Capítulo I

49 8 3
                                    

"CARTER"

Hoy es un día como cualquier otro, mi rutina suele ser la misma cada mañana al despertar, pero no me molesta pues sé que al llegar a la preparatoria todo será diferente gracias a él. Max suele ser un chico muy atento y amable, aunque claro que no siempre, pero es la mejor persona que conozco, todas las chicas lo encuentran atractivo pues su tez es blanca, tiene unos grandes ojos azules muy claros con tonos verdosos, su cabello es castaño con tonos rubios dispersos, además de eso es el capitán del equipo de rugby.

Mientras camino a la preparatoria coincidí con una compañera del club de música al que solía asistir hace un par de años, siempre coincidimos en el tren, su nombre es Connie y es la chica más linda que conozco. —Hola Carter ¿cómo estás hoy? —preguntó como siempre sonriendo—. Ella también forma parte de mi rutina pues cada mañana me encuentro con ella.

—Hola Connie —saludé con educación seguido de un beso en su mejilla—. —Estoy muy bien gracias —continué—. Ella comenzó a hablar, no es que sea mala persona y no me guste escucharla, sino que siempre me cuenta la misma historia, aquella donde nos conocimos y porque creé que estamos destinados a estar juntos, aunque nunca he estado seguro si lo dice de una manera amorosa o como amigos, tal vez un día de estos me atreva a preguntar. Así que durante este tiempo solo miro por la ventana la ciudad, lo hermosa e inmensa que esta es. Finalmente llegué a mi estación, me dirigí a la preparatoria que no quedaba muy lejos de ahí pero justo unos cuantos metros antes de entrar.

—¡Carter! —Gritó aquella inconfundible voz—. Era Max que había arrojado un balón directo a mí, por inercia corrí para atraparlo, tal vez no fue una muy brillante idea de mi parte porque sin avisar cuando bajé mirada pude verlo acercarse directamente al lugar donde yo había atrapado el balón. —¡MIERDA MAX NO!—. Estaba a punto de recibir un buen tackle, el impacto fue tan fuerte que me hizo caer y girar por el pasto, a Max realmente se le ha pasado la mano está vez.

—Necesitas esforzarte más si quieres ser capitán algún día, o al menos tan bueno como yo —alardeo con tono de burla con su perfecta sonrisa estirando su mano para ayudar a ponerme de pie.

—¡Max estás loco! Ahora estoy todo sucio por tu culpa —dije un poco molesto pues siempre me esforzaba por estar presentable en clases y él lo sabía, es por eso que me molesté con él.

—Vamos pequeño nerd no es para tanto, solo es un poco de pasto —contestó mientras sacudía mi cabeza el polvo que se había quedado en ella, como si eso pudiera compensarlo de alguna manera.

Esa mañana salí al baño y cuando regresaba encontré a Gaby, una de las chicas que está en mi clase y que además es mi mejor amiga. —Sí que es un chico muy apuesto eh —dijo ella—. Gaby me había descubierto viendo a Max quien se encontraba en el segundo piso con sus amigos de clases.

—¿A qué te refieres? —Pregunté muy avergonzado mirando hacia todas las direcciones que me fueran posibles intentando evitar contestar la pregunta. Ella solo dejó salir una risilla burlona, golpeó mi brazo ligeramente y después ambos regresamos a clases sin decir nada más.

Más tarde después de clases me dirigí al campo de entrenamiento pues dentro de unos días tendríamos un partido que decidiría si jugaríamos en las semifinales o no, nuestro entrenador era cada vez más estricto con los entrenamientos pues sabía que nuestros adversarios eran muy difíciles de vencer y que de ese partido dependía su reputación como entrenador.

En nuestra ciudad el rugby es muy importante, todos se vuelven populares solo por pertenecer a los titulares de la preparatoria.

—Carter ¿de nuevo en la luna? —preguntó Max al llegar al campo—.

¿CUÁNTO ES PARA SIEMPRE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora