-Por favor amiga, quedate sólo ésta noche, por los viejos tiempos.-Me pide Cami haciendo un puchero.
-Sí, iupi, noche de chicas.-Exclama sin ganas Dami.
Me lo pienso un buen rato, primera noche en la que estaba mi amiga en la Costa y ya me quedaba a dormir. Recordaba las palabras de mi madre. "Cruzas pero no te quedas a dormir, ¿está claro?"
-Está bien. Pero sólo por hoy, antes de que mi madre me cuelgue de un puente.
-¡Sí!-Grita emocionada mi amiga mientras me abraza.-Ahora, te voy a contar sobre Joaquín.
Y aquí vamos de nuevo, pienso. Era la octava vez que me contaba acerca de su nuevo novio.
-Hablemos de otra cosa, Cam. Cele debe estar cansada de escuchar lo mismo.-Dice David. Ya que Camila y yo poseíamos el mismo nombre (y, por degracia, el mismo segundo nombre), a mí me llamaban por el que me secundaba, Celeste.
-Agh, está bien. Son unos aburridos.-Pronuncia con voz cansada.-Apaguen la luz, tengo sueño y me mata tanta claridad.
Damián me mira, era la que más cerca del interruptor estaba. Bufo y me levanto con resignación, apago la luz y me acuesto en el borde de las dos camas marineras. Cami estaba en una y Dami en la otra, por lo que a mi me tocó la bendita punta con la bendita madera del medio.
-Podríamos jugar a las preguntas.-Dice Damián.
-¿Cuántos años tenemos? ¿15?-Le pregunto.
-Dale sucia, es para matar el tiempo. Para eso me voy a la casa de al lado.-Dice medio inerte.
Lo que menos quiero es que te vayas nene, pienso para mis adentros.
-Ufa, está bien.-Dice mi amiga.-A ver, yo empiezo. ¿Qué tipo de chicas te gustan?
-Morochas de ojos marrones.-Dice.-En lo posible copadas y graciosas. ¿A ustedes? Chicos, claramente. No se me hagan las tortas acá adentro.
-No sé, yo casi siempre fui de los rubios con ojos claros pero últimamente me están llamando la atención varios morochos de ojos cafés.-Boom, creo que si no notaba esa indirecta me tiraba por el acantilado.
Se ríe y asiente.-Bien.-Dice mientras se rasca la nuca.-¿A vos Cam?
-A mí me gustan mayores.-Comienza a cantar.
Con Dami nos reímos y nos pegamos en la cara, ésta mujer no se cansaba de hablar acerca de su novio.
-Igual yo tengo ingeniosas estrategias.-Atina el pelinegro.
-¿Ah sí?-Pronuncio.-¿Cómo cuáles?
-Un mago no revela sus secretos.-Ríe mientras se sienta mejor en su lado de la cama.-Pero te voy a contar mi regla principal: Yo nunca le hablo a la chica, siempre espero a que ella de el primer paso.
Si no me había equivocado esa había sido la mayor indirecta que me habían dado en mi puta vida. Pero que alguien me explicase, ¿cómo mierda hago para dar el primer paso? Si soy la persona más vergonzosa del mundo. Aparte, tiene novia, ¿acaso llegará a darme importancia?
-Interesante dato.-Dice la hermana.-Pero lo siento mucho, yo me estoy por quedar dormida, si ustedes se quieren quedar despiertos hablando que sea en voz baja porque estoy demasiado cansada.
Me río y asiento en la oscuridad.-Que descanses amiga.
Se dio media vuelta y a los segundos ya estaba roncando. Dudaba de que mi hermosa amiga fuera un perezoso.
Nos encontrábamos callados entre la fría oscuridad. El muy maldito estaba todo tapado jugando con su celular mientras yo me encontraba recostada a sus pies muriéndome del frío. Toso para tratar de llamar su atención pero él estaba muy concentrado con el Candy Crush.
-Ojalá pierdas por no prestarme atención.-Mascullo.
Se ríe y no omite palabra. Puto, pienso.
Me rindo y cierro los ojos en un vano intento de poder dormir. Tenía debajo de mí las maderas de la cama y no eran muy cómodas que digamos. Bufo y me doy vuelta.
-Vení acá siome, mira si vas a dormir ahí incómoda.
Hasta que te diste cuenta.
Me río por lo bajo y me estiro al lado de él. Apaga el celular y lo deja sobre un pequeño cubículo que hay en la pared encima de nuestras cabezas. Bufo de nuevo, quería hablar un rato con él.
Estaba boca arriba súper incómoda, y se me ocurrió para llamar su atención taparme con la misma sábana que él y darme vuelta brindándole toda mi parte baja. Pero como lo imaginé, ni rastro de atención.
Me rindo de vuelta y trato de dormir, aunque me ponía a pensar de las miles de maneras en las que me gustaría de estar con él. El muy maldito me gustaba desde chica, pero lamentablemente nunca se lo hice notar por miedo.
Como por bendición del cielo veo que respira hondo y agarra su celular nuevamente para jugar a ese juego que en éstos segundos lo amaba por existir y captar la atención del muchacho.
Era mi momento, me di la vuelta y comencé a molestarlo mientras me reía por las caras de hartazgo que producía. Le faltaba un movimiento para terminar, lamentablemente mal gastado por mí ya que se me ocurrió molestarlo otra vez.
Mira fijo el celular sin pestañar, y me preocupo por lo que se avecina. Bloquea el celular, lo deja donde estaba y se da media vuelta, quedando nosotros dos cara a cara, enfrentados.
-No sé que hacer.-Susurra muy cerca de mis labios. No podía creer la proximidad en la que nos encontrábamos.
Suspiro, dándome cuenta que lo que siempre anhelé se estaba por cumplir. Relamo mis labios y susurro un inaudible "¿con qué?"
Suspira como yo hace pequeños segundos, ¿será que él también pensaba lo mismo? ¿o simplemente yo me estaba haciendo la cabeza con ilusiones que no serían?
Lo que siguió me dejó sin aliento.
-Ya fue.-Casi que me desgarró el alma esa palabra.
Me tomó de los dos costados de mi rostro y me dio un beso. Un beso tan cálido, tan sentido, con tanta necesidad que me olvidé de todo.
Me olvidé de que lo que estaba haciendo estaba mal, que él tenía novia y que no era correcto lo que estaba haciendo, de que nos llevábamos 4 años, de que mi amiga hermana se encontraba a centímetros nuestro, del mundo entero.
Éramos nosotros dos en ese pequeño lugar, y podía jurar que nunca fui tan feliz como en ese momento.
ESTÁS LEYENDO
Fly together
Fiksi RemajaIvone es una adolescente modelo en cuyas vacaciones se termina enamorando del hermano de su amiga. Prepárate para ésta historia de amor