Capítulo 2

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Meses atrás, casa de AJ, 5:59 am.

AJ dormido boca abajo, con sus manos descansando sobre la almohada, la temperatura caliente se notaba en el ambiente, el sudor de su frente y sus cejas gruesas que le daban un toque de gladiador y su rostro relajado es más que magnifico; era simplemente la tranquilidad en su máximo esplendor.

Cuando su celular sonó, dejando escuchar una exagerada canción de rock como despertador; se sobresaltó y tomó el celular apagando el despertador, mientras miraba confundido su habitación, los posters de sus bandas favoritas y el anticuado tapiz que cubría su habitación, frotó sus ojos y pasó la palma de su mano por todo su rostro, se levantó y entro a su baño encendiendo la luz, se cepilló los dientes y se dio una tranquila ducha con agua caliente, salió de la ducha, se cambió tranquilamente, ordenado su habitación antes.

Salió de su habitación, cerrando la puerta dando un leve portazo, bajó las escaleras como era de costumbre, vio la misma nota de sus padres el cual decía 'te queremos cariño, te dejamos dinero para que ordenes lo que quieras para la cena, con amor... tus papás.' Soltó un leve suspiro y abrió la puerta del gabinete para tomar los cereales, tenía que desayunar, inclinó el cereal a su boca; dejando caer adentro granos de cereal. Dejo la caja en su puesto y se dirigió a la nevera, para tomar la leche y llevarla a su boca como lo hizo con el cereal. Dejó todo como estaba, los alimentos y la nota vacía de sus padres en su puesto original. Salió de su casa, cerrando la puerta de la entrada con llave antes de irse, cuando su vecina salió de su casa dejando ver un escote prominente, lo saludó moviendo sus dedos con una postura sugestiva. AJ rió y siguió su camino, con las manos adentro de los bolsillos de su montgomery negra, el vapor que salía de su boca; sus cachetes colorados como si fuese un elfo de navidad, debido al blanco invierno y las nubes grises como era de costumbre en Forks.

El mismo autobús, el mismo camino, las mismas paradas y las mismas personas... todo era igual, todo tan costumbrista, es simplemente paradójico, cuando finalmente bajo del autobús, con el ceño fruncido lo que era costumbre en él. A punto de entrar al instituto cuando se encontró a una alumna nueva, la cual estaba despidiéndose de lo que parecía ser su hermana pequeña.

—¿Vendrás por mí? —preguntó la pequeña niña soltando la mano de su hermana, mientras se acomodaba su boina de lana roja.

—Cate, sabes que no puedo ir por ti... ya no es cuando estaba en quinto grado. Pero si hay alguna llamada del destino que me permita ir por ti, prometo que te recogeré. ¿Vale?

La pequeña sonrió dejando ver de sus cachetes dos preciosos hoyuelos, poniéndose en puntitas para darle un beso en el cachete a su hermana mayor.

—¡Te quiero Ramo! —gritó la pequeña, corriendo energética para ir a su instituto.

—¡Yo también te quiero! —respondió gritando.

AJ y la nueva caminaron juntos hasta el aula de clases, la chica miro al costado notando a un chico alto, cabello castaño y cejas gruesas. Cuando esta toco el hombro de este con su índice en forma de juego, AJ simplemente sonrió, pero no fue capaz de dirigirle la palabra, esta extrañada simplemente inclinó la mirada siguiendo su trayecto al aula, quedando el momento en un silencio incómodo.

Presentaciones de los alumnos nuevos, nuevos maestros, clases normales, la hora del almuerzo y más clases, para luego irnos a nuestras casas, es simplemente agotador. «Mi nombre es, mi nombre es. Que estúpido» Pensó AJ, pero no se atrevió a decirlo en voz alta hasta que la última fue la chica nueva.

—Mi nombre es Chiara Ramona Cristerna, llegué a Forks hace un año, nací de Lincolnshire, Inglaterra, pero tengo ascendencia griego-italiana y... me gusta que me digan Ramona y me encanta la música.

AJ quedo atrapado en ella, su carisma y su personalidad extrovertida, en la luz que golpeaban sus hermosos ojos azules, su piel blanca, sus labios gordos, besables y rojos, su falda a cuadros, sus botas negras y sus piernas delgadas, pálidas y delicadas. Imaginando un baile con ella, de fondo sonando alguna canción de Oasis o algo por el estilo, es simplemente la imaginación perfecta; como si fuese una especie de flashback cuando volvió a la realidad, clases y el estrés del último año.

El infierno de una semana fatídica de clases, nos vamos a casa, pero este día paso de ser un bucle existencial a un día hecho por los dioses, la mayoría de los estudiantes iban para sus autobuses, riendo en grupo o simplemente en solitario o los afortunados de irse en auto a casa, a simplemente a disfrutar el viernes. Hoy fue la excepción, AJ caminó esta vez hasta su casa apreciando los vecindarios y los suburbios, cuando un grupo motorizado venia atrás de él, con la música a todo volumen con la cadena de David Bowie. Tres motos en total y en una iba su mejor amigo Harry, Harry al notar que su mejor amigo iba solo por la acera, con las manos en los bolsillo y su vista al frente un poco aturdido por el ruido. Cuando frenó en seco, haciendo que los demás motociclistas parasen también, apagando la música y retirándose el casco, mirándolo contento con una sonrisa abrigadora.

—¿¡Qué hay AJ!? —dijo el Harry, bajándose de la moto tranquilamente chocando puños.

—Nada hermano, ya sabes a casa, apreciando la vista. —contestó AJ.

—¿Y qué harás esta noche? —preguntó Harry sonriendo.

—Nada hermano, dormir o comer —respondió AJ, aburrido.

—¿¡Quién está en casa un viernes en la noche!? —señala sarcástico.

—¡Hey! —exclamó AJ —, simplemente no hay nada que hacer.

—Bueno, da igual hermano. Ven esta noche al bar, vamos a pasarla un rato con el grupo—propone Harry.

—Nah hermano, la verdad me da mucha flojera—comienza a caminar, con Harry siguiéndole el paso.

—¡No, no, no! Ven Andrew, vamos a pasarla bien y vendrá la chica nueva ¿cómo se llamaba? Ah, sí. Ramona —comenta sarcástico el adolescente. AJ sonríe con lentitud demostrando un poco de emoción al quedar ojiplático —¡Ves, hoy estabas babeando por la nueva y de echo está atrás en una de las motos! —susurra Harry cauteloso con un tono burlesco, señalando con la mirada a Ramona, la cual estaba riendo en la parte trasera de una de las moto con una simpática rubia.

—Eh, eh... Quiero decir... ¿¡Sabes qué!? Me convenciste, no esta mal salir por ahí con la pandilla —contesta con la mirada centrada en Ramona, devolviéndole la mirada a Harry —Ahí te espero o mejor dicho, "te esperamos" —se burla Harry haciendo comillas con los dedos.

—¡Esa es la actitud! —chilla emocionado Harry, subiéndose a una de las motos estacionadas, encendiéndola directamente —Entonces... ¡Hoy en el bar! —arranca Harry acelerando, siguiéndole el paso las demás motos, cuando Ramona fijó su mirada en AJ, despidiéndose de él con un saludo militar, utilizando sus dedos índice y medio como si hubiese salido en algún comercial de coches, para luego elevar su mano y decir adiós.

AJ sacudió el puño al cielo, como si tuviera la respuesta a la pregunta del millón.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2018 ⏰

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