Destiny Played Me

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A una semana de que finalizaran las vacaciones de verano, y tuviera que volver a la locura que era la Universidad, estaba lista para la depresión. Esos últimos meses habían sido muy relajantes, y divertidos. Aunque me los había pasado leyendo todas esas obras que había retrasado durante el año lectivo. Para mí, eso entraba en la definición de “diversión”. Aunque… todas esas aventuras románticas, con el protagonista masculino perfecto, me habían hecho pensar demasiado en lo aburridos y poco emocionantes que habían sido aquellos tres meses. Los había disfrutado, sí, pero podrían haber sido algo más… inusuales. Ya era hora de que me tocara vivir una de esas aventuras. Amores trágicos que al final superan todos los obstáculos. Pero allí estaba, en mi habitación de hotel, sin saber muy bien cómo terminar aquella semana, sin ningún otro libro en el cuál enterrarme.

No puedes dejar que el proceso de depresión comience antes de lo debido. ¡Aún tienes una semana que aprovechar!

En momentos cómo aquel, mi mejor amiga a la distancia era el único recurso que me quedaba. Ella sabría qué decirme, o al menos me distraería un poco de mi estado depresivo post-universidad.

—Mar, oh Mar—dramaticé—, ¿podrías ayudarme a hacer eso? No es que no sepa cómo, lo intenté, pero aquí nada parecer ser lo suficientemente…

— ¿Atrayente?

— ¿Y por qué crees tú que estoy hablando de hombres?

 ¡JA! Yo ni siquiera me estaba refiriendo a eso—se descostilló de risa al otro lado del tubo.

—Esto significaba que estoy pasando demasiado tiempo contigo.

Oh, sí, seguro. Ahora es mí culpa que te sientas atraída por los hombres y quieras una aventurilla veraniega.

—Cállate, es tú culpa, y punto.

Okay, la tomaré, pero sólo porque sé que eso te hará feliz. Y me refiero a estar con alguien antes de volver…—volvió a reír a todo pulmón. Rodee los ojos esperando por el momento en que necesitara tomar aire para poder hablar.

—Eres imbécil, ¿lo sabías? —bromee.

Y a mucha honra.

—Bueno, al menos sirve de algo y comparte tu sabiduría conmigo, ¿qué harías tú en mi situación?

Simple. Primero, saldría de la habitación. Segundo, disfrutaría de la piscina. Y tercero, vete a un club y coquetea con cualquier chico que te atraiga. Todos sabemos que los últimos días son los mejores para enrollarte con alguien y decir “hasta luego, ojalá nunca vuelva a verte”.

—Yo no pretendo enrollarme con nadie.

Tú preguntaste que haría yo en tu lugar, pues ahí lo tienes. ¡Vamos! Sólo vives una vez—vitoreó. Hagamos algo—que aquella chica me hiciera una propuesta de cualquier tipo, siempre era mala idea—, si encuentras a un chico que te atraiga, cómo la canción de Pitbull, le das todo esa noche. —Reí sin parar gracias a la comparación con la letra del cantante.

— ¿Darle todo esa noche?

No me refiero a ya sabes qué. A no ser que llegues a eso y…

—Mar, lo entendí, no es necesaria la explicación.

Okay, ¿lo harás?

—No lo sé…

Mel, tienes que hacerlo. Nada malo va a pasarte porque disfrutes del espécimen masculino por unas horas…

Así que, de esa forma fue que terminé prometiéndole a mi depravada mejor amiga que tendría una historia que contarle para cuando llegara a casa. Teniendo en cuenta que jamás había tenido un comportamiento del tipo que ella esperaba que tuviera, iba a tener unos días bastante entretenidos. Quizás hasta descubría una parte de mí que no conocía… Quizás.

Destiny Played MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora