pieza, botaba el cojín a la mierda y me hacia la que estaba haciendo la cama. Fui creciendo y en mi adultez encontré por fin mi Príncipe Azul ( luego de besar varios sapos) y un día llegó la proposición: "¿Tengamos un bebé?" y me volvi locaaa, loca de amor, de calentura por ese hombre que me estaba haciendo la proposición mas bella de la vida. Y me dejé llevar no más. Al dia siguiente fuimos a quedarnos a la casa de sus abuelos en el campo y he de reconocer que más de un agarrón de poto no hubo porque nuestra pieza (de camas separadas) quedaba al lado de la pieza de sus abuelitos y aunque la fiebre uterina era alta la decencia pudo más. En fin, durante esa semana que nos quedamos alla me invadió una flojera más grande que la boca de Julia Roberts y lo único que quería era dormir y dormir, me levantaba en modo zombie y me acostaba como a las 9 de la noche después de ver la novela todos en conjunto. Llegó el dia de irse y me levanté como a las 5 de la mañana a vomitar. Lo asocie a los nervios de viajar de vuelta y volvi a dormirme. Luego, durante dos semanas anduve con náuseas, yo pensaba que tanta fritura me había hecho mal al hígado (habíamos estado en Chiloe y me volvi loca comiendo los tremendos milcaos a luca) pero cuando tuve una semana de atraso empecé a sospechar que podía tratarse de otra cosa. Le comenté a mi pierna pelua del asunto y me dijo: "aaaa tu siempre con tus atrasos no te creo hasta que me traigas el test con resultado positivo" Puta igual tiene razón -pensé yo- si mi ciclo era mas desordenado que cumpleaños de mono. Pero igual tenia la duda así que me compré el famoso test y de pura ansiosa lo hice a las 1 de la tarde, cuando la wea decía "mayor precisión con la orina de la primera mañana". A la mierda! Tenía que saberlo ya si si o si no. Igual pensaba, mientras sacaba de su envoltura el test, que si estaba embarazada era la weona mas fértil de la Tierra porque solo lo habíamos intentado una vez y según mi app de calendario menstrual ni siquiera estaba en mis dias fértiles. Mas encima había comprado esos test que tenis que mearlos encima y nunca te sientes segura si fue mucho o poco pipi hasta que la wea ya se echó a perder. Menos mal en esa ocasión mande los ml justos de pichi y me quedé esperando los resultados. Es memorable ese momento cuando va avanzando el líquido y empiezas a notar una rayita y despues la otra. Me quedé con cara de aturdia y luego pensé: Conchasumadre!!! Conchasumadre!!! Voy a ser mamaaaaaá! Me puse feliz y empecé a reir, luego lloré, reí y lloré (estoy segura que si alguien me hubiera visto llama los pacos pa que me lleven a un loquero) y comencé a pensar como darle la noticia al futuro pierna pelua papá. Después de eso guardé la compostura, tenia expresión de caballero templario guardando el santo grial, llegó el futuro papá y cada vez que lo miraba me daba risa porque no se imaginaba la mansa noticia que tenía que darle. Cuando él ya pensaba que lo estaba agarrando pal webeo con algo que el no entendía le solte el notición. "Yaaaaa, ¿en serio? Me tas weiando!! decía todo nervioso y yo de los nervios también me cagaba de la risa y le daba menos credibilidad a mi historia. Si no hubiera sido por el test sigue creyendo que lo agarro pal leseo hasta que me viera llegar un día con la guagua en brazos a la casa.

Dulce y Salada MaternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora