¿Declararme? [TodoBaku]

No es opción

Su mirada siempre parecía terminar en el mismo lugar, no importando nada. Eso le estaba desesperando, ¿qué era lo que tenía aquella persona para llamarle la atención de esa forma?

Si hubiera sido capaz de controlarlo, su mirada no hubiera captado aquello, pero ahora, ya no podía dejar de imaginarlo. Se estaba volviendo loco.

[Días antes]

No había podido llegar ni a la más mínima concentración últimamente. Las clases realmente eran interesantes, pero no podía mantener ni su mirada ni su mente enfocados al profesor o al pizarrón. A duras penas y podía tomar notas decentes, pero afortunadamente, pasaba sin problemas todas las materias, era algo que ni él mismo se explicaba, pero agradecía mucho.

Sin importar todo lo que hiciera, su vista siempre se posaba sobre una persona y su mente empezaba a divagar. Entrenamientos, clases, vestidores, oh sí aquél lugar donde más podía perderse y olvidarse de todo a su alrededor.

-¿Todoroki-kun? - una voz familiar le llamó. La chica castaña había estado tratando de preguntarle algo ya que aquella clase había terminado y se había quedado con alguna duda, pudo haberle preguntado a sus amigos más cercanos, pero Iida había salido hacia la sala de profesores por cosas de delegado que no comprendía, y Midoriya estaba más ocupado en escribir en su libreta su análisis de héroes, mientras murmuraba cosas que no entendía que no quiso interrumpirle.

No había hablado con chico de doble quirk, así supuso que sería una oportunidad para hacer otro amigo. Pero pensó que eso no iba a ser posible cuando se vio ignorada por éste a pesar de sus constantes llamados.

-Disculpa - dijo un confundido Todoroki, fijándose extrañado en quien le había sacado de sus pensamientos. -¿necesitas algo? - escuchó atento a lo que le decía, y aceptó sacar de sus dudas a aquella amiga cercana de Midoriya. Sin embargo tan pronto como se despidieron por la llegada del profesor su mente y mirada volvieron al lugar donde estaban hace unos instantes.

-Pon atención a la clase - murmuró por lo bajo para él mismo, otra vez estaba luchando para tomar apuntes y recordar las indicaciones para las actividades que les estaban dejando.

Pasó todo el día de esa forma, por lo que terminó demasiado cansado, así que al sonar el timbre anunciando el fin de actividades escolares no hizo más que recostarse sobre su mesa ocultando su rostro y soltando un suspiro. Todos comenzaban a salir, charlando de diversos temas a los cuales no les tomó importancia

-Todoroki-kun, ¿no vienes? iremos al arcade - la voz de Midoriya se hizo presente, haciendo que se incorporara.

-Esta vez no, gracias - comenzó a guardar sus cosas y se dirigió a la salida - diviértanse ustedes - trató de sonar neutral como siempre y al parecer lo logró.

Iba caminando rumbo a su casa, pensando en lo que haría en su entrenamiento. Sin embargo, no se fijó en qué momento se equivocó de dirección, que al alzar su mirada para cruzar la calle no reconoció absolutamente nada. Pensó en regresar pero tampoco recordaba qué camino había tomado. Y justo cuando pensaba que la tecnología lo haría salir de aquella situación, notó que no tenía datos.

-Vaya suerte - comenzó a caminar tratando de recordar, pero nada se le hacía familiar.

Sin embargo, pronto otra vez sus ojos se posaron en alguien, cosa que le hizo detenerse en seco y presenciar aquella escena.

-Ba...bakugo-kun, me...me gustas - una chica que no tenía idea de quién era estaba frente al chico rubio esperando que éste dijera algo pero al no ver respuesta siguió hablando sin mirarle directamente - realmente, realmente me gustas y yo...quisiera que - pero fue interrumpida por algo que nunca creyó escuchar del ojirubí.