-Mira Camie, el trabajo no es difícil, tomas la orden de los clientes, la entregas en la cocina y ayudas en alguna tarea que se te necesite...
Sólo intenta ser agradable con la clientela, ellos son los que te darán la propina si les gusta tu atención, entiendes?
-Sí, Kanon, claro...
-Ven conmigo, la gente empieza a llegar...
Lo guió hasta el vestidor y le dió la ropa que usaría para atender.
Se cambió y, mientras la camisa le quedaba holgada, el pantalón le ajustaba bien y le daba vista a su bien formado cuerpo.
Camus no tenía un cuerpo trabajado pero sí muy estilizado y elegante; delgado, de tez pálida, cabellera larga acuamarina y hermosos ojos violeta-azulados, era un joven deliciosamente bello.
Kanon adoraba a su amigo, se conocían desde que se acordaban y había estado junto a Camus durante todo el proceso de duelo, dolor y angustia después del accidente...
Su hermano Saga, era diferente, miraba al muchacho como para comérselo y Kanon siempre tenía que frenarlo.
La gente se sentaba en sus lugares preferidos y llamaban para ser atendidos.
Camus desplegaba toda su sonrisa y les tomaba los pedidos sin problemas... le gustaba el lugar, la gente era agradable...
Pasaron los días, los meses, Camus tenía clientela regular que sólo deseaba ser atendida por él...
Mientras que el sueldo iba todo para ayudar a su padre con los gastos, él se había abierto una cuenta en el banco con ayuda de Kanon (era menor de edad aún) y depositaba a diario sus propinas, con la esperanza de llevar a Hyoga a China...
Una tarde Kanon lo llamó por teléfono para decirle que estaba enfermo y que necesitaba que lo cubriese en su turno nocturno, cosa que Camus aceptó en seguida y fue rápido a visitar a su amigo.
Kanon estaba en cama con fiebre, Camus lo cuidó hasta la hora de trabajar y al salir, Kanon le habló:
-Camie, cuídate mucho y no dejes que nadie te diga qué hacer o te obligue a nada que no quieras... nunca has venido al local de noche y es distinto a tu turno... ten cuidado... te quiero mucho...
Camus salió extrañado de la casa de su amigo pero no le preguntaría nada a Saga, no quedaría como un mocoso tonto ante los demás que eran todos mayores que él (los gemelos ya tenían veinte).
La gente comenzó a llegar y pronto Camus vio y entendió lo que había dicho Kanon.
El ambiente era muy distinto, eran todos hombres, bebían más que comer, se reían a carcajadas tratando de llamar la atención de otros clientes... y seguían bebiendo sin control alguno...
Ese no era el trabajo que Camus había supuesto jamás pero ya estaba allí y seguiría los consejos de su mejor amigo.
-Mesero... no hay mesero aquí?
Un apuesto joven de cabellos cortos rizados llamó y Camus se acercó de inmediato.
-Señor, qué va a pedir?
La mesa estaba ocupada por cuatro hombres, de los cuales dos eran pareja obviamente; se acariciaban y sonreían todo el tiempo.
Camus miraba la linda pareja que hacían; uno era alto, de cabellos celestes y rostro angelical y el otro, de cabellos azul oscuros cortos y más grande físicamente. Se decían Dita y Mask entre ellos...
El restante era un joven de la edad de Camus, de ojos y cabellos largos azules; era muy atractivo al igual que el otro pero se veía que entre ellos no había nada, eran amigos...
-¿Te puedo pedir a ti, belleza?
El de pelo rizado habló y Camus que se sonrojó a punto tomate, salvado sólo porque la poca luz del lugar no lo delató.
-Señor, en verdad, haga su pedido que tengo que ir a otra mesa...
-Era sólo una broma, chico, no te enfades... tráenos cerveza y vino para Masky
-En seguida serán servidos, señor, gracias!
Camus le sonrió y salió hacia la barra.
-¿Quién es ese bombón? lo quiero conocer... Sagaaa!
El de pelo rizado gritó llamando al dueño del local y amigo suyo también
-¿Qué sucede Aioria? No los han atendido aún?
A Saga no le gustaba hacer esperar a los clientes y menos a sus amigos de toda la vida.
-Sí, ese bomboncito de mesero nos atendió... quién es?
-Ese?- dijo señalando al chico -ni te le acerques, es el consentido de mi hermano
- Él es el famoso Cami de Kanon? por Dios que yo también lo tendría escondido del mundo y sólo para mis ojos! ¿Trabaja aquí ahora?
-Kanon está enfermo y lo está reemplazando; ya te lo dije, no quiero problemas con Kanon...
-Tranquilo... la doncella estará en buenas manos...
Saga revoleó los ojos al aire suspirando en rendición... era imposible hablar seriamente con Aioria, siempre se saldría con la suya...
-Debo seguir trabajando, no molesten a Camus...
-Sí, claro...
Aioria se rió y el otro joven lo miró serio
-¿Y a ti qué te pasa hoy Milo? también desapruebas que me guste el mocoso?
-No es un mocoso, tiene mi edad creo...
No deberías molestarlo mientras trabaja... además, Saga ya te advirtió que Kanon no te permitirá que le hagas daño.
-Pero yo no lo lastimaría, le daría placer sin límites...
-Y si se niega? nadie te puede rechazar a ti...
-Entonces yo le...
Su conversación se cortó cuando vieron que Camus se acercaba con sus órdenes sonriendo.
-Aquí está todo señores, algo más que deseen?
Sin darle tiempo a nada, Aioria lo tomó de la cintura y lo sentó en su regazo. Camus quiso pararse pero no podía soltarse de su agarre, era mucho más grande que él.
-Suélteme!
-¿Por qué? preguntaste si quería algo más y te quiero a tí. Aquí los meseros también son parte de lo que se puede comprar.
Y para demostrarle su punto, le hizo ver en otras mesas, donde los meseros se sentaban seductoramente en los regazos de sus clientes y se frotaban y besaban sin pudor.
Camus palideció ante esta nueva información pero rápidamente recordó las palabras de Kanon.
-No se confunda conmigo! yo no soy así! sólo estoy reemplazando a un amigo... por favor, suélteme!
-Ya basta, Aioria! deja al chico tranquilo! No te das cuenta que no quiere ser parte de ésto?
Milo estaba asqueado, no le gustaba la situación; no era que él no lo hubiese hecho nunca, sólo que cuando lo hacía, sabía a quién elegir, que no lo rechazaría...
Aioria soltó a Camus y éste se levantó rápido y se fue, dándole una mirada a Milo pero sin decir palabra....
-Eres un tonto Milo! me hiciste quedar como un estúpido delante del mocoso!!
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Bailarina particular (Private dancer)
FanficNo confundas lo que hago... no me vendo y si digo no, es no... Un chico que la vida lo golpea duro demasiado pronto pero aprende a superarse sin dejar de ser quién es, ni olvidar sus valores morales... Créditos a los autores de las fotos que publiq...