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Daniel.

Camine lo más tranquilo y precavido que pude, había llegado a la parada de buses, por lo que me entere de los rumores, hoy llegaría alguna niña nueva desde el extranjero.

Después de tomar mi bus e irme a parar en la parte de atrás ya que todos los puestos estaban ocupados, me concentre en mirar el paisaje que reconocía desde hace dos años atrás, en esos momentos recuerdo el por que me cambie de mi antiguo colegio.

Al llegar enfrente de mi colegio y bajar del bus, me dispuse a buscar a mi lindo juguete o como algunos rumores dicen, mi novio.

A pesar de no encontrarlo en la entrada lo pude ver en clases ya que este se sentaba a un lado de mí, a penas cruzo el umbral me dedico una mirada de rencor, a lo que yo reí.

hola Juguetito, ¿cómo amaneciste hoy? —dije juguetón mientras le abrazaba de la cintura.

Aleja te de —Empecé a besar su delicado cuello y le susurré.

Me muero por ver como te quedaron mis marcas, amor.

Al final recibí un empujón y un insulto por parte de mi juguetito mientras veía como algunos nos veían extrañados o de ley, raros. Simples cosas que no me importaba y en medio de todo el murmullo de la gente por esparcir otro rumor entro el profesor con una chica pelinegra, siguiéndolo.

La chica se presentó y se sentó a delante de mi juguetito, con el cual intercambio una que otra palabra, algo que me extraño mucho, las clases finalizaron muy rápido y molesto por no haber pasado mi receso con Samuel, me dispuse a buscarlo.

Lo encontré debajo de unas escaleras hablando con Ursula o así se hizo llamar. Ella al verme solo me saludo pero Samuel solo salio corriendo sin antes decirle adiós a esa niña.

«quiero saber por que te has vuelto tan cercano a esa estúpida niña»

Perseguí a Samuel hasta el laboratorio de química y biología en donde nos encerré, una vez allí una sonrisa cruzo mis labios.

Recuerdas que en el laboratorio de nuestro antiguo colegio nosotros..... Dije al atraparlo contra una mesa.

Daniel, suelta me.

Primero dime lo que planeas con esa niña.

Nada, solo me cayo bien Lo mire incrédulo unos segundos— Sabes, a mí también me pueden caer bien las personas.

Eso espero Le di un beso profundo— Por tu bien, eso espero.

Le mordi levemente la oreja para sentir como temblaba y trataba de alejarme de él, me hubiera divertido más con Samuel si no fuera por que empezaron a tocar la puerta y a gritar abran. Al salir del salón vimos que era el conserje que nos vio raro, aunque no tenia la culpa de eso.

Al llegar a la salida del colegio Samuel corrió de nuevo para alejarse de mí algo que me dio ternura ya que...

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Nunca podría escapar de mis marcas

A "D" Le Encanta Morder A "S"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora