Érase una vez una vaca llamada Paca. Ella era una vaca normal. Quedaba todas las mañanas con sus amigas Pepa la cerda y la oveja Shown. El dueño de la vaca se llamaba Hermán Hessen, y tenía una nieta llamada Heidi.
A Heidi le gustaba jugar con la vaca Paca y sus amigos.
Un día el abuelo de la niña fue a ver qué tal estaban y se llevó al Pepa la cerda. Pepa nunca volvió.
En la granja corrían rumores de que cuando se llevaban a algún animal era porque no lo querían y lo tiraban en mitad de la calle, dejándoles a su suerte, lo vendían o incluso algunos decían que los mataban y luego se los comían como salvajes que eran. Las únicas afortunadas eran las ovejas, ya que a ellas les cortaban el pelo y las devolvía, y encima gratis. Pero todos los demás animales en la granja estaban muertos de miedo.
Pasaron semanas y la vaca Paca se fue olvidando de Pepa la cerda.
Un día la vaca Paca se enamoró perdidamente de un caballo que había al otro lado de la valla. Se llamaba Espirit, Espirit el caballo.
La vaca Paca soñaba con ser su mamporrera, así siempre podría tocar su *****. Pero ella sabía que eso era imposible, porque ella era una vaca y no una persona.
Al cabo del tiempo llegó un mamporrero de verdad. Y Espirit el caballo tuvo un hijo.
Al día siguiente de tener el hijo, el abuelo de Heidi fue a la granja.
Todos los animales estaban aterrorizados. ¿A quién le tocaría hoy? El abuelo levantó la cabeza y anunció:
-Espirit, ven conmigo.
La vaca Paca no se lo podía creer, se había enamorado por primera vez y ahora querían llevarse a su amor para siempre. No podía permitirlo.
Se levantó decidida, y hecho a correr hacia donde estaba Espirit el caballo. Pero había una valla delante, de todas formas no freno, siguió corriendo hasta que tiró la valla.
Espirit el caballo, emocionado de poder salir al mundo exterior, se alejó de allí dando brincos de alegría.
La vaca Paca estaba feliz. Aunque hubiese perdido a su amor, ahora sabría que está bien.
Mientras tanto, el abuelo no podía dar crédito a sus ojos. Y encima, se había quedado sin caballo. Así que pensó que lo más justo sería llevarse a la vaca Paca.
Cuando la vaca Paca se dio cuenta de que el abuelo ahora iba a por ella, decidió huir junto a su amado. Pero ella no era lo suficientemente rápida como para llagar su ritmo y no saltaba ni la mitad que Espirit el caballo, así que no pudo saltar la valla.
Cuando el abuelo la pilló, la ató y se la llevó.
Fin de la vaca Paca.
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La vaca Paca
Short Storyen una granja se llevan animales, pero nunca los traen de vuelta. La vaca Paca vive en esa granja con sus amigos.