Capitulo Único

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¿Alguna vez has sentido como sino formaras parte de tu familia? Como si fueras un actor del reparto que está ahí presente por si alguno de los principales se ausenta o si necesitan a alguien qué haga de árbol. Que a pesar de estar rodeado de personas, no encajaras con ellos.

El joven Choromatsu se sentía así desde que tenía memoria y ahora con sus ya bien puestos 24 años sigue sin saber muy bien qué camino tomar. La vida es multifacética y hay un millón de caminos para elegir dependiendo de nuestras decisiones, aun así, esta cantidad de posibilidades puede asustar a la gran mayoría ante la incertidumbre que presenta.

Por eso... comencemos por el inicio:

La familia Kamiya es una familia muy bien acomodada, todos sus miembros sobresalen en el ámbito de la medicina, una carrera que significa gran esfuerzo y un profundo deseo por ayudar a los demás.

El actual jefe de la familia, el señor Hiroshi Kamiya es el jefe del hospital de Tokyo y su esposa es la encargada del ala de emergencias. Ambos profesionales se enamoraron y no falto mucho para que en poco tiempo la vida les sonriera con hijos

El hijo mayor de los Kamiya se había decidido por seguir los pasos de sus padres y convertirse en un gran neurocirujano, el segundo hijo tomo un rumbo diferente y además de poner en práctica su carrera médica también decidió enseñarla en una de las universidades de medicina más prestigiosas de todo Japón.

No hace falta mencionar que la familia de por si es muy conservadora, apegada a las viejas costumbres con ciertos estereotipos... esa clase de ambiente fue la peor tortura que el tercer hijo de los Kamiya pudo recibir.

Choromatsu era un chico muy inteligente, no tenía nada que envidiarles a sus hermanos mayores; sacaba buenas notas y era el primero de clase pero aun así... el futuro se tornó incierto para él a corta edad.

Ahora siendo más grande se daba cuenta de que a pesar de ser tan joven en aquellos años de su niñez, ya sabía que era lo que quería hacer en el futuro

Nunca dudo en que quería ayudar a las personas, pero no soportaba la idea de ver sangre y tampoco tenía paciencia para enseñar, ciertos comportamientos que sus padres y hermanos alegaban que se irían con el paso del tiempo, pero nunca fue así... hasta el día de hoy, el joven oji esmeralda no soporta el color rojo y el aroma metálico de la sangre y se irrita fácilmente al tener que explicar dos veces la misma cosa.

Sin embargo, hubo un momento en su vida que fue como una revelación.

Era de noche y él con tan solo 7 años había recibido, a pedido de su padre, que fuera con su mamá a su cuarto a ayudarla para que estuviera lista ya que debían ir a un importante evento del hospital. La fiesta era de gala y Choromatsu al igual que su padre y hermanos lucía un impecable esmoquin negro, el pelo bien peinado y zapatos relucientes.

Subió con impaciencia al cuarto de su madre sabiendo que no saldría de ahí en varios minutos o por lo menos en una hora ¿Cómo una mujer puede tardarse tanto para arreglarse? Su mamá una vez que subía a su cuarto no salía hasta estar "perfectamente presentable". Le sorprendía el cambio cuando veía a su progenitora pero no creía que tanto arreglo pudiera durar lo mismo que una cirugía, como bromeaba su papá

Al entrar al cuarto, pudo ver a su madre con un hermoso vestido corte sirena color verde de satín, zapatos de tacón negros sorprendentemente altos y a medio peinar en un elegante recogido

La bella madre se dio vuelta con una sonrisa al ver al menor de sus hijos en el marco de la puerta -¡ah! Choromatsu que bueno que estas aquí ¿podrías ayudarme?-

El pequeño se quedó unos segundo quieto, maravillado al ver como su madre parecía una reina a medio hacer; de por si era una mujer hermosa pero el hecho de verla con ese vestido y preparándose para la fiesta con aquella sonrisa soñadora le hizo comprender lo feliz que hacía a su madre aquel procedimiento de belleza

¿Mangas o Flores?Where stories live. Discover now