Kuroi Kenshi no Densetsu

De vuelta a casa

Kuroka y yo nos despertamos en mi habitación y llorando de alegría nos besamos. De no ser porque estaba Kuroka ahí y yo tenía la misma ropa y heridas hubiera pensado que todo había sido un sueño. Miramos la hora y vimos que eran las tres de la mañana, justo la misma hora que cuando fuimos a ese mundo. Estábamos cansados y era de noche así que nos dormimos. Al día siguiente despertamos, nos duchamos juntos y cuando salimos a la calle a por algo de comida y ropa nos enteramos de que habían dado la alerta de que habíamos desaparecido y nos estaban buscando. Cuando me traté las heridas y nos cambiamos de ropa vinimos a la comisaría.

Yo: Eso es todo agente. Creo que no me he dejado ningún detalle.

Agente: Antes ha venido una tal Marta que también había desaparecido y nos ha contado exactamente lo mismo a partir de vuestro encuentro. Hemos mirado si os conocíais alguno antes de eso o si habíais coincidido en algún momento pero parece que no. Es una locura esa historia que nos habéis contado. Por el momento daremos esa teoría como valida por las pruebas y otras cosas, pero seguiremos investigando.

Yo: Me parece correcto agente. ¿Podemos irnos ya por favor?

Agente: Sí, por supuesto. Que tengan un buen día.

Kuroka: Igualmente agente.

Salimos de la comisaría y vamos a un parque dándonos la mano y miramos a la gente mientras estamos sentados en un banco.

Kuroka: Por fin se ha acabado todo. *apoya la cabeza en mi hombro*

Yo: Sí... Y por fin puedo pasear contigo en sitios bonitos como tú. *sonrío y nos besamos*

Kuroka: Oye. ¿Qué vas a hacer con la chaqueta?

Yo: Creo que la llevaré a que me la arreglen y la usaré de vez en cuando.

Kuroka: Eso estaría bien.

Yo: Le he cogido aprecio. Después de lo que he pasado con ella creo que es normal.

Kuroka me da la mano.

Kuroka: *susurrando* Espadachín negro...

Yo: ¿Qué?

Kuroka: *sonriendo* Aunque ya no lo seas para mí siempre lo seras, héroe. *me besa*

Yo: Te amo.

Kuroka Y yo a ti tonto. *sonríe*

Fin.