Mi Chico Rebelde. ||Abraham Mateo||

Capitulo 46

Dios, que pesado.
Dejé mi celular y baje a la sala, dios tengo hambre y no hay nada.
Decidi ir por una pizza, el problema: ¿Quién me lleva? Diablos.

Subi al cuarto de Abraham y toque su puerta.

-¿Se puede?

-Sí.

Entre y el estaba acostado en su cama con su celular.

-¿Qué pasa?- pregunto mirandome.

-¿Me puedes llevar por pizza? Tengo hambre y no hay nada que comer.- le dije recargandome en el marco de la puerta.

-Pues ve tu, yo no tengo hambre.- dijo viendo su celular.

-Okay, pero no me pidas que te de.- me salí de su habitanción.

-Osh, pero yo quiero que tu me des.- me miro.

-Pero no me quieres acompañar.- le dije mirandolo.

-Osea que si voy.. ¿Te puedo dar esta noche?- me dijo. Espera, ¿Qué?

-¿Qué? No Abraham. Hablaba de la pizza.- le dije poniendo cara de asco.

-Ah, bueno.. también quiero.- se puso sus tenis y salimos.

Nos subimos a su auto, en el camino hubo un silencio incomodo. No me gusta estar sola con el, pero mi huevonada no me deja.
De pronto siento como roza su mano con mi pierna y la empieza a acariciar. Rápidamente la alejo y lo miro mal.

-¿No puedes estar un puto segundo sin joderme?- lo mire.

-Es que eres tan..-miro hacia la ventanilla- me vuelves loco, es eso.-me miro y se mordió el labio.

-Me das asco.- le dije mirando hacia enfrente.

-Ugh.- se quejó y ya no dijo más.

Llegamos a la pizzeria, pedi una de peperoni y otra mexicana. Pagué y salí del establecimiento. Subi al auto y me abroche el cinturón de seguridad.
Llegamos a casa y comenzamos a comer, de pronto el celular de Abraham suena.
Salió al patio y yo me quede comiendo.

-Okay si... sí.... si, yo le digo.... si.... okay.... nos vemos, chao.- entro.

-Era Harold, vamos a ir todos al cine. ¿Vas?- me pregunto.

-Sí.-

-Okay, nos vamos a las 7:00- me dijo, tomo un cacho de pizza y subió a su cuarto.

Apagué la television y tambien subi a mi cuarto, me di una ducha rápida y me comencé a vestir.
Me puse unos jeans negros con una playera blanca holgada, unas vans blancas y una capa color negra holgada. Dejé mi pelo suelto y solo me enchine las pestañas y me puse poco brillo en los labios.
Tome una mochila y baje para esperar a mis amigos.

6:50 pm tocan la puerta, son todos los amigos.

-¿Están listos?-pregunto Zack.

-Yo si, Abraham aún no ha bajado.- le dije.

-¡ABRAHAM, CABRÓN! ¡O TE APURAS O VOY POR TI DE LAS OREJAS!- Gritó Zack.

-Ya voy! Ya voy! No tenias por que ser grocero.- le dijo.

-Okay, vamonos.- dijo Angel.

Salimos todos y nos fuimos caminado. Llegamos al cine y compramos cosas:
Palomitas, dulces, bebidas.

Entramos a la sala, advinen cual quisieron ver. Sí, asi es. Cincuenta sombras liberadas. ¿Por qué les gusta ver eso?

A mitad de pelicula Joss y Belinda salieron por unos nachos, Angel fue por otro bote de palomitas. Harold fue al baño y Zack acompaño a Angel.
Lo peor, sólo habian dos parejas en la sala pero salieron.
Dios, ¿Por que a mi? ¿Por que siempre me tengo que quedar sola con el?
Oh diablos, no. ¿POR QUE AHORA?
Si señoras y señores, parte hot. Ugh.

Yo raspe la garganta y note como Abraham se pasaba al lugar de Angel.
Me miro y soltó una pequeña risa.

-Hey, no te pongas nerviosa.- puso su mano en mi pierna.

-Es sólo una pelicula- comenzó a sobarla.

-No pasa nada.- susurró cerca de mi cara.

Sólo el sabe como ponerme nerviosa, como ponerme de esta forma. Dios mio. Todavía sigo sintiendo esta pequeña atracción hacia el. Me gusta, el me gusta.

Comenzó a besarme con tal tranquilidad, algo dulce mientras que con su mano sobaba mi pierna y yo permanezco estática sobre mi lugar.
Esto se siente tan bien.

El dejo de sobar mi pierna y tomo mi mejilla acariciandola mientras me susurró contra mis labios.

-Te amo, te amo.- me dijo

-Joder, te amo Ashley.- me miro, me volvió a besar.

-Yo..- no me dejo acabar.

-Shh.. mejor disfruta el momento.- me miro y vio mis labios.

Yo lo miré y vi a mi alrededor, no hay nadie. Sólo el y yo. Me empezó a besar hasta que ese beso comenzó a subir su intensidad. No llegar a ser un beso desesperado. Con una mano tomo mi mejilla y con otra comenzó a acariciar mi cintura. Bajo a mi cuello. Sonó mi celular.

-No contestes..- me dijo y me miro.

-Mejor sigamos con lo nuestro.

Dios.. sus besos son tan irresistibles, no puedo con esto. Por un lado mi cabeza me dice que esto esta mal, por otro lado me dice que siga y no lo deje separar.
Le hago caso a la otra parte de mi cabeza, pongo mi mano en su mejilla y lo acerco mas a mi.
Por falta de aire nos comenzamos a separar y juntamos nuestras frentes.

-¿Pero qué diablos...?-

Oh no.