La promesa

1 1 0
                                    

-ayudaaaaa, ayudaaaaaaa, por favor
-¿Qué pasa niño?
- mi mamá, se cayó y se pegó en la cabeza, ayúdeme a llevarla a un hospital, ¡se lo suplico!
-calmate , anda llévame a donde se encuentra tu madre.
Aquel niño rápidamente se echó a correr, y el señor desconocido se dispuso a seguirlo. Llegaron a una vieja casita, muy pequeña y descuidada, al entrar el niño dijo
-mire , ahí está mi mamá, podría ayudarla por favor
- tranquilo, parece ser que sólo está desmallada, de todos modos llamaré a una ambulancia.
La ambulancia tardó unos minutos, pero cuando por fin llegó, rápidamente trasladaron a la mamá de aquel niño hacia el hospital, pasaron unos minutos y llegaron al hospital, mientras su madre era atendida, el niño se dispuso a esperar junto a aquel señor desconocido.
-Gracias, dijo el niño
-no es nada, pero ¿Qué fue lo que pasó?
- mi mamá estaba haciendo la limpieza de la casa, yo jugaba con mi balón en la sala, mi mamá ya me había regañado por jugar dentro de la casa pero yo desobedeci, cuando patie mi balón pasó mi mamá con el trapiador y mi balón la golpeó, al tener agarrado el trapiador mi mamá no pudo meter las manos y no pudo evitar golpearse la cabeza- dijo el niño notandose preocupado
-tranquilo, no te culpes, eres un niño y todos desovedecemos en esa etapa, verás que tu mamá estará muy bien
En ese momento, un médico se acercó
-¿Cómo esta mi mamá?- grito el niño
-Estará bien, fue sólo un golpe, fue de mucha ayuda el que la trajeran inmediatamente- dijo el doctor
- ¿ya vez? Te lo dije- dijo el señor desconocido
- Sólo es cuestión de esperar unos minutos, ella despertó algo mareada y en cuanto se le pase podrán retirarse
El doctor se dio la vuelta y volvió a su consultorio, aquel señor vio su reloj
-¡cielos! Ya es muy tarde, llegaré tarde al trabajo, lo siento niño debo retirarme, a aquí tienes algo de dinero, para que Pagén la consulta -dijo el señor
-muchísimas gracias, de verdad prometo que algún día se lo pagare, y también prometo que nunca volveré a tocar una pelota en mi vida, por cierto, mi nombre es Pedro
- no te preocupes por eso, mi nombre es Miguel, nos veamos luego
El señor Miguel se fue, Pedro espero unos cuantos minutos sólo en la sala de espera, hasta que salió su mamá, el le dio el dinero , pagaron la consulta y finalmente tomaron un taxi hacia su casa.
Durante los próximos días, Pedro no dejaba de sentirse culpable, a pesar de que no le avía pasado nada malo a su mamá. El sentía que por desobedecer puso en riesgo la vida de su madre, lo cual era imperdonable, recordaba con mucho cariño al señor Miguel. Ya que a pesar de ser un desconocido tuvo la bondad de ayudarlo y eso el lo valoraba mucho.
La promesa echa al señor Miguel seguía en pie, el no tocaba el balón ni por accidente, como si lo odiara. Pedro , que sólo tenía 10 años, estaba decidido, nunca jugaría fútbol de nuevo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 04, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¡Humilde futbolista!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora