Volviste A Mi - (Clexa)

Capitulo 12

¿Donde estoy? ¿Por que todo está oscuro? Vi una silueta negra, así que me acerque para ver quien era. ¿Clarke? ¿Que hace Clarke aquí? ¿Está llorando?Cerré los ojos y los abrí otra vez. Ahora estamos en un cementerio. Clarke está en el mismo lugar de ahorita, al parecer delante de una tumba. Y ahí me di cuenta que era... era el padre de Clarke. Clarke estaba abrazada así misma mientras lloraba frente a la tumba de su padre. Sentí un dolor en el pecho. No se si era culpa, dolor, odio o pena, pero si se que dolía. Clarke seguía llorando pero al parecer se dio cuenta de mi presencia y camino hacia mi.

-¿Que haces aquí Lexa?- me pregunto como reclamándome con una pizca de odio en su voz.

-Perdón. Lo siento mucho Clarke. No tuve la culpa que todo esto pasara. De verdad lo siento mucho Clarke.- le dije mientras le tomaba la mano pero se alejó de mi bruscamente.

-No Lexa. No lo sientes, nunca lo sentiste. Siempre fuiste una mentirosa y manipuladora. No te quiero volver a ver nunca más en mi vida. No te acerques a mi nunca más. Te odio Lexa, te odio con todas mis fuerzas.- me dijo aguantándose las lágrimas mientras me reclamaba. Clarke me odia ahora, me odia.

-Clarke... Perdón. No quise que esto pasara. Por favor no te alejes de mi, te necesito.- le dije suavemente pero no me hizo caso y se dio la vuelta para alejarse. El lugar poco a poco se ponía oscuro mientras Clarke se alejaba de mi. -Te quiero Clarke.- le dije pero al parecer ya había desaparecido en la oscuridad. Todo se volvió oscuro, y mi corazón estaba roto. Sentía como me iba derrumbando al piso mientras mis lágrimas salían sin permiso y me sentí vacía. -!!Clarke!!! Vuelve Clarke!!- grite a todo pulmón me no recibí ninguna repuestas pero apareció otra silueta, no se veía quien era.

-Te odio Lexa, nunca te perdonaré. Eres lo peor que me ha pasado en la vida. Te odio.- dijo y yo grite de dolor y de frustración.

-No !!!!!! Por favor !!!-  grite.

-¿Lexa? ¿Estas bien?- me pregunto Clarke al lado de mi. Ahí me di cuenta que estábamos en mi cama y que todo había sido una pesadilla. Quería llorar, quería pero no podía.

-Si... estoy bien...- dije mientras me volteaba dándole la espalda porque no podía verle la cara todavía pero sentí como me abrazo por la espalda acercándose a mi. Vi el reloj y marcaban las 8:30 am.

-¿Segura? Estás sudando y estás agitada.- me dijo.

-Si, estoy bien. Solo fue una pesadilla.- le dije mientras analizaba mi pesadilla. Nunca me imagine a Clarke alejándose de mi. Menos ahora que volvió a mi vida de esta forma tan inesperada. No quiero perderla pero siento que si no hago algo la perderé. ¿Y si la pesadilla fue una señal? No... no puede ser. Solo fue una pesadilla. Me volteé quedando frente a Clarke mientras su mano seguía en mi cintura. Quedamos solo a centímetros y nos quedamos mirando. Se ve tan hermosa, tan delicada, tan inocente, y tengo tanto miedo de dañarla y romperla.

-Me encantan tus ojos, son hermosos.- dijo todavía mirándome a los ojos.

-Los tuyos son hermosos también.- le dije mirándola a los ojos también.

No dijimos nada después de eso, solo nos quedamos en silencio mirándonos. La tenía tan cerca ahora, como siempre quise. ¿Por que soy tan cobarde? No quiero perderla, no quiero que se aleje de mi. Me estaba acercando lentamente a sus labios, ella no se movía solo seguía mirándome. Así que junte nuestros labios en un suave beso. Puse mi mano en su mejilla mientras ella tenía su mano en mi cintura todavía pero ahora se estaba aferrando más a ella para acercarme más. En un rápido movimiento me puse encima de ella mientras seguíamos besándonos. El beso se intensificaba cada vez más, y ahora Clarke tiene ambas manos en mi cintura mientras la acariciaba. Nos tuvimos que separar por falta de aire entonces hice un camino de besos por su mejilla hasta llegar a su cuello, estaba besándolo  suavemente dando pequeños mordiscos. Oí como se le salió un pequeño gemido cuando di un pequeño mordisco en su cuello mientras ella acariciaba mi cintura llevando su mano a mis glúteos y apretándolos. Entonces me aleje de su cuello para mirarla a los ojos. Estaba excitada, se le notaba, su respiración estaba agitada mientras me miraba y seguía acariciando suavemente mis glúteos.